Contrario a lo que indica la escasez hídrica que atraviesa el país, el consumo doméstico de agua muestra índices irregulares entre distintas localidades, con un idar en sectores ABC1 amplio nivel de consumo en sectores acomodados de la capital que supera con creces el promedio nacional.
Mientras en Pan de Azúcar, sector de Chicureo, el consumo de agua per cápita alcanza los 1120 litros de agua diarios, en Alerce Sur, sector de San Pedro de la Paz (Biobío), el índice baja a los 11 litros por persona al día. La relación es a tal extremo que una persona en el primer sector consume más que otras cien personas en el segundo.
Esta situación fue advertida por la Superintendencia de Servicios Sanitarios, quienes lanzaron la campaña de consumo responsable del líquido que hoy tiene casi un centenar de comunas del país con emergencia hídrica. La intención es que el consumo doméstico sea una de las herramientas que permitan un uso eficiente del llamado “vital elemento”.
Si bien la Superintendenta, Magaly Espinosa, recalcó que no existe riesgo de racionamiento a nivel doméstico, la emergencia que hoy vive el país permite proyecciones difíciles para la temporada estival y la planificación de un 2013 sin medidas de emergencia. Ante ello, estas estadísticas grafican el uso de agua al interior de los hogares en Chile.
“Efectivamente, los sectores altos consumen una dotación de agua bastante más alta que el promedio del país. Esto está regulado por una tarifa de sobreconsumo, o sobre 40 metros cúbicos, pero hay un tema de educación, de tomar conciencia en todos los niveles para cuidar el recurso”, reconoce Espinosa.
Barrios como Pan de Azúcar (1120 lts, Chicureo), Los Dominicos (939 lts, Las Condes), Los Trapenses (667 lts, Lo Barnechea) o Cachagua (524 lts, Valparaíso) superan los 500 litros de agua consumidos por una persona diariamente, una situación que no es regulada bajo los 40 metros cúbicos que están fijados como cifra de sobreconsumo por las empresas sanitarias.
En el otro extremo, localidades como Yerbas Buenas (66 lts, Linares), Cobquecura (63 lts, Ñuble), Chinquihue (42 lts, Puerto Montt) y Alerce Sur (11 lts, San Pedro de la Paz) son las que menos consumo registran. Si bien no hay un nivel de consumo promedio, es difícil alcanzar un nivel que englobe dos realidades separadas por un 1000% de diferencia.
No obstante, la Superintendenta descarta mayores medidas que permitan equiparar la balanza respecto a consumo de agua en el país, quien señaló que “hoy no se pretende restringir el consumo de agua, sino apelar a la conciencia del uso doméstico, pensando también en que esto incide en pagar menos, lo que significa también un ahorro monetario”.
Otro factor que surge ante esta situación es qué tan elevadas son las cuentas de un hogar que es parte de localidades con excesivo consumo de agua, donde la evasión surge como una medida que se esconde en la realidad de los vecinos con mayores ingresos. Ante ello, Espinosa apuntó que “el robo de agua pasa a un ámbito judicial, las empresas tienen atribución y facultad para detectar y denunciar estos delitos, esto compete a las empresas que venden agua y debe cuidar que no le roben”.
El Estado de Chile define cada cinco años el sistema tarifario de aguas, siendo el 2015 una oportunidad en que pueda disminuir el índice de sobreconsumo y orientar así un racionamiento eficiente a nivel doméstico.