El triunfo de Barack Obama representó una esperanza de cambio para el pueblo norteamericano y albergó también expectativas en Latinoamérica sobre una posible modificación en la política del Imperio hacia la región. Lamentablemente nada de esas expectativas se han cumplido para el pueblo norteamericano ni cambio alguno ha ocurrido en la política Imperial en la región y en el mundo. El poder económico financiero, militar e industrial prevalece como única lógica en la política imperial de guerra y ocupación militar, como se expresa en Irak y Afganistán y el apoyo a regímenes dictatoriales como el del depuesto Presidente egipcio Hosni Mubarack y al gobierno Israelí en su agresión sistemática del pueblo palestino.
La presencia de la IV Flota y de bases militares con alta participación norteamericana se ha intensificado en nuestra América. El brutal bloqueo a Cuba se mantiene sin variaciones pese a la contundente condena mundial. Continúa la inaceptable injerencia del gobierno de los EEUU en los asuntos internos y soberanos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Colombia, en nuestro país, en la región y en el mundo, como ha quedado inequívocamente al descubierto gracias a Wikileaks. Bajo una pretendida “promoción de la democracia” las agencias gubernamentales de ese país financian instituciones anti democráticas de corte derechista que pretenden impedir el avance de los procesos de transformación social y de integración bolivariana que impulsan en particular los Presidentes Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega.
En nuestro país no se ha hecho un balance ciudadano y popular serio e informado sobre los altos estragos y aspectos negativos provocados a nuestra soberanía económica, política, social y cultural y a los derechos humanos de la población como resultado del Tratado de Libre Comercio suscrito entre Chile y los Estados Unidos de América.
No existe voluntad de cooperación de los EEUU para establecer la verdadera participación de agencias gubernamentales de ese país en el golpe de Estado que culminó con la muerte del Presidente Salvador Allende. Y más recientemente frente a la denuncia de la ex senadora Carmen Frei respecto de los agentes de ese país que proporcionaron a personeros de la dictadura militar sustancias químicas que habrían sido utilizadas en el asesinato del ex Presidente Eduardo Frei Montalva.
Con la visita del Presidente Barak Obama a Chile en marzo próximo se nos anuncia que en nuestro país presentará su propuesta a la región y suscribirá una serie de acuerdos bilaterales entre los que destacan la cooperación energética y nuclear. Nada bueno puede resultar de estos anuncios y acuerdos para Chile y para la integración bolivariana y soberana de América Latina y el Caribe, toda vez que vienen precedidos de la actual orientación política imperial hacia la región la que no sólo se ha modificado sino que se espera que ésta visita sea un paso en su profundización.
Por las razones anteriores y muchas más los Socialistas Allendistas en la izquierda y en los movimientos sociales llamamos a expresar nacional y regionalmente un repudio ciudadano y popular a la vista del Presidente Barack Obama en Chile. Convocamos a expresar este repudio de una manera pacífica, concertada y movilizada en todo el país.
Esteban Silva
Carlos Moya
Gonzalo Taborga
Roberto Ávila
Arturo Barrios Arriagada
Ruben Yocelevzky
Héctor Rodríguez
Nino Mundaca
Carlos Álvarez
Rony Nuñez
Iván San Martin
Antonio Riveros
Ricardo Klapp
Partido del Socialismo Allendista
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