El artista británico David Hockney (Bradford, Inglaterra, 1937) se reunió ayer con la prensa para presentar las piezas que conforman Un gran cuadro, exposición que abrirá al público el próximo 21 de enero en la Real Academia de Bellas Artes de Londres.
Se trata de una retrospectiva con 200 obras, las recientes inspiradas en los paisajes del este de Yorkshire. Pero a la par de una selección de cuadros realizados entre 1956 y 2000, el también ilustrador, dibujante y escenógrafo, considerado uno de los artistas más influyentes del siglo XX, dará a conocer su nueva pasión: la pintura electrónica, realizada con su inseparable iPad.
En uno de los carteles que anuncian la muestra aparece la leyenda: Todos los trabajos expuestos son obra personal del artista
. La frase atiza la polémica que hace unos días ocupa a los críticos de arte en Europa luego de la entrevista de radio que Hockney ofreció y en la que presuntamente criticó a su compatriota Damien Hirst por emplear asistentes para realizar sus obras, en lugar de elaborarlas él mismo.
Es un poco insultante para los artesanos
, dijo Hockney en Radio Times, y citó un proverbio chino según el cual para pintar se necesita el ojo, la mano y el corazón; dos elementos no bastan
, añadió.
No obstante, la cadena de noticias británica BBC difundió que uno de los máximos exponentes del pop art inglés sesentero negó haber criticado a Hirst. Según la agencia, en un comunicado de la propia Real Academia de Bellas Artes se asegura que Hockney no ha hecho ningún comentario que critique a ningún otro artista
, y que sus palabras se sacaron de contexto.
Este lunes Hockney posó para la prensa frente a sus grandes óleos, pero no perdió oportunidad de fotografiar con su iPhone a los reporteros, material que seguramente utilizará para futuras obras. En sus recientes exposiciones, como la que acaba de concluir en el Royal Ontario Museum de Toronto, Canadá, mostró varias de sus creaciones electrónicas en tabletas digitales, ya no en lienzos.
Lo mismo ocurrirá en Londres, además de exhibir de una película realizada con 18 cámaras, proyectada en varias pantallas y que propone un mágico viaje visual a través de los ojos de David Hockney.
Desde las fotografías de Polaroid y las fotocopias a color hasta dibujos y fotos trabajadas en su iPad, Hockney nunca ha rechazado el uso de la nueva tecnología en la pintura.
Después de Londres, la muestra Un gran cuadro viajará al museo Guggenheim de Bilbao, España (mayo a septiembre de 2012), para cerrar el año en el Museo Ludwig, de Colonia, Alemania (octubre de 2012-febrero de 2013).