El portaaviones George H.W. Bush se ha trasladado este jueves a la costa de Siria en medio de informes de que una zona de exclusión aérea estaría a punto de imponerse en el país, información que se suma a las órdenes emitidas por la embajada de EE.UU. en Damasco a sus ciudadanos para abandonar cuanto antes el país. En tanto, desde Francia se escucha la propuesta de una intervención formal de la OTAN.
Públicamente, la Casa Blanca afirma que el portaaviones George H.W. Bush está “camino a casa” después de haber estado ubicado en el Oriente Medio durante los últimos cinco meses, informa el sitio Zero Hedge.
De acuerdo con otras informaciones, el portaaviones “llevará a cabo una serie de operaciones para mantener la seguridad marítima”, antes de “regresar a casa”.
En tanto, fuentes europeas citadas en medios de Kuwait informan que los estados árabes planean imponer una zona de exclusión aérea en Siria con la ayuda de aviones de combate turcos y el apoyo logístico de EE.UU. Como bien se sabe, en el lenguaje moderno el término “zona de exclusión aérea” es un eufemismo para una campaña de bombardeos, como hemos visto con Libia.
Aunque Francia ha expresado su oposición a una zona de exclusión aérea, el ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, se reunió ayer en París con el líder del Consejo Nacional Sirio Burhan Ghalioun para informarle que potencias de la OTAN están buscando el uso de “fuerzas internacionales” para “crear una zona segura para los civiles” por medio de “corredores humanitarios, o zonas humanitarias”.