El proyecto de la Ruta de la Memoria de Valparaíso, iniciado hace dos años, continúa señalando sitios de detención y tortura en la V Región como una acción pedagógica de rescate de la Memoria Histórica, que tiene como objetivo mostrar a las nuevas generaciones y a la ciudadanía en general lo sucedido durante la dictadura cívico militar, para impedir el manto de olvido que se intenta construir mediante la negación y/o el ocultamiento de los hechos, lo cual representa una forma más de impunidad.
El pasado 11 de mayo se inauguró la novena Placa de la Enredadera de la Memoria en el N°2614 de la calle Va Buren, lugar en donde funcionó la Cárcel de Mujeres El Buen Pastor y que hoy es ocupado por el depósito y las oficinas administrativas de los tradicionales trolebuses de Valparaíso y por una bodega de alimentos congelados.
Alrededor de unas 150 personas participaron de un acto artístico testimonial en donde se relataron las insalubres y precarias condiciones carcelarias que vivieron decenas de Prisioneras Políticas al interior de este recinto, denunciando además la complicidad y el maltrato verbal efectuado por parte de las religiosas de la Congregación del Buen Pastor, y resaltando que durante el cautiverio nacieron dos niñas, Laura y Paloma, hijas de Presas Políticas, que permanecieron en prisión junto con sus madres.
Leslie Olivares, quien estuvo detenida en este recinto carcelario, fue una de las conductoras de este acto de reparación y al dar inicio a la ceremonia manifestó que: “Nos reunimos en este lugar para recordar, reflexionar y mantener viva la Memoria. Este Memorial, que en un rato inauguraremos, es recuerdo imperecedero de vidas, dignidades, cuerpos, familias y sueños. También huella latente de desapariciones, muertes y torturas sistemáticas. En la Ex Cárcel de Mujeres Buen Pastor de Valparaíso se registraron detenciones entre los años 1973 y 1988. La mayor cantidad de prisioneras se concentró el año 1974. Durante el resto del período comprendido entre 1975 y 1977 disminuyeron, pero aumentaron en la década del 80.”
Por su parte, Danilo Ahumada, el otro conductor de este evento, agregó lo siguiente: “Hoy nos convoca el Colectivo de Ex Presas Políticas del Buen Pastor de Valparaíso y la Mesa de Memoria, Cultura y Derechos Humanos, quiénes a través de un convenio de colaboración y transferencia financiado por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de Valparaíso, han impulsado la Ruta de la Memoria, inaugurando en distintos territorios de la Región de Valparaíso la escultura “Enredadera de la Memoria”, del artista local Leandro Silva.
Esta acción de visualización comenzó hace dos años cuando se instaló la misma obra en el frontis del ex Liceo N°2 de Avenida Brasil, hoy Matilde Brandau de Ross; continuó con el reconocimiento en Isla Riesco, en Colliguay; Las Coimas, en San Felipe; Parque Cultural de Valparaíso-Ex Cárcel Pública; Playa La Ballena, Comuna de La Ligua, donde recordamos la memoria de la compañera Marta Ugarte; ex Cuartel Silva Palma, ubicado a los pies de Playa Ancha; Melinka-Puchuncaví; y recientemente, la Base Aeronaval de El Belloto.”
Luego de esta introducción hizo uso de la palabra Alicia Zúñiga, integrante del Colectivo de ex Presas Políticas de El Buen Pastor, organización que participa en la Mesa Regional de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, para, entre otras cosas, expresar lo siguiente:
“Este es un momento muy importante para todas nosotras, quienes estuvimos aquí en este lugar que está a mis espaldas, en lo que fue la antigua Cárcel del Buen Pastor de Valparaíso. Indudablemente, en tiempos en que se niega todo, en tiempos en que se quiere borrar la historia de nuestro país, que se trastocan absolutamente los valores y los principios que hicieron que hombres y mujeres tuvieran que pasar por las cárceles, por los campos de concentración, que fueran muertos, asesinados, hechos desaparecer, en estos tiempos que vivimos, es muy importante que nosotros podamos recuperar la Memoria, nuestra identidad como pueblo(…) Lograr que se reconozcan, en forma simbólica, aquellos lugares que fueron centros de detención y tortura, aquellos lugares en que fueron asesinados hombres y mujeres en nuestro país, que sean señalados para que las nuevas generaciones conozcan verdaderamente la historia. Este esfuerzo es el que hoy se cristaliza con esta Placa, con esta Enredadera de la Memoria, que es la Memoria fragmentada, dispersa, que nosotros no nos cansamos por lograr unir.”
En esta Actividad de Memoria estuvieron presentes diferentes Organizaciones de Derechos Humanos provenientes de San Felipe, Quillota, Quilpué, Viña del Mar, Valparaíso, como asimismo autoridades regionales y representantes de organizaciones sociales y populares. A nombre de la Alcaldía Ciudadana intervino la Encargada de Patrimonio de la Municipalidad de Valparaíso, María José Larrondo, para entregar un reconocimiento a la labor desarrollada en el rescate de la Memoria Histórica y un saludo a nombre del Acalde Jorge Sharp. “Este proceso de contar la historia hace referencia la palabra resiliencia, que es una palabra muy bonita y que se refiere a salir de este dolor haciéndolo todos juntos, porque este es un dolor que quebró al país, no es un dolor de cada una por separado”, manifestó.
Después de estas intervenciones, la comprometida cantora porteña Bernardita González, junto al guitarrista Orlando Silva, deleitó y emocionó a las y los asistentes con su melódica voz cargada de sentimientos, comenzando su presentación con la hermosa canción de María Elena Walsh “La Cigarra”, que inicia con las palabras “Tantas veces me mataron/Tantas veces me morí/Sin embargo estoy aquí resucitando…”
La actividad continuó con un saludo entregado por Francia Jamett, encargada de la Unidad de Memoria y Derechos Humanos de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, quien en parte de sus palabras se refirió a la prisión política y género, remarcando que “Lamentablemente las cárceles y lugares en donde estuvieron detenidas mujeres y niñas han sido invisibilizadas por la historia de la Prisión Política en Chile. Han sido las propias mujeres, las Ex Menores, que se han agrupado, congregado, como acá, para darle visibilidad.”
Las numerosas mujeres que estuvieron detenidas en la Cárcel el Buen Pastor de Valparaíso llegaron allí después de haber estado secuestradas y torturadas en otros lugares de la V Región, especialmente el Cuartel Silva Palma y la Academia de Guerra, en donde muchas de ellas sufrieron, además, brutales vejámenes sexuales.
Patricia Pulgar, sobreviviente de estos recintos y ex Prisionera Política del Buen Pastor, en el testimonio entregado durante la realización de este acto manifestó:
“La Cárcel de mujeres el Buen Pastor fue administrada por la Congregación del mismo nombre. Allí se recluyeron mujeres por razones de orden político durante la dictadura cívico militar, luego de haber pasado por distintos centros de tortura de las Fuerzas Armadas y de Orden, como el Cuartel Silva Palma, Academia de Guerra Naval y barcos como el Lebu y La Esmeralda.
Este era un lugar de total insalubridad. Ocupábamos unos cuartos que servían de dormitorio, tanto para las presas comunes como para nosotras las presas políticas, con un nivel de hacinamiento mayor, ya que en la pieza asignada a nosotras había 10 literas por lado más una litera en el pasillo y dos cunas, una para Paloma y otra para Laura, hijas de nuestras compañeras que nacieron estando sus madres presas(…) Las monjas pasaban sus rondas haciendo comentarios, como “por meterse en cosas indebidas están aquí”, o cuando una estaba leyendo decían “aprendan a tejer mejor en lugar de estar leyendo leseras que le envenenan la mente”(…) El lugar, con dos baños asquerosos para nosotras que llegamos a ser 40 o más, contribuía a que apareciera sarna, piojos e infecciones varias. Una ducha con agua helada de la cual casi no salía agua; una cocina que de higiene no tenía nada, y el famoso patio de luz, inhóspito, lúgubre, helado, con su piso de cemento sucio(…) En este lugar desastroso vivimos en una época en que nuestras vidas fueron truncadas por la dictadura, en donde pasamos penas, dolores y frustraciones cuyas consecuencias emocionales se manifiestan en diferentes momentos de la vida hasta el día de hoy, y también donde hicimos amistades que perduran hasta hoy, donde entendimos que nuestro sueño de luchar por un mundo mejor no estaba errado. Por lo mismo, también supimos sobreponernos a las condiciones adversas que se nos imponían y realizamos actividades culturales y creativas, que buscaban desarrollar la solidaridad y la resistencia. Conocimos el mundo de las presas comunes, lleno de injusticias y vejaciones, y tuvimos que aprender a convivir con ellas y compartir, en aquel sórdido espacio (…) Porque creemos firmemente que la historia la escribimos todas y todos, hoy perpetuamos este lugar como Sitio de Memoria de un pasaje oscuro y aberrante de nuestro país.”
Mientras Patricia Pulgar entregaba su testimonio, una banda de guerra de un colegio que volvía del desfile del mes de mayo, resonó fuerte en las calles aledañas a donde se estaba realizando el acto, transformándose en un simbólico eco, que como expresó Leslie al continuar conduciendo la actividad “cuesta olvidar esos sonidos que están instalados en nuestra dolorosa memoria.”
La participación del cantautor Rodrigo Sepúlveda, estudiante de Música de la Universidad de Playa Ancha y oriundo de la localidad de Graneros, diluyó e hizo olvidar los desagradables sonidos marciales de la banda estudiantil, interpretando canciones de Silvio Rodríguez.
La ceremonia concluye con la inauguración formal de este Sitio de Memoria por parte de un grupo de ex Prisioneras Políticas de la Cárcel del Buen Pastor de Valparaíso, quienes se dirigieron hasta el Memorial ubicado sobre la vereda, portando flores en sus manos, para proceder a destapar la Placa de la Enredadera de la Memoria y luego depositar claveles rojos sobre la misma.
Este Memorial ,como manifestó Leslie Olivares, es ”una contribución a la lucha por la Verdad, la Justicia y el rescate de la Memoria en nuestra ciudad, que permitirá relevar la violencia de género en su expresión política y, de esta manera, educar a las nuevas generaciones en los valores que otorga una cultura basada en el respeto a los Derechos Humanos.”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 12 de mayo 2019