El 19 de mayo próximo se cumplirán 50 años de la fundación del Mapu, que nació por cierto en 1969, pero no exactamente el 19 de mayo. El 19 de mayo de 1972 murió su Secretario General y principal fundador, Rodrigo Ambrosio Brieva, que este año tendría 78 años, y el Comité Central de 1972 decidió unánimamente que el 19 de mayo sería la fecha del aniversario del partido..
La renovación socialdemócrata de muchas figuras históricas del Mapu primitivo, algunos de los cuales se han pasado al bando reaccionario actual (O.G.Garretón es la más destacada, aunque “milita” en el Partido Socialista) (*), no puede, si somos fidedignos, ocultar que la vida política del Mapu histórico-desde 1969 hasta fines de los 80 y después en la Resistencia Antifascista (donde murió medio centenar de mapucistas, centenares fueron presos y exiliados y, hasta hoy, decenas están desaparecidos) fue una vida política claramente revolucionaria, previa al gobierno de Salvador Allende, en el gobierno de la Unidad Popular y en los duros tiempos del exilio y de la represión dictatorial derechista.
Así la calificaron, y actuaron en consecuencia, todos los poderes reaccionarios, los que mejor hacen las clasificaciones de reformistas y revolucionarios, de progresistas sistémicos y políticos antisistémicos.
El Mapu no fue un partido “demócrata cristiano de izquierda” (como lo califica en general la prensa actual) ni tampoco un partido “de izquierda cristiana” -los que pensaban así lo abandonaron en 1971, siendo después sus aliados por mucho tiempo-. Tampoco un partido social demócrata de izquierda ni menos un partido liberal progresista. No hubo social demócratas de izquierda en el enfrentamiento político que culminó en septiembre de 1973, ni menos liberales.
El Mapu fue un partido con dirección marxista y marxista leninista, presurosamente (como sucede en los procesos revolucionarios), desde 1970 hasta fines de los 80), que estableció relaciones privilegiadas con Vietnam, la URSS, China, los partidos comunistas de Europa Oriental, Cuba e incluso Corea del Norte, a la que viajaron Rodrigo Ambrosio en 1971 y Juan Enrique Vega y J.M.Insulza después del golpe de Pinochet.
En sus mejores momentos (alrededor de 1971) el Mapu fue el cuarto partido en la CUT (tuvo la Vicepresidencia Nacional), dirigió una Confederación Campesina y tuvo la segunda importancia en las Federaciones de Estudiantes Universitarios y una alta presencia en la intelectualidad. En el gobierno ocupó ministerios, subsecretarías e intendencias, y dos embajadas en países muy importantes para Chile: Cuba y Yugoslavia.
En 1971 sufrió la escisión de cuadros muy importantes (Chonchol, Gumucio, Alberto Jerez y Julio Silva) que marcharon hacia la Izquierda Cristiana y, muy cerca del golpe, una división casi por mitades entre un sector gobiernista y más cercano a los comunistas (Gazmuri, Correa, F.Flores) y un sector crítico al gobierno y más cercano a los PS de Altamirano (Aquevedo, Garretón, Kalki Glauser).
En la clandestinidad destacaron Carlos Montes, Jaime Gazmuri, Enrique Correa y Virginia Rodríguez y la mayoría de los hoy muertos y desaparecidos.
Muchos de sus militantes post golpe, de las dos orgánicas mapu, se inscribieron para ir a luchar a Nicaragua.
En el país, y en los años 85 y 86, el Mapu unificado bajo la dirección de Víctor Barrueto, Carlos Montes, Enrique Correa, Guillermo del Valle, estando fuera del país O.G.Garretón y Jaime Gazmuri, luchó por una alianza amplia de la izquierda con la DC, y por un frente antifascista contra la dictadura. Montes y Correa estuvieron a la cabeza de la Campaña por el NO.
Desde 1989 no hay partido Mapu. Los militantes de diversas orgánicas ingresaron al PPD y al PS. Un grupo muy cercano a la Confederación Campesina UOC mantiene hasta hoy con el nombre de Mapu Obrero y Campesino un núcleo político democrático que reivindica como figura tutelar a Rodrigo Ambrosio.
(*) O.G.Garretón Purcel fue Secretario General del Mapu, subsecretario de gobierno de Salvador Allende, líder del Mapu más de izquierda, perseguido por la dictadura de derecha, asilado en Cuba y sin críticas a ella, estableció relaciones políticas hasta con Libia y con el Frente Polisario, que le rindió honores militares en Marruecos. Sufrió una conversión progresiva hacia posiciones de derecha y se integró al mundo empresarial chileno.Pasó desde ser un revolucionario popular a un político de derecha extrema.
Opinó hace muy poco (La Tercera,22 de abril de 2019) una crítica de extrema derecha a Sebastián Piñera por sus proyectos de reformas legislativas apoyadas por la derecha.
“Nadie (dice O.G.G. del derechista Piñera) lo eligió por reformista, al revés. La ciudadanía lo hizo Presidente más bien hastiada del reformismo compulsivo y mal hecho del gobierno anterior…Eiige una cancha donde no tiene mayoría…una cancha además de mayor visibilidad para una oposición de predominancia obstructiva, voto azaroso y obsesión por escudar desnudeces pretextando pugnas entre regresión y revolución, que la anula como colegisladora”.
Para los que lo hemos conocido de cerca en medio siglo, O.G.G es otra persona, no la que se destacó en la izquierda incluso sufriente por la represión dictatorial, un personero más a la derecha que el canciller Ampuero, también ex mapu, más “converso” que él y en cierta medida más peligroso,aunque menos convocante.