Los chalecos amarillos salieron hoy a las calles en Francia a un nuevo sábado de movilización, durante el cual se registró un aumento de tensiones principalmente en esta capital. En el acto 23 del movimiento, se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y grupos de manifestantes, con el lanzamiento de gases lacrimógenos y granadas de dispersión por parte de los agentes.
Los principales focos de tensión fueron la plaza de la República y la de Bastille, sitios escogidos para las protestas luego de que el gobierno prohibiera las demostraciones en los Campos Elíseos, donde los chalecos amarillos comenzaron el movimiento el año pasado.
De acuerdo con las autoridades, hasta el mediodía se registraron 126 arrestos y más de 11 mil controles preventivos.
El gobierno de Francia reforzó hoy la seguridad durante las protestas con el despliegue de 60 mil agentes, anunció el ministro de Interior, Christophe Castaner.
El titular explicó que el objetivo es asegurar el mantenimiento del orden público y evitar disturbios en el acto 23 de la movilización, que incluye también acciones en Toulouse, Montpellier, Bordeaux, entre otras ciudades.
Por su parte, la Prefectura de Policía de París anunció la prohibición de protestas en la zona de la catedral de Notre Dame, por razones de seguridad luego del incendio que asoló el lunes ese emblemático templo católico.
El veto comprende un amplio perímetro: toda la isla de la Cité, donde se encuentra la iglesia, así como las zonas ubicadas cerca de las orillas del río Sena.