Noviembre 23, 2024

El fenómeno Bachelet como percepcion de liderazgo político ¿Al Banco Mundial?

 

Es frecuente escuchar que nuestra sociedad padece de una crisis de liderazgo. Pero ¿cuál es el tipo de liderazgo que se requiere en los tiempos actuales? No existe una respuesta clara a esta pregunta, tal vez porque la complejidad del mundo llamado posmoderno,  hace difícil definir un tipo de liderazgo que responda a su vez a los complejos desafíos y riesgos  que enfrenta. Por eso la respuesta hay que buscarla en ciertas manifestaciones de apoyo o rechazo a ciertas figuras o personajes de la vida pública que muestran condiciones, para algunos,  de cierto liderazgo. Hay quienes ven en el liderazgo de Trump, Bolsonaro o Piñera por un lado, o Maduro, Ortega o Morales por el otro condiciones de liderazgo necesarios para  enfrentar los desafíos complejos del mundo actual. Como vemos nada fácil definir un perfil común.

 

 

 

 

Pero tal vez ciertas señales venidas más del mundo global y , especialmente del lado financiero,  nos den pistas para avanzar a una precisión de condiciones que nos acerquen a  una definición de algunas características del tipo  liderazgo necesario hoy, aunque para nada ello nos lleve a afirmaciones  definitivas. 

 

 

 

El columnista del prestigiado medio británico “Financial Times” Kevin Gallagher declara en una publicación esta semana opinando sobre la sucesión en la presidencia Banco Mundial, luego de la renuncia de Jin Young Kin, que "Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y ex directora ejecutiva de ONU Mujeres, encajaría perfecto”. Esta opinión resulta sorprendente tratándose de un prestigioso académico de la Universidad de Boston y que  se desempeña actualmente como copresidente del grupo de trabajo T-20 Argentina sobre "Una arquitectura financiera internacional para la estabilidad y el desarrollo" para asesorar al G-20 y sus miembros sobre la infraestructura financiera y la política monetaria a nivel mundial. 

 

 

 

Lo sorprendente es que la ex presidenta se perciba como un aporte a la solución de la dificultades que enfrena el sistema global financiero y el ordenamiento de la economía mundial, en esta fase de desarrollo del sistema capitalista reconocida como neo-liberal. Queda claro que  no son  atributos en el manejo financiero lo que se releva. El Banco Mundial enfrenta una crisis que Gallagher califica como “crisis de legitimidad y relevancia de la entidad” señalando que los factores de  ella “ provienen de adentro y de afuera", enfatizando a continuación que "muchos en el banco se han ido en masa después de cuestionar las reformas organizativas y las cambiantes prioridades que dieron vuelta al banco y recortaron 500 empleos".

 

 

 

Parece claro que Bachelet es percibida como un recurso para resolver la crisis “proveniente de adentro”. Esto es, como una especie de buena Gerente de Recursos Humanos o de Gestión de Personas, como se dice hoy en el mundo de la empresa. No se puede entender de otra forma. El Banco Mundial es una  de las  instituciones lideres encargadas de llevar adelante los “Consensos de Washington” adoptados por las grandes economías del mundo en 1989  Estas iniciativas dieron pie al fortalecimiento de la era neoliberal del capitalismo a nivel global. Es difícil pensar que una líder socialista del tercer mundo, sea vista como la más indicada para gestionar las políticas neoliberales que hacen crisis en el mundo hoy.

 

 

 

Tal vez hay que buscar aquí las pistas para construir una mirada sobre el liderazgo que se requiere en el mundo moderno  o posmoderno. Los teóricos de las ciencias sociales más recientemente, han estado profundizando sobre la peculiaridad de que las estructuras sociales llevan una especie de doble vida, como señala el sociólogo francés  Pierre Bourdieu. Por una parte, en una “objetividad del primer orden”, constituida  por la distribución de recursos materiales, y medios de apropiación de bienes  y valores materiales socialmente  escasos, como así también en una “objetivas del segundo orden”, bajo las formas de esquemas mentales y corporales que funcionan a manera de patrones simbólicos para la actividades prácticas, esto es en el plano de las  conductas, pensamientos, sentimientos y juicios de los agentes sociales .

 

 

 

Esta manera de entender la ciencia social como  una ciencia bidimensional, permite dibujar rasgos de un liderazgo ajustado a  los tiempos que vivimos. Un líder requiere hoy articular estos dos órdenes de manera clara, perceptible y efectiva. Darse cuenta que son dos formas de pensamiento y actitudes prácticas distintas. La “objetivad de primer orden” requiere desarrollar  buenas formas de pensamiento calculador, racional y técnico.. En tanto que la “objetivad de segundo orden” requiere desarrollar habilidades de pensamiento reflexivo, orientado al sentido y el significado de la acción, junto con claridad de los valores humanos que se preservan en ella. Todo esto,  sin descuidar un rasgo esencial en el liderazgo que se requiere en un mundo complejo, como lo es la constante generación de espacios relacionales que amplíen la comprensión entre los agentes sociales involucrados en una acción.

 

 

 

Es mi parecer que los líderes en su mayoría hoy  no logran articular estas lógicas de la acción, lo instrumental y lo valórico y del sentido. . Predomina un liderazgo instrumental de articulación de medios a fines basado solo en la eficiencia técnica y el éxito personal. Quizás si algo de esta capacidad de articulación percibió el columnista de “Financial Times” en Michelle Bachelet,  para pensar en ella  como potencial Presidenta del  Banco Mundial. Como quiera que sea, es un mérito para Chile contar con una líder con  imagen de liderazgo político internacional. .

 

 

 

Jorge Leiva  Cabanillas

 

      Psicólogo Ph.D.

 

 

 

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *