El político de extrema derecha Jair Bolsonaro, quien ganó las elecciones de octubre con más de 55 por ciento de los votos, jura hoy como el 38 presidente elegido democráticamente en Brasil. Defensor de la dictadura militar, el excapitán de Ejército, de 63 años, se conoce más por sus cuestionamientos y declaraciones racistas y homófobos que por sus proyectos durante 27 años como diputado.
Bolsonaro es el tercer presidente electo por voto directo procedente de las Fuerzas Armadas. El primero fue Hermes da Fonseca, en 1910, teniendo dos militares entre sus siete ministros, y Eurico Gaspar Dutra, que en 1946, colocó a cuatro entre sus 10 titulares.
En su gestión, no solo nombró un número significativo de militares (siete), sino también para casi todas las plazas vinculadas a la infraestructura, lo que también ocurrió durante el régimen castrense.
Más allá de la agenda ultraconservadora del próximo Ejecutivo, que debe avanzar próximamente, impulsada por el voto del gobernante electo y una sólida bancada de parlamentarios elegida por su partido, el Social Liberal (PSL), preocupa también la adulación a Estados Unidos y a su presidente Donald Trump.
Teniendo en cuenta su desmedida atracción por el gobernante norteamericano muchos analistas coinciden en expresar: 'Bolsonaro no tiene un proyecto para su país, pero si un patrón: Donald Trump'.
Luego de su victoria en las urnas, influyentes periódicos en el mundo destacaron las comparaciones del exmilitar con el ocupante de la Casa Blanca.
'Bolsonaro hizo una campaña en el estilo Trump, que hizo uso pesado de los medios sociales y prometió renegociar los acuerdos de intercambio de informaciones, poner la economía antes de la preservación del medio ambiente y dar un fuerte impulso a la lucha contra el crimen', publicó en la ocasión el diario estadounidense Washington Post.
Amplificó que 'él demonizó a los opositores y polarizó a la nación con su historia de rebajar a mujeres, gays y minorías'.
El canal estadounidense CNN también asoció la figura del exmilitar a la del mandatario norteamericano, llamándolo 'Trump de Brasil'.
Apuntó que la 'victoria de Jair Bolsonaro sobre Fernando Haddad, un exalcalde de izquierda de Sao Pablo, encierra una de las campañas políticas más polarizadoras y violentas de la historia de Brasil. La recesión prolongada, la creciente inseguridad y un macizo escándalo de corrupción que sacudió a las instituciones políticas y financieras estaban entre las muchas cuestiones consideradas por los votantes'.
La comparación entre ambos resulta recurrente y el propio Bolsonaro comentó que tuvo comunicación con Trump a principios de la noche del 28 de octubre para felicitarlo por la 'elección histórica'.
El diario New York Times publicó que elegir un populista estridente como presidente, es el 'cambio político más radical del país desde que la democracia fue restaurada hace más de 30 años'.
Bolsonaro exaltó el régimen militar, defendió la tortura y amenazó con destruir, arrestar o exiliar a sus oponentes políticos. 'Él conquistó un profundo resentimiento en el status quo en Brasil-un país asolado por el aumento del crimen y dos años de turbulencia política y económica- y se presentó como la alternativa', arguyó la publicación.
La revista The Economist alertó que 'los brasileños hicieron una pésima elección' y censuró a Bolsonaro por apoyar a dictadores y el uso de armas, incitar a la policía a matar a sospechosos, por amenazar con prohibir oponentes y disminuir a las mujeres, a los negros y los gays.
A inicios de septiembre, el otrora abanderado del PSL recibió una puñalada en el abdomen durante un mitin y se presenta ahora como un gobernante de mano dura capaz de restablecer un país corroído por los escándalos de corrupción, la violencia y la crisis económica.
Jair Messías Bolsonaro nació en 1955 en Campinas, cerca del estado de Sao Paulo, en una familia de origen italiano. Este martes recibirá la banda presidencial de manos de Michel Temer.