Todas aquellas promesas de salarios dignos para hacer bajar algunos peldaños a la extrema pobreza no suceden ni tampoco será posible.
Chile seguirá siendo un país pobre y subdesarrollado donde la repartición de los beneficios se concentra en algunos grupos económicos, en el Chile de seis manzanas como dijera alguno. De la marginalidad no se sale con los trabajos informales que son miles y miles, ni menos con contratos por horas y precariedad laboral extrema.
Del parlamento salió santificado un salario mínimo que se constituye en una agresión para los trabajadores. Un insulto para esos de las más de ocho horas diarias que deben defenderse solos, abandonados por una CUT precaria y entreguista, rendida y entregada al empresariado. Algunos progresistas en el parlamento y sin antecedente alguno sosteniendo que mucho salario hace peligrar a la economía.
Fracasó una de sus reformas populistas más difundidas en su campaña. Los niños del SENAME siguen abandonados en los mismos lugares y hogares.
Todos en una foto con Piñera. Boric y algunos otros del FA para sostener que “los niños primero”. Si es verdad, los niños serán siempre lo primero por eso que el gobierno popular había medio litro de leche. Pero en la marginalidad y pobreza están las condiciones para que miles deban abandonar sus hogares consecuencia de la miseria y todas las consecuencias que anidan y se extienden de forma permanente.
La pobreza infantil no es una lacra de esas que cuentan sobre Egipto en el tiempo de los faraones. Es el sistema capitalista que no solo los hunde en la marginalidad sino que también son mano de obra barata para el modelo neoliberal. Millones de niños están convertidos son esclavos en todo el mundo, y América Latina también aporta a esa dolorosa cifra. Chile tampoco está excluido.
En Chile se nace pobre y se llegará a viejo miserable.
La ruidosa publicidad de una gran reforma a las pensiones duró la nada misma. Todo apuntó a que los grandes sostenedores de la AFP recibirán aún más recursos frescos de los que por años vienen engullendo. Cada día que llega a la tarde cientos de pensionados se suman a los del día anterior con sus pensiones miserables.
El aumento de la cesantía, el cierre de grandes durante el año 2018, las empresas que dejan en la calle/cesantes a miles de trabajadores a los que les llegan los tiempos peores. El populismo, las ofertas en época de elecciones finalmente les pasan la cuenta a Piñera. Las mentiras tienen las patas cortas y las cifras confirman que el esperado rumbo al bienestar a los miles de empleo se ha detenido para dar paso a lo informal y la prolongación de la pauperización del mundo laboral.
La extrema derecha y el mundo evangélico al que se le prometió para conseguir sus votos, detener todas las leyes que otorguen más derechos a las mujeres como en el caso de la despenalización en la tres causales muestran a un Piñera sometido al fundamentalismo religioso evangélico .
No es la izquierda la que lleva al infierno prometiendo el cielo. Aún no logra entender Piñera que el Muro de Berlín cayó, y que la URSS ahora se llama Rusia. Chile país con destino incierto con presidente precario y sin luces.
Una mirada simple a la historia deja constancia que ha sido justamente la izquierda en Chile quien más proyectos de ley ha presentado en toda la historia parlamentaria de la república. La derecha depredadora, el sector que representa y milita Piñera y sus ministros, siempre ha sido un bloque que de forma sistemática se ha opuesto a legislar en beneficio de las grandes mayorías.
Un país es más democrático mientras más derechos tengan los ciudadanos. Piñera no logra entenderlo, es por eso que lo incierto será una compañía por los tiempos que resten. La calle habla fuerte sencillamente porque nadie puede vivir teniendo un contrato de trabajo que dure ocho horas como en Valparaíso. Chile, es un país donde sus puertos son propiedad privada y el mar pertenece a siete familias. Así es Chile, así lo administra Piñera y el pinochetismo que espera en el confesionario.
Casi un año de piñerismo con el pinochetismo llevando de la mano al presidente, confirma que este periodo será uno más de los que llegaron ufanos en 1990 sin hacer absolutamente nada fuera de administrar el modelo.
El pinochetismo existe y para ello están esos que han logrado separar lo indivisible de la herencia de la dictadura, como lo es la parlamentaria Camila Flores y buscando alguna explicación para tamaño sortilegio suponemos que tiene que haber leído el Libro Blanco y los escritos del tirano que los copió integro de un profesor militar mexicano.
Piñera miente, miente el ministro del interior, mienten los carabineros, roban y mienten desde el ejército, roban los evangélicos, suma y sigue.
En los tribunales lentamente avanzan las investigaciones de como llegaban los dineros de los grupos económicos a los diputados y senadores que mendicantes imploraban el raspado de la olla. Algunos ya están condenados por cohecho y fraude, y para otros el manto del silencio los ayuda para las memorias intencionalmente frágiles.
En Temucuicui fue el asesinato de un comunero mapuche bajo el gobierno de Piñera y los que dispararon fueron los del GOPE, que no se olvide.