Gravísimas consecuencias para los apicultores chilenos tiene el fallo del tribunal de justicia de
Ese país europeo recibe el 74,3% de las exportaciones chilenas de miel, seguido por Francia (13,1%), Luxemburgo y Bélgica (ver tabla adjunta, ODEPA*), y ya ha habido rechazos de embarques. Un análisis realizado a 20 tambores de miel chilenos reveló que todos contenían polen transgénico, según informó Juan Pablo Molina (de JPM Exportaciones) en un encuentro gremial realizada el pasado 2 de septiembre en Talagante. En Chile, los apicultores ignoran la ubicación de los cultivos de semilleros transgénicos responsables del daño a su producción de miel y derivados. La política oficial es promover la coexistencia entre semilleros transgénicos y cultivos convencionales u orgánicos, lesionando como queda una vez más demostrado, los intereses de los productores apícolas, convencionales y orgánicos. Según ODEPA, las exportaciones totales de miel del país durante 2010 totalizaron 8.601 toneladas, avaluadas en US$ 28,9 millones.
La sentencia europea responde a la demanda presentada el año 2005 por el apicultor Karl Bablok contra el estado de Baviera, Alemania, dueño de plantaciones de maíz Mon818 (de Monsanto) previas a la prohibición de estos cultivos por el Estado alemán, en 2009. Según ese tribunal, la contaminación del polen con ADN y toxinas bt de maíz Mon 818 constituye una modificación sustancial de la miel. La corte falló así contra Monsanto, que se hizo parte de la demanda argumentando lo contrario. Se detectó la presencia de ADN de maíz Mon818 y de proteínas transgénicas (toxina Bt) en el polen de maíz de colmenas situadas a
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La contaminación que afecta a los apicultores chilenos proviene de los cultivos de semillas transgénicas de exportación –la mayoría maíz y raps- cuya ubicación permanece secreta pese a una demanda entablada por RAPAL en 2009 y acogida por el Consejo de Transparencia pero que