Se puede afirmar que en Chile no existe una figura destacada en el campo de la estrategia militar, que se desprenda del linaje criollo. Del pueblo mapuche no se puede decir lo mismo: los únicos estrategas de peso histórico, nacidos y criados en el suelo de este extremo Este y Sur de América, son aquellos que han liderado las luchas militares de este pueblo.
Leftraro (Lautaro) es puesto en el podio de los máximos estrategas, capaces de enfrentar con éxito a un enemigo real, tecnológica y económicamente poderoso. Hoy es materia de estudio en importantes academias militares del mundo e inspiró a los mismos próceres independentistas americanos del 1800, dando el nombre a la Logia Lautaro, como rama de la Logia Gran Revolución Americana, fundada por Francisco de Miranda, en Londres, 1798. Y claro, no podemos dejar de mencionar que inspiró también al MJL (Movimiento Juvenil Lautaro) que enfrentó tareas de carácter militar en contra de la dictadura pinochetista y que fuera desarticulado tras la traición de círculos cercanos, comandados por Marcelo Shilling (PS) durante el gobierno de Patricio Aylwin.
Sugiero que partamos por el silabario popular: “tiene que saber con qué chichita se está curando”.
Cuidado señor presidente y cuidado toda su comparsa, porque lo que ustedes piensan que es su juego ganador, puede terminar en un gran desastre.
Lo que les diré, será porque como chileno bien nacido, considero un deber advertirlos de que están a punto de conducir a la Patria hacia un laberinto del que no saldrán bien parados.
La economía nacional es más que un par de familias demasiado interesadas en que el mapuche desaparezca del mapa genético de la humanidad. Y una economía sana, necesita de una sociedad colaborativa. Necesita paz y un proyecto unitario que dé señas de solidez y confianza. Tal vez unos cuantos políticos corruptos, algunos mandos de la superestructura estatal y las mafias de siempre, que se asocian ante expectativas de negocios sin escrúpulos, le avivarán la cueca, porque seguramente encontrarán en la militarización, un buen escenario para su inmoralidad; serán los únicos que aplaudirán un desastre.
ADVERTENCIA: “los cuidados del sacristán, pueden matar al cura”
Lo que a continuación digo, no nace de ninguna información privilegiada. Sólo es sentido común, que aunque es común, curiosamente se ha vuelto escaso.
¿Ustedes creen que el descaro de provocar a las comunidades con un hostigamiento militar permanente, se transformará en el levantamiento de focos de guerrilla campesina que justifiquen una agresión profunda y definitiva? ¿Ustedes creen que los mapuche son un pueblo de tarados, que no mide las consecuencias de sus actos y que desconoce que las circunstancias de hoy no son las del 1500 ni es la “pacificación de la Araucanía” del 1800? No señor presidente y toda su comparsa…las taras eligen vivir almidonadas en cuellos y corbatas; en el lujo y en la mesa bien servida donde engorda el ojo embriagado de ese poder que todos sabemos cómo creció.
Esto no es una infidencia. Vuelve a ser sentido común. ¿Ustedes no se dan cuenta por dónde responderán estos estrategas históricos? ¿Los únicos estrategas históricos de este lado del Sur?
La tiro con efecto:
los pobladores de Chile, los empresarios, las mujeres, los ancianos, los estudiantes, los trabajadores, el futuro todo, se arrepentirá de haberles confiado el país, a usted y a sus amigos carentes de ideas de Estado, que duermen y despiertan entre la prepotencia y el engaño, con que históricamente han saqueado al país, al continente y al mundo, como expresión chilena con denominación de origen, del mismo poder patológico internacional, que nunca ha podido separar su capacidad de producción económica del desastre, del terror, de la muerte y la desesperanza creciente; incapaz de conducir procesos de real desarrollo, porque vuestros egoísmos y avaricias ven en los otros, sólo males necesarios para incrementar sus riquezas, despreciándolos profundamente.
Intento un tiro más directo:
Los grandes centros urbanos perderán por mucho tiempo su tranquilidad ¿se entiende? En jerga popular: su Comando Jungla o como le quieran llamar, quedará peinando melones, atacando –ante los ojos de la comunidad internacional- poblaciones de niños, mujeres y ancianos indefensos, porque para eso son buenos sus maestros de la selva colombiana. Pero Santiago de Chile, Concepción, Temuco, Valparaíso, etc. serán las selvas en donde el toqui lucirá su hacha de mando; serán acciones con objetivos altamente específicos, precisos, con optimización de recursos y daño certero; políticos, empresarios, militares de alto rango, sabotajes de alto impacto, miembros del poder judicial, etc. Las luchas insurgentes y la luchas étnicas, inaugurarán en América una nueva era y es posible que estén haciendo todo lo necesario para que sea Chile quien de la pauta en el siglo XXI.
Los mapuche lo saben y ustedes también lo deberían saber: la solución del conflicto es política y en este escenario, el pueblo mapuche ganará. ¡Pero cuidado!: El tentador camino para el Estado, de empujar hacia la militarización, será una derrota también, porque sólo se puede ganar contra algo que existe y los mapuche no se enfrentarán como ustedes creen. Los mapuche serán fantasmas en las ciudades, en sus jardines…estarán en sus sueños y en sus cocinas. Estarán detrás de la cortina del baño, en la cochera, en su copa de vino, pero no armarán pelotones de pelotudos, porque están lejos, muy lejos de serlo.
Si ustedes no paran, el pueblo guerrero iniciará un nuevo camino: combinará el parlamento y la acción política con el espíritu de Leftraro, que se empieza a hacer presente para volver a demostrar que en estrategia y táctica, el mapuche no andará con chicas. El Ejército y Carabineros, no hará más que quedar como lo que siempre ha sido en estas circunstancias: un contingente a sueldo para la masacre del indefenso: un papelón que esta vez, se debe y se puede evitar, porque cualquiera de sus victorias sólo será un oasis en el camino del fracaso.
La imaginación se las dejo libre. Cumplo con mi deber patriótico de advertirles: Si el Estado de Chile y su “clase política” no tiene la visión de reconocer que los mapuche ya ganaron; que sólo les resta el movimiento de un caballo y un alfil, sólo harán más grande su derrota. Pero vista con inteligencia, aun así, puede ser una victoria también. Puede ser una posibilidad política. Puede ser la única real victoria, que concluya con cierto honor el fracaso colonialista del 1800 y sus 200 años posteriores. Sólo tienen que tomar el objetivo pendiente de construir el Estado necesario y dejar atrás la ineptitud de una administración política manipulada por la pequeñez, que terminará por ser sepultada de cualquier manera, porque Chile no puede elevarse hacia el desarrollo, sobre la base de la miseria humana que se arrastra desde viejas traiciones.
Chiloé, noviembre de 2018