La parlamentaria Pamela Jiles fue condenada por la Comisión de Etica de la Cámara de Diputados por haber defendido a las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos cometidas por los agentes del Estado durante la dictadura militar.
Trece fueron los diputados que consideraron insultantes las palabras lanzadas al UDI/URRUTIA. Los dichos de Pamela Jiles constituyen una ofensa para la dignidad de aquel oscuro personaje que durante toda su permanencia en el parlamento y en incontables ocasiones se ha dedicado a insultar a los que él considera sus enemigos. En eso coincidieron los que votaron su condena.
Debe saber el UDI/URRUTIA que muchos también lo consideramos un enemigo.
No asombra que el UDI/URRUTIA vocifere gritos e insultos acusando de cobarde a Salvador Allende por haberse suicidado. Agrediendo a los ex presos políticos y los familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados que reciben “bonos” y “aguinaldos” por ser unos terroristas. La UDI siempre ha defendido a los militares porque los salvan cuando están en peligro y los financia al ser estas piezas de mercado en liquidación permanente.
Los agredidos, asesinados, desaparecidos y violentados hemos recorrido un largo camino para que se haga justicia, nada más pero tampoco nada menos. Todo Chile conoce la verdad, los asesinos fueron las Fuerzas Armadas y un rol protagónico civiles que alentaron para que ese enorme delito contra la patria se consumara.
Tantos confabulados, tantos concertados, desde Onofre Jarpa hasta Eduardo Frei, la CIA, sectores de la iglesia, la embajada de los Estados Unidos. Es que fueron muchos, si hasta los alemanes de Colonia Dignidad se alinearon para cobijar a los militares y convertir sus propiedades en centros de tortura.
Vlado Milocevic/Renato Garín/ miembros del Colectivo Frente Amplio y otros parlamentarios, votaron y condenaron a Pamela Giles quien tuvo la valentía de encarar a uno de esos cómplices pasivos que existen de cuerpo entero, esos que defendieron a Manuel Contreras, que piden la libertad de Alvaro Corvalán y que gritan que Krassnoff Marchenko es un buen hombre injustamente encarcelado.
Es la UDI quien manifiesta que los de Punta Peuco son los grandes olvidados de la democracia, los héroes olvidados de esas batallas contra mujeres embarazadas que encabezaron los militares y aceptada por la concertación/nueva mayoría y otros que andan vistiendo de ropajes democráticos. Diputados y senadores son asiduos visitantes y sus voceros para pedir clemencia para sus asesinos.
No es grave ser joven (Vlado/Renato/FA), por no haber estado en esos tiempos previos a la victoria de la Unidad Popular y lo que sucedió después del golpe militar. Miles no habían nacido pero conocen los crímenes cometidos por la Gestapo y los SS en la Alemania Nazi entre 1940-1945. No es aceptable pedir el contexto para entender lo sucedido.
Los familiares de las víctimas han recorrido la patria entera buscando algún detalle, alguna información de sus seres queridos, han recorrido el desierto para buscar alguna huella que le ilumine los ojos tristes a los que le condenaron los militares.
El voto de condena contra Pamela Jiles y que salva al UDI/URRUTIA los coloca en esa precaria esquina de la falta de conocimiento o vivir con lo precario de él. Eso, porque la memoria de los nuestros no pide piedad ni quiere reconciliarse, lo que busca es la verdad.
Los nuestros, Miguel, el chico Pérez, Lumi, Catalán Febrero y esos que nos hacen falta, han sido abandonados y traicionados por los compañeros socialistas de Lorca, de Ponce. El listado de cómplices y conversos entre esos concertacionistas/nuevamayoría quedan reflejados en su defensa de los asesinos y de eso tampoco se salva el FA o algunos de esos nuevos castos, puros, impecables y talibanes.
Vlado/Garin y otros, no tienen porqué conocer cada historia triste con la que caminan miles y miles que los conocieron. Tampoco es grave si en la memoria de estos frenteamplistas no están los días de dolor, abandono, asustados calendarios. Allá Vlado/Garín y esos, si quieren en algún momento de su ocio atisbar alguna esquina el Chile oscuro y pobre para instalar un modelo que persiste y se mantiene hasta los tiempos actuales; tener que soportar una Constitución que su cuestionada legitimidad dicta los pasos de un país subdesarrollado al que se le ha mentido y robado tantas veces.
Dar el apoyo a la UDI/URRUTIA los coloca en el otro lado de la calle, allí donde la derecha lo mejor que hace es matar. Es bueno que conozcan que en ese lugar ha habido parlamentarios que siendo militares asesinaron a chilenos indefensos, otros que no dudaron en presentarse en los cuarteles para entregar los nombres de sus compañeros de universidad. Largo es el historial de la infamia que han escrito y que algunos frenteamplistas escribieron apoyando a UDI/URRUTIA.
Pamela Jiles tiene la razón.
A la derecha criminal UDI/URRUTIA y a cualquiera que sea, siempre será tiempo y hora para enfrentarlos, denunciarlos, eso hace que nuestros camaradas no sigan abandonados, porque eso hacen los frenteamplistas y los otros.