La perspicacia, esa facultad humana para percatarse de las cosas, conduce a corroborar que Estados Unidos y sus aliados occidentales y en la región, son los verdaderos culpables de la escalada de tensiones contra Siria.
El cerco militar, acompañado de una desinformación mediática pocas veces vistas por su magnitutd, está activado al menos desde las siete bases estadounidenses situadas en Turquía, Omán, Kuwait, Arabia Saudita, Bahrein, Qatar y Emiratos Arabes Unidos.
Pero hay más, desde la isla griega de Creta y en Jordania, los comandos de operaciones- aparentemente sin contar con la logística de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN)- están listos para actuar.
La coordinación al respecto para un inminente ataque, desmentido desde Washington por el momento, está a cargo del Comando Central Avanzado en Jordania y vincula, con preponderancia de decisiones estadounidenses, a más de 40 naciones.
En la avanzada operativa está el grupo de combate de EE.UU., Francia y el Reino Unido equipado con aviones estratégicos y tácticos desplegados en Jordania, Kuwait y Creta y cuenta con cerca de 70 portadores de misiles de crucero, dos destructores estadounidenses Ross y Carney con 28 misiles Tomahawk a bordo cada uno.
Tales datos fueron expuestos la víspera con claridad por la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
Ella añadió que 'la situación actual sugiere que Occidente no está satisfecho con el curso previsto por la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el arreglo del conflicto en Siria e intenta cambiar el desarrollo de los acontecimientos acorde a los planes de Washington y sus aliados'.
Tanto desde Moscú como en Damasco, las denuncias al respecto son insistentes, actualizadas con fuentes de inteligencia, colaboradores anónimos en las redes sociales y las múltiples gestiones diplomáticas al respecto para evitar que de hecho, esta 'guerra Fría' pueda convertirse en una caliente de imprevisibles consecuencias.
En ese sentido, los pretextos vuelven a regodearse en la preparación de una provocación de ataque químico en una región de la provincia siria de Idleb para culpar al Ejército sirio de la presunta acción.
Los poderosos medios de comunicación occidentales y de la región, en particular, aumentan el barraje tergiversador y mediático, satanizan al Gobierno sirio e intentan 'salvar' de una u otra forma, a los grupos terroristas que encabeza el otrora Frente Al Nusra en Idleb, el único 'bastión organizado' que mantienen en esta nación del Levante.
No hay casualidad, la escalada tiene lugar cuando el Ejército sirio y sus aliados legalmente establecidos en el país, acorralan a los extremistas y tratan de abrir un camino donde la oscuridad del espanto se sustituya por luces de esperanza para la paz.