El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó este lunes de chiflada, viciosa y sin inteligencia a Omarosa Manigault, una de sus asesoras hasta diciembre pasado, como respuesta a comentarios de la mujer en su contra.
'Me suplicó un trabajo, con lágrimas en los ojos, y dije OK. La gente en la Casa Blanca la odiaba', manifestó el mandatario republicano en su cuenta personal de la red social Twitter.
Según el gobernante, rara vez vería a la exdirectora de comunicaciones de la Oficina de Enlace Público de la mansión ejecutiva desde enero de 2017 hasta su despido, pero escuchó, agregó, cosas realmente malas.
'Cuando el general Kelly (John, jefe de Gabinete) llegó a bordo me dijo que era una perdedora y nada más que problemas. Le dije que tratara de resolverlo, pues solo hablaba grandes cosas sobre mí, hasta que la despidieron', apuntó Trump.
Sostuvo que 'no es presidencial' enfrentar a alguien de mala reputación como Manigault, pero, consideró, resulta 'una forma de comunicación moderna y los medios de noticias falsas trabajarán horas extras para hacer que ella parezca legítima como sea posible'.
A juicio de Manigault, el mandatario carece de la capacidad mental para ocupar su cargo, y desconoce lo que está pasando en la mansión ejecutiva.
Entrevistada en un programa de la cadena televisiva NBC, señaló que Kelly dirige la residencia, y a Trump lo están engañando, lo cual, añadió, resulta muy peligroso para el país. La exasesora promueve el libro de su autoría Desquiciado, que está previsto para publicarse esta semana y en el cual cuestiona el estado mental del presidente y lo retrata como incapaz de controlar sus impulsos.
Reportes de prensa también divulgaron que Manigault grabó en secreto varias conversaciones suyas con Trump, a quien acusa de racista y misógino.
De acuerdo con la compañía norteamericana de comercio electrónico Amazon, Desquiciado es un relato explosivo y sorprendente de la relación de la mujer y el político, que comenzó en 2004 cuando ella participó en el programa televisivo El Aprendiz, conducido por el magnate.
Para Sarah Sanders, secretaria de prensa de la Presidencia norteamericana, Manigault optó por no contar la verdad en el mencionado volumen.
Este libro está plagado de mentiras y falsas acusaciones, recalcó la vocera el viernes pasado, y sostuvo que le parece triste que los medios de prensa se tomen en serio a una disgustada exempleada de la Casa Blanca en busca de sacar provecho con ataques inciertos.