El nombramiento de Mauricio Rojas en el ministerio de las Culturas y las Artes ha desató un vendaval desde organizaciones de derechos humanos, sociales, académicos y la oposición que no da tregua. Tales fueron durante este fin de semana las presiones y la indignación ciudadana que Rojas presentó este lunes su renuncia. La dimisión la presentó en horas previas a una manifestación que se realizaría frente a las puertas del Ministerio en el Paseo Ahumada.
Rojas, escritor, exmarxista converso y ghostwritter de los discursos de piñera hasta la semana pasada, no sólo se declara un liberal extremo, sino se mueve en el filo del negacionismo, postura que quedó registrada el 2016 en una entrevista a cnn junto a su amigo también converso Roberto ampuero. En aquella oportunidad, rojas calificó al museo de la memoria como un montaje, expresión que no solamente se interpreta como un montaje, una instalación de artes visuales, sino un montaje, una ficción respecto a la memoria chilena.
La manifestación de este lunes estaba convocada por unas 40 organizaciones sociales, agrupaciones de Derechos Humanos, creadores, artistas y personas que se sienten humilladas por las descalificatorias afirmaciones sobre el Museo de la Memoria. El objetivo era la dimisión de Rojas.
El nombramiento de Rojas sucedió pocos días más tarde del fallo de la Sala Penal de la Corte Suprema que otorgó libertad condicional a siete militares condenados por crímenes de lesa humanidad. Una sentencia que ha tocado la memoria de las víctimas y sus familiares y que ha creado las condiciones para una acusación constitucional de parte de la oposición política.
Rojas, en una entrevista aparecida este domingo en La Tercera, intentó sin éxito justificar y minimizar sus declaraciones en cuanto se trata de afirmaciones antiguas. Su pensamiento actual, dijo, ha cambiado. Y lo mismo escribió en twitter. "Una entrevista antigua que no refleja mi pensamiento actual". Era, sin embargo, una explicación sin fundamento. Como escritor, Rojas publicó en coautoría con Roberto Ampuero el libro diálogo de conversos –texto elogiado por el Premio Nobel y actista de derecha Mario Vargas Llosa- en el cual sostiene, de forma bastante más extendida, las afirmaciones vertidas en la entrevista de la CNN.
incluso el rector de la UDP y columnista de El Mercurio Carlos Peña criticó con dureza a Rojas. En un artículo publicado este domingo, el influyente abogado dijo que la "calificación del Museo como un "montaje", un "uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional", la formuló en un libro ("Diálogo de conversos"), cuyo contenido, es de suponer, fue meditado. No es verdad entonces que se trate de un antigua entrevista".
Ante ello, Peña fue enfático. "El ministro oculta que la explicación de una conducta pertenece al plano de la facticidad; la justificación, al de la moralidad. Y que el propósito del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos -vale la pena insistir- no es historiográfico, sino moral. Para demostrar a sus aliados la sinceridad de su conversión, el ministro no debió incurrir en esas demasías. Y como cada uno está preso de lo que fue o lo que hizo, ahora debe afrontar las consecuencias y no intentar eludirlas mediante un tuit".
En estos momentos, el presidente Piñera ya aceptó la renuncia de Rojas y prepara una declaración al respecto