Mauricio Rojas, nuevo Ministro de Las Culturas, y Roberto Ampuero, ex Ministro de Cultura y ahora Canciller, podrán dialogar en el gabinete de Piñera. Uno ex comunista (luego ex mapu, cuando el mapu era comunista) y el otro ex mir. Adornan el gabinete acompañando a extremistas de derecha como Chadwick, los dos Larraín, el Ministro de Economía y la nueva Ministra de Educación, cómplices pasivos de Pinochet.
La hegemonía en el gabinete, en el gobierno y en la coalición que lo sostiene, es claramente derechista, con visos fascistas. Rojas y Ampuero están para la decoración y son ahijados de Piñera.
Los dos ejercen sobre Piñera una extraña seducción, quizás por haber sido “extremistas de izquierda”, haber escrito libros (muy relevante en alguien que poco lee) y hablar de corrido. Se sabe que Rojas (tal vez crea Piñera que es hijo de Manuel Rojas,“Hijo de Ladrón”) escribe los discursos del Presidente, de esos que éste se sale a menudo para no hacer concordar predicados con sujetos, confundir los meses con los años y atosigar con la reiteración innecesaria del “también” (“y también”).
Rojas también escribe y sigue el camino de Ampuero pero es más explícito incluso:
“El liberalismo, dice Rojas, es una doctrina (!) hecha para el ser humano tal y como es, para mejorar su vida, pero no para cambiarlo. Lo único que crea la felicidad, el bienestar y la seguridad es el esfuerzo cotidiano de cada ser humano”.
Seguramente esta doctrina (!) liberal de Rojas, ahistórica para él, tuvo una alta relevancia para “los seres humanos” por siglos esclavos, siervos de la gleba y proletarios. ¡Gran intelectual para una derecha chilena cuyos más grandes intelectuales han sido Sady Zañartu, Arturo Aldunate P. y ahora Roberto Ampuero (que ha eclipsado a Jorge Edwards!
Se dice que el señor Rojas formó parte del gobierno del Presidente Allende. Los ignorantes deben saber que el MIR no tuvo nunca participación en el gobierno del Presidente Allende, salvo en el GAP del primer año (¿estuvo allí Rojas?).
El político Rojas se asiló en 1974 en Suecia, país que se destacó por abrir sus puertas al exilio político chileno, y allí (cosa rara para un exiliado antipinochetista) militó en el Partido Liberal (pequeño partido de derecha con posiciones ideológicas y políticas absolutamente contradictorias con las del MIR).
En Suecia, país pionero del Estado de Bienestar, Rojas fue, desde los 24 años, contrario a Olof Palme y crítico “intelectual” del Estado de Bienestar, cercano al Partido Conservador sueco, y lejano del Partido Liberal Popular, de centro, y de la Social democracia de Palme.
Más, siendo un inmigrante político en Suecia, fue contrario a la inmigración en ese país, tesis en que le fue evidentemente mal al interior de la democracia sueca.
Suecia es el país europeo de más alta inmigración y, especialmente más alta inmigración chilena. Tiene un 15% de inmigrantes en su población, más del doble que Chile.
Y en las últimas elecciones suecas los ganadores fueron los social demócratas del Primer Ministro obrero Stefan Lofner, en alianza con la Izquierda-comunista y Los Verdes. Estos comunistas suecos militan en el “Vansterpartiet Kommunisterna” y en el bloque Roji-Verde de centro-izquierda.
Se topa en el gabinete con Ampuero, siendo un militante de derecha muy anterior al Canciller, que lo es sólo desde los años 90.
Su biografía indica que su madre, socialista, nunca entendió el cambio tan radical de Rojas. Yo, tampoco.
Rojas hace clases de liberalismo en la Universidad del Desarrollo (Grupo Penta, Büchi y otros “liberales”).
Ampuero y Rojas son dos pájaros raros. Del marxismo leninismo, del guerrillerismo, a un gabinete de extrema derecha.
Son los dos únicos ex comunistas que se han renovado o que son conversos sino los dos únicos que integran un gabinete de derecha en la historia de Chile.
Son raros.