Noviembre 23, 2024

La telenovela de los “cuadernos” K

Actores: políticos, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Roberto Barata, Julio de Vido, Daniel Muñoz, (secretario de Néstor Kirchner fallecido  2016 ), Oscar Centeno, (chofer).

Periodistas: Diego Cabot y ayudantes

Medios de Prensa: La Nación

 

Empresarios: Carlos Wagner, Javier Sánchez, Armando Losòn, Gerardo Ferreira, Juan Goicochea, Oscar Tomás, Carlos Mundin

Juez    Claudio Bonadilo                           

Escenarios: la Quinta de Olivos, Calle Juncal con Uruguay, casa de la familia K

Ex jueces: Norberto Oyarbide, y Mario Fernández

Monto de operaciones: 200 millones de dólares (¿más?)

Actores secundarios: dos de las mujeres de Centeno

 

Capítulo I: ¿Qué vio y escuchó el chofer? ¿El Chofer tenía quien lo leyera? Escribió los “cuadernos” o lo hizo por el  un agente de la C.I.A.? ¿Sería su autor “el escritor oculto” de  Mauricio Macri? ¿La historia de los “cuadernos” pudo ser encargada por el gobierno norteamericano actual, en la guerra comercial con China? ¿Podría ser una vulgar crónica de la codicia que se ubica en el ADN de los personajes de esta telenovela? ¿Por qué no encontramos mencionados en los “cuadernos” al Papa Francisco  o alguno de los clérigos argentinos? (Digámoslo claro, donde plata y política hay curas).(Falta Maradona, sin el nada existe en  Argentina)

La historia de los millones de dólares ocultos en un colegio de monjas pasó a convertirse en un cuento para niños, pues lo que viene ahora es mucho más interesante y tiene objetivos políticos fundamentales para el destino de Macri y Fernández: el primero puede terminar en estrepitosa huida en helicóptero y, la segunda, entre los barrotes.

El chofer de esta tragicomedia, antes de convertirse en personaje famoso, era suboficial de ejército y, luego, taxista. Aún es un misterio cómo entró a trabajar al servicio de Roberto Barata, quien era asistente de Julio de Vido y, a su vez, hombre de confianza del matrimonio Kirchner.

En el primer “cuaderno” Gloria, (como los cuadernos Torres en Chile), el chofer escribió el número de kilómetros recorridos, que equivalía a su paga, los viajes a la panadería y heladería de Barata por encargos para la familia K. Las páginas posteriores se fueron haciendo  más complejas, pues ya se hablaba del traslado de maletas que contenían, cada una de ellas, un millón doscientos mil dólares.

Los periodistas “detectives”, (al estilo J. Maigret), formulan preguntas bastante ingenuas, por ejemplo, ¿cómo el chofer iba a tener tiempo para contar billete a billete, del contenido de cada maleta, cuando, obviamente se sabía que cada maletín contenía esa suma? El chofer podría escribir que habría, por ejemplo, 700 y 800 mil dólares en cada uno de ellos. ¿Cómo no caería en la tentación de sacar una mordida, así fuera de 100 dólares, para una golosina? En uno de los cuadernos se dice que se mandaron fabricar maletas más chicas para robar 200.000 dólares, y quedara justo el millón.

Las dudas sobre la caligrafía, redacción, gramática, sintaxis y estilo de Oscar Centeno, que son impecables, no tienen mucha validez, (conozco personas que ni siquiera han cursado cuarta preparatoria y  poseen una redacción muy superior a la del actual ministro del Interior chileno, quien se ufana de ser escritor; en cuanto a la caligrafía, los maestros de escuela primaria enseñaban, la perfección, incluso, en las escuelas rurales).

No falta el periodista argentino que afirme que es una costumbre de los militares el anotar fielmente todos los detalles de la bitácora del día y gracias a este hábito sabemos que, por ejemplo, Arturo Prat, instantes previos a su muerte, escribió la célebre ¿“Ha almorzado la gente…?, para luego conducirlos a la muerte con la barriga llena, (esta frase puede no ser tan cierta, pues hay un glosario de frases falsas atribuidas a los héroes, como la de Antonio Ricaurte, cuando exclamó “deber antes que vida”, en el momento en que volaba su cuerpo por los aires).

En estos tres días que estuvo preso, en que “cantó” melodiosamente al recorrer con los policías  los arrabales de Buenos Aires para visitar esposa y amante, en la búsqueda del original de los “cuadernos”, a fin logró su libertad en la mañana del 4 de agosto al declarase como imputado arrepentido, (figura jurídica argentina, más enredada que la brasilera, y muy cercana a la peruana, que descubre los delitos de cuatro Presidentes, pero q, a la hora de la verdad, sólo afectó a la pareja Humala-Heredia).

(Próxima entrega, Capítulo II, “El tango” de los empresarios).

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

04/08/2018              

    

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