Los distintos gobiernos que se han sucedido a través del tiempo son tan avaros que no están dispuestos a dar un centavo por la ciencia y la investigación, pues lo único que les interesa es el dinero rápido y, muchas veces, mal habido,(gobernar no es educar, sino robar), y sólo buscan el interés personal. La mayoría de los Presidentes en Chile han sido guasamacos, abogados – a veces tinterillos -, y unos muy pocos decentes y cultos, (Pedro Aguirre Cerda, Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende).
Andrés Bello, que entre libro y libro, dejaba espacio y tiempo para algunos viajes a La Chimba, donde tomaba desayuno con las Micaelas y las Carlinas, sostenía que la educación no era para los “rotos”, pues era inútil para el trabajo de peón o de “china”, que es una de las razones por las cuales Chile aún es un país de ignorantes, de bajos salarios para los profesores, quienes sin las debidas competencias docentes, enseñan tonterías, como memorizar las tablas de multiplicar, en vez de motivar y enseñar a pensar.
El cielo chileno del norte grande es uno de los más límpidos del mundo, por eso vienen científicos de todo el mundo a observar las estrellas, planetas y galaxias en las instalaciones construidas para la investigación científica sobre estos tópicos. En vez de mantener a los niños y a los jóvenes, a veces en salas anegadas e insalubres, deberíamos enseñar-aprender en los enormes observatorios astronómicos, o en la misma naturaleza, (lo hacían educadores cono Celestin Freinet quien, a partir de un caracol encontrado en el jardín por uno de los curiosos niños, podía explicar yodo el universo en una perfecta integración de la ciencia.
El profesor Maza sería capaz de desasnar, incluso, hasta al Presidente Piñera, quien está convencido de que el único desarrollo existente es el crecimiento del PIB, y que la misma “educación es un bien de consumo”- según sus palabras -. Ser rico no necesariamente es sinónimo de inteligencia: en la mayoría de los casos lo es de falta de ética. En las familias, el más vivo, es político; el más bolsero, cura; la más bigotuda, monja; el más pesado y avaro, empresario. La inteligencia no consiste en acumular conocimientos, sino saber el arte del buen vivir.
El profesor Maza y Mario Hamuy, ilustres astrónomos, estuvieron a punto de ganar el Premio Nobel, pero sabemos – a veces lo otorgan hasta el Premio Nobel de la Paz a personas indeseables, como Kissinger y Obama y, hasta se atreven proponer a Donald Trump -.
Si en Chile hubiera muchos profesores Maza, que son capaces de hacer entender una ciencia que parecía tan lejana a un tarado como yo, Chile sería un país con mentes preclaras, y no tendríamos un funesto Canal Nacional que, junto con los privados, se encargan de idiotizar a las masas; como tampoco dividiríamos a la sociedad entre perdedores y ganadores, y que único objetivo en la vida es tener y acumular dinero.
Con el profesor Maza aprendí que podría haber vida en muchos lugares del universo y que, por ejemplo, en Venus hace tanto calor que podríamos asimilarlo al infierno, (seguramente yo esté muerto cuando haya una colonia de bípedos en el trópico de Marte). Por culpa de mi profesor de química, sólo aprendí sobre el H2O, y jamás pensé en ese entonces que esa materia era tan interesante para comprender en universo.
¿Por qué los profesores de entonces, y muchos de los actuales, se encarguen de que uno termine odiando la ciencia, sobre todo las matemáticas, la física y la química, la cosmología, cuando una persona motivada las encuentra tan interesantes? En cambio, enseñan la metafísica para aprender de memoria frases incomprensibles sobre la existencia del alma, o silogismos, como el de “todos los hombres son mortales, Pedro es hombre, luego Pedro es mortal”, o lo del “motor inmóvil”.(Hasta mi nieta de siete años, Carlota, se reía a carcajadas, y explicaba mucho mejor que la vida es corta y la muerte, larga, entendiendo el tiempo y el espacio en buena forma.
A pesar de nuestro pésimo sistema educacional, currículos inapropiados, Presidentes limitados y docentes despreciados por la sociedad Chile ha producido muchos genios en las áreas científicas y humanísticas, como los profesores Meza, Bunster, Mistral, Neruda, Huidobro, y otros tantos.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
01/08/2018