Reproducimos aquí comentarios periodísticos sobre el tema: “Piri Riveros, una maquilladora, expresó su testimonio al reportaje, por una situación ocurrida a mediados de 2008, cuando le tocó trabajar con él por primera vez. Sus compañeras le advirtieron que “tuviera cuidado”.
La trabajadora dijo que el comentarista entró al lugar “mirando su trasero sin disimulo”. “No me saludó, pero mirándome de pies a cabeza, me dijo: ‘¿Dónde está la otra del turno? ¿Esa, la tetona?’ Le respondí que el turno me tocaba a mí y que por favor se sentara para maquillarlo, porque me tenía muy incómoda por la forma en que me miraba el trasero. ‘Uy, me saliste chúcara’, respondió”, relató Riveros. “Mmm, tenís buen culo, ah”, aseguró que le dijo el panelista.
Y detalló: “En los programas siempre lo escuché referirse a mujeres por el poto o las tetas. Fue horrible. Era como un hombre obsesionado con eso”.
Ante el acoso, ella y otras maquilladoras expresaron su malestar a la producción del canal quienes le bajaron el perfil a la situación asegurando que “era un fresco no más”.
El periodista Fernando Paulsen (62), compañero de Villegas en Tolerancia Cero, aseguró que el comentarista “hacía comentarios subidos de tono, pero siempre me pareció que era inofensivo”. Su colega, Matías del Río, coincide con lo anterior. En tanto, otros hombres que trabajaron con Villegas aseguraron que solía hacer preguntas obscenas: “Sin conocerte, lo primero que te preguntaba es: ‘¿Cómo culea la tal?’, alguien con quien él sabía que tenías una relación”.
De forma paralela, un exdirectivo del diario El Financiero reveló que en la década de los 90 el comentarista expresaba comentarios obscenos a gran parte de las mujeres que trabajaban con él. “Lo hacía con completo y total desparpajo. Era más notoria su prepotencia, porque él consideraba que todos eran más ignorantes y tontos que él. Las mujeres también, por supuesto”, dijo.
Una periodista aseguró que recibió un comentario de esa misma línea, además de ser acosada por el comentarista hasta que ella lo increpó. Antes de eso, la pareja de la mujer la acompañaba a las reuniones para sentirse más segura. “Villegas me hizo perder ese sentido de seguridad”, dijo.”
Vea el texto íntegro de Radio Bío-Bío
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