El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, cumple hoy los primeros 100 días en el cargo, en una gestión que busca consolidar el proyecto socialista en la isla.
Ingeniero de formación, el mandatario de 58 años asumió el puesto el 19 de abril, tras su elección por los diputados en la sesión constitutiva de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
'Asumo la responsabilidad para la que se me ha elegido con la convicción de que todos los revolucionarios cubanos, desde la posición que ocupemos, (…) seremos fieles al ejemplar legado del comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder histórico de nuestra Revolución y también al ejemplo, el valor y las enseñanzas del general de Ejército Raúl Castro Ruz, líder actual del proceso revolucionario', afirmó entonces.
Díaz-Canel sustituyó en la presidencia de los Consejos de Estado y de Ministros a Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Marcan su hasta ahora corta pero intensa gestión recorridos por el país, conversaciones con la población, reuniones de trabajo para abordar los principales desafíos de la mayor de las Antillas, congresos de organizaciones de la sociedad civil, eventos internacionales y su primera visita oficial al extranjero, realizada en mayo a Venezuela.
También ha correspondido al presidente de Cuba enfrentar complejas situaciones, como el desastre aéreo del 18 de mayo en esta capital -en el que perdieron la vida 112 personas- y las lluvias asociadas a la tormenta subtropical Alberto, la cual provocó pérdidas humanas y severos daños en varias provincias.
En los primeros meses de su mandato 2018-2023, el político oriundo de la central provincia de Villa Clara recorrió, en junio, las provincias de Santiago de Cuba y Granma, donde constató la marcha de la economía y dialogó con autoridades y ciudadanos.
Entre sus actividades en Santiago de Cuba sobresalieron los homenajes en el Cementerio de Santa Ifigenia a Fidel Castro, al héroe nacional, José Martí, y a la madre y el padre de la patria, Mariana Grajales y Carlos Manuel de Céspedes, respectivamente.
También acaparó titulares su estancia en la Santa Basílica de la Virgen de la Caridad del Cobre, uno de los lugares más atractivos para los turistas nacionales y extranjeros que arriban a la emblemática provincia.
Díaz-Canel viajó este mes a las provincias centrales de Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos y Matanzas, las más azotadas por la tormenta subtropical Alberto y sus fuertes lluvias e inundaciones.
En esos territorios conoció detalles de la marcha de la recuperación y emitió indicaciones a las autoridades locales para impulsar la atención a las personas afectadas.
Durante los 100 días iniciales de su gestión, el presidente encabezó reuniones dirigidas a chequear prioridades para el desarrollo de Cuba, como el turismo y la vivienda, y encuentros para el seguimiento al Programa Integral por el Aniversario 500 de la Fundación de La Habana.
Respecto a los eventos, participó entre otros en el IX Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y X de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), y en el IX Encuentro Internacional Justicia y Derecho.
En mayo, el mandatario acudió al Palacio de Convenciones de esta capital, donde sesionó el XXXVII período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo del que Cuba asumió la presidencia.
Díaz-Canel reiteró en la reunión el compromiso de la isla con la integración latinoamericana y caribeña, y con el desarrollo regional.
También de gran relevancia fue su presencia, del 15 al 17 de julio, en el XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo -que por tercera vez acogió La Habana- en el cual abogó por la unidad de las fuerzas progresistas y de izquierda, en un escenario marcado por la arremetida de la derecha con sus políticas neoliberales y las posturas hegemónicas de Estados Unidos.
Otro momento importante de la etapa se produjo a finales de mayo, cuando el jefe de Estado cubano llegó a Venezuela, apenas unos días después de la reelección de Nicolás Maduro.
En el país sudamericano, rindió tributo en el Cuartel de la Montaña al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, dialogó con el presidente Maduro y reiteró la solidaridad de Cuba con el gobierno y pueblo venezolanos, en medio de una guerra económica y presiones externas para derrocar el proyecto socialista.