Diciembre 26, 2024

“Perú es un organismo enfermo: donde se pone el dedo, salta la pus” (Manuel González Prada)

En la mitología griega existían los establos de augia, atiborrados de excrementos, y el quinto trabajo de Hércules consistía en limpiarlos y, para lograrlo, desvió el curso del río Alfi. El mismo escritor, Gonzales Prada, decía que “los peruanos ni aman, ni odian, sólo olvidan”.

 

 

En la marcha del jueves 19 de julio, destacaba un gran cartel, bastante sacrílego que rezaba “Santa Rata de Lima”, (por Santa Rosa),” “la plata es mi devoción”. Los manifestantes, que coparon Lima, gritaban “que se vayan todos… y a cerrar el Congreso Nacional”. Por muy depravada que esté la clase política la frase “el que se vaya todos… es, francamente, una estupidez, pues si se van algunos, a lo mejor, vendrán otros peores y, quizás, un aventurero o un dictador. Fujimori, en 1990, cerró el Congreso Nacional, con el aplauso de muchos ciudadanos, convertidos en clientes. Todo dictador ha tenido partidarios y llenado las plazas – si los imbéciles volaran, todos los días sería nublado -.

En Perú, todas las instituciones del Estado están podridas: hace poco tiempo el Presidente Pedro Pablo Kuczsinski fue vacado por lobista, corrupto e inmoral. El Parlamento, dominado por los fujimoristas, está compuesto, en su mayoría, por personajes pestilentes, y hoy aparecen en los audios el líder fujimorista, Héctor Becerril, y el aprista Mauricio Mulder; el primero, acusado de haber intervenido en una reunión junto a Guido Águila y su colega  Baltasar Morales. Como era de esperar, Becerril negó toda implicación en los hechos, pero fue acusado por el mismo Mendoza. El objetivo del congresal era el de conseguir el voto para nombrar a Julio Gutièrrez como presidente de CNM. De comprobarse esta intervención de Becerril, podría ser acusado constitucionalmente.

El contenido del audio de Mulder es menos grave, sin embargo, el objetivo del APRA y de los fujimoristas es apropiarse del poder judicial.

En casi todos los audios también aparecen algunos empresarios sinvergüenzas, entre ellos Mario Moreno – se le atribuye militancia aprista -, Antonio Camayo,  – alias “Toñito” -, quien aparece en casi todas las conversaciones y, además, se trata de “hermano” con los jueces delincuentes; Toñito – dueño de IZA Motors, el taller mecánico más conocido de Lima, y se vanagloria de ser amigo personal del Presidente Vizcarra, y aparece en fotografías, y también en conversaciones con el presidente de la Corte Suprema, Adalid Rodríguez -.

Los personajes de los audios, que ya suman 70 CD y más cien mil conversaciones, de por sí ya constituye una verdadera asociación ilícita para delinquir: almuerzan juntos en restaurantes, festejan con futbolistas famosos – el presidente de la Federación de Futbol les regaló entradas para el mundial Rusia 2018 -, piden trabajo para sus mujeres e hijos, y a ellas las colocan en CNM, o bien, solicitan que su mujer pueda realizar su práctica en el Poder Judicial.

Decir que la Democracia peruana funciona sobre la base del clientelismo, es muy poco: la verdad es que es una podredumbre, cada día más hedionda. El problema es que la tiranía de Alberto  Fujimori y Vladimiro Montesinos fue mucho peor. Regresar a Velasco Alvarado y Morales Bermúdez sería fatal para esa nación, así no falte “el caviar” que promueva la dictadura.

El problema no radica sólo en las instituciones del Estado, sino sobre todo  en los hombres. Nada se gana con instalar una Constituyente o formar una Comisión, presidida por Alan Wagner, el Canciller de Alán García y, además, representante de Perú en La Haya; (y nos preguntamos: ¿qué puede lograr en 14 días de plazo? Salvo escribir frases bonitas que tanto repugnaban a Karl Marx, el rey del “concreto concreto y el concreto pensado”.

No se trata sólo de meter a la cárcel a los ladrones y corruptos para reemplazarlos por otros, que empezarán puros, pero las instituciones terminarán por corromperlos.

Tampoco tienen razón los que con liviandad gritan “a cerrar el Congreso Nacional…” y “se vayan todos”, pues fueron los mismos ciudadanos quienes eligieron a los Fujimori, a los Becerril, a los PPK, a los Mulder… ¿Acaso no se han detenido a pensar que son ellos mismos los que aplauden cuando les meten la mano en el bolsillo?

Hay que ser muy ingenuo para creer en la bondad humana, pues la mayoría son viles, egoístas, avaros y miserables: los ciudadanos son ignorantes, razón por la cual los políticos los tratan como clientes, y algunos venden el voto al mejor postor.

Afortunadamente, hay personas como la fiscal Rocío Sánchez y el juez Serapio Roque, que no tuvieron miedo al denunciar a los poderosos corruptos, al autorizar la grabación de sus conversaciones telefónicas, o, como algunos periodistas investigadores, entre ellos Susana Cueva y Gustavo Goritti, que han tenido la valentía de publicar con cuenta gota los distintos audios, y enfrentaron la intervención ratonesca de la fiscalía, que allanó el local del Diario ILD Periodistas, negándose a entregar sus fuentes.

La consecuencia del Lava Jueces es que el presidente del Tribunal del Callao está en prisión preventiva por 18 meses, el ministro de Justicia ha salido de su cargo, el Congreso exoneró a todos los miembros de CNM, incluidos los suplentes, y el presidente de la Corte Suprema, Duvelìn Rodríguez, se vio obligado a renunciar; esta cadena no tendrá, por lo pronto, un final feliz.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

23/07/2018     

               

Nota Francisco Bilbao escribió su mejor poema a Santa Rosa de Lima  en el exilio

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