El Gobierno subrayó que sigue como mucha atención el panorama de guerra comercial de Estados Unidos con China, pero se mostró confiado en las alternativas para evitar daños colaterales.
En conversación con periodistas al término de una reunión para analizar el tema, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó que el país está bien preparado ante eventuales coletazos en el comercio mundial.
Nuestro deber es prepararnos para escenarios menos favorables, esperar que salga lo mejor pero estar listos para aquello que puede ser peor de lo previsto, con los efectos de una guerra comercial que es altamente incierta, reflexionó.
Larraín confesó que las proyecciones de los efectos que está teniendo en la economía mundial, son acotadas, y ponderó la necesidad de buscar diversificación de mercados y profundizar nuestros lazos con algunos países y regiones.
Chile dará prioridad a los territorios con los cuales tiene tratadores de libre comercio o acuerdos preferenciales, precisó el titular de Hacienda.
El funcionrario enfatizó que la proyección optimista que en algún momento dio la administración sobre el precio del cobre será revisada las veces que lo amerite.
Algunos expertos señalaron que a pesar de la baja reiterada del cobre en el mercado internacional, las perspectivas a largo plazo son promisorias.
'Queremos dar un mensaje de responsabilidad y de tranquilidad, el Gobierno está ocupado en el tema y estamos buscando formas de revertir eventuales coletazos. Estamos bien preparados, pero no estamos inmunes', puntualizó el secretario de estado.
En las últimas horas, el cobre bajó a 2,77, su menor rango desde julio de 2017, algo muy relevante por tratarse del principal rubro exportador de Chile (alrededor del 40 por ciento de las ventas al exterior).
Según especialistas, la debilidad podría continuar por los próximos trimestres, dadas las proyecciones del mercado de futuros en torno al metal rojizo.
Sin embargo, la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) anotó que el vino consolida su posición de cuarto exportador mundial y amplía sus perspectivas al encontrarse fuera de la órbita de las subidas de aranceles.
China, que ya es un gran importador de vino chileno y tiene un Tratado de Libre Comercio, pudiera incrementar sus compras. El gigante asiático le impuso un 40 por ciento de aranceles a la bebida de los dioses de Estados Unidos.
Iguales beneficios tendrían en el corto plazo los quesos y nueces sin cáscaras chilenos, en una carpeta que busca diversificarse lo más posible en virtud de los arreglos de libre comercio de Chile con 26 países y 64 economías.