Son pequeños huesos de nuestros detenidos desaparecidos encontrados en un cajón en la AFDD. Permanecieron por años esperando sean llamados por sus nombres y un justo lugar. Extremadamente grave constituye lo sucedido. No se trata solamente de los familiares que insisten en su búsqueda, es un asunto de tantos y tantos dolidos, derrotados, traicionados y esperanzados.
No pueden quedar esta batalla, la más enorme, uno de los más grandes combates dados en la memoria de la patria, y que sean las mismas actuales dirigentes de la AFDD quienes sigan conduciendo una organización notable y consecuente que se ha convertido en una triste postal, que no logró imponer la tan anhelada justicia convirtiéndola también en trampolín para carrera política parlamentaria y funcionarios de gobierno.
La historia reciente nos demuestra que la lucha por el respeto a los derechos fundamentales del hombre es un proceso largo, insistente y cansador. Ha habido logros y también pequeñas victorias que son el reflejo de los familiares directos, cercanos al movimiento de Derechos Humanos, y ciertamente los abogados que no solamente han logrado encarcelar a los asesinos, sino escribir y aportar a la justicia universal.
Recordar que Pinochet fue encarcelado en Londres por delitos/crímenes expresados en violaciones y delitos deleznables a los Derechos Humanos, existiendo muchos antecedentes fundamentales para haber sido llevado a un tribunal por regalar empresas de todos los chilenos, pero que los actores del binominalismo nunca tuvieron voluntad, necesidad y se hicieron cómplices de los herederos del golpismo. Precarios los concertacionistas golpeando puertas por medio mundo para que liberen a un militar asesino, corrupto y ladrón.
Los rendidos políticos PS/PPD/PRSD/PC nunca tuvieron la dignidad de pedir que sean las Fuerzas Armadas las que paguen la destrucción de La Moneda. Ni siquiera sea un punto varios en alguna reunión del parlamento. Siempre los militares han sido protegidos sabiendo que en su interior cohabitan criminales y todo un ejército paralelo de ladrones y corruptos.
Las batallas que se han dado por imponer la verdad y exigir justicia no ha estado exento de actitudes maniqueas, conspiraciones e incontenibles deseos de apropiación de aquellas instancias fundamentales en Derechos Humanos, para negociar y contener otras propuestas de posiciones que no les son obsecuentes. Elecciones de dirigentes entre pequeños grupos y acarreo de familiares para mantener a las mismas de siempre. Todo tan distante de una AFDD que justamente lo que necesita para seguir viviendo es integración, de más familiares, de más hijos, de más hermanos, de todos.
Recuerden que la llamaron Mesa de Dialogo, y queda como la mayor estafa militar al no entregar absolutamente ningún antecedente requerido. Finalmente eso sí, una vez más se constató que son un segmento que no sólo atacó La Moneda, sino que mantiene un reguero de muertos pobres.
Nunca se ha conocido una propuesta/proyecto concreto para Democratizar a las Fuerzas Armadas ni a Carabineros. La dura y agresiva realidad tiene a oficiales, suboficiales, funcionarios de todas las ramas militares en tránsito constante hacia los tribunales para rendir cuenta de robos, facturas falsas. El parlamento, esa instancia de poca credibilidad agacha la cabeza y se hunde en lo rimbombante de frases que nunca llegan a ninguna esquina.
Han existido evidentes muestras de abandono gubernamental para un asunto extremadamente sensible, los familiares de ejecutados y detenidos desaparecidos, una historia tan cercana a la mirada con desdén, problema cuta solución real y concreta sería comenzara escribir una nueva historia.
Agredidos constantemente: Justicia en la medida de lo posible. Indultos a criminales como los que firmó Ricardo Lagos. Impunidad por 60 años para los testimonios de tortura contra los miles y miles de chilenos que practicaros militares y agentes del Estado. Cárceles especiales para asesinos como sucedió con Frei y que Bachellet no quiso cerrar. Todo precario, todo a media tinta, tanto mediocre y un largo listado de traidores que se rindieron sin tener al enemigo frente a ellos, sabiendo que en algún momento esos mismos les llenarían los bolsillos.
Las agrupaciones de familiares han sido lugares aptos para hacer política partidaria. Cuando pasaban los años concertacionistas y se vivía en lo que se llamaba mundo político extraparlamentario, se terminaba llamando por el mal menor en segunda vuelta, esperando la caída de alguna migaja.
Los Detenidos Desaparecidos no son banderas de un solo partido político como lo son para el PC y del PS, el MIR ya no está, pero quedan nuestros hijos y sus hijos que son nuestra historia. Existen chilenos con sus rostros de pancarta, y también sencillos compañeros que fueron arrebatados víctimas de la política de exterminio desatada por los militares.
Fue muy importante en esta área la existencia de diferentes visiones y recorridos políticos para enfrentar a la dictadura militar, desde la Vicaría de la Solidaridad hasta el CODEPU en el terreno menos propicio, en el más desigual, en el más parcial que recuerda la historia jurídica chilena. La cobardía uniformada, escondidos en su justicia militar y con el amparo de tribunales y jueces.
TODOS en deuda. Esa es la foto de PuntaPeuco, ministros y subsecretarios, parlamentarios con rostros de Tartufo.
Los DETENIDOS DESAPARECIDOS, no son parcela del PC/PS, son la tarea constante de todos.