Estados Unidos parece camino hoy a escalar su guerra comercial contra China al difundir una lista de bienes del gigante asiático valorados en 200 mil millones de dólares a los que podría imponerles nuevos aranceles.
La relación de unos seis mil productos, difundida ayer por el representante de Comercio norteamericano, Robert Lighthizer, incluye frutas y verduras, ropas, refrigeradores, componentes de televisores, alimentos del mar y guantes de béisbol, a los cuales se les aplicaría una tarifa del 10 por ciento.
Tales gravámenes no entrarán en vigor de inmediato, pues se trata de una lista preliminar que se someterá a un periodo de comentarios públicos hasta agosto próximo.
Pero la medida muestra el mismo recorrido seguido con los aranceles del 25 por ciento que la administración de Donald Trump aplica desde el viernes pasado a importaciones provenientes de la nación oriental por valor de 34 mil millones de dólares.
Como respuesta a esa decisión de Washington, que recibió fuertes críticas de varios sectores económicos estadounidenses, China aplicó un paquete de contramedidas arancelarias de igual peso a productos provenientes de este país.
Además, el gigante asiático consideró al alza tarifaria del territorio norteamericano una violación de las normas de la Organización Mundial del Comercio y una intimidación que solo desplomará la cadena industrial y de valor global.
Incluso antes de que sus primeros aranceles entraran en vigor, Trump amenazó con aplicar gravámenes adicionales si Beijing tomaba represalias, y lo anunciado anoche por Lighthizer es consecuencia de esa postura del mandatario.
La semana pasada, mientras se dirigía a un mitin en Montana, el gobernante republicano manifestó que consideraría colocar gravámenes adicionales a bienes chinos equivalentes a 500 mil millones de dólares.
Más allá de que Washington defienda sus medidas como respuestas a presuntas prácticas desleales chinas relacionadas con la adquisición de propiedad intelectual y tecnología estadounidenses, en el origen de la arremetida se encuentra el déficit comercial de 375 mil millones de dólares con Beijing.
De acuerdo con Lighthizer, los nuevos aranceles serán el resultado de 'la represalia de China y la falta de cambio de sus prácticas' después de la primera ronda de tarifas.
Luego de darse a conocer la lista, el presidente del Comité de Finanzas del Senado, el republicano Orrin Hatch, calificó la decisión de imprudente.
Por su parte, la Federación Nacional de Minoristas advirtió sobre el impacto que las nuevas medidas tendrán en los precios de los productos importados.
Los aranceles sobre un rango tan amplio de productos hacen que sea inconcebible que los consumidores estadounidenses esquiven este aumento de impuestos ya que los precios de las mercancías cotidianas subirán, indicó el grupo.