Al concluir la jornada electoral el tablero político del país se moverá de manera sustancial, pues conforme lo programado se renovarán la gran mayoría de los poderes en México: desde la Presidencia y el Congreso de la Unión, hasta nueve gubernaturas, 27 congresos estatales, mil 596 presidencias municipales, 16 alcaldías –de Ciudad de México– además de regidurías y sindicaturas que suman 8 mil 299 cargos.
En esta reconformación de los poderes federal, estatales y municipales, los partidos políticos se juegan su futuro inmediato en los comicios. De las nueve gubernaturas en disputa, en la actualidad tres se encuentran bajo control del PAN y otras tres tienen gobiernos del PRD. En dos más son administraciones priístas las que gobiernan y una del Partido Verde. Del resultado que obtengan habrá decisiones internas en el corto plazo.
Pregonada por el Instituto Nacional Electoral (INE) como la más grande de la historia
, la elección implicó una millonaria inversión: 45 mil 620 millones de pesos destinados a organizarlos, garantizar la justicia electoral, perseguir delitos que se cometan en la materia y financiar las campañas de los partidos políticos. Esta cifra contradice la idea original de empatar 30 elecciones locales con las federales para abatir los altos costos de la democracia mexicana. Miles de millones de pesos destinados a aceitar la maquinaria del sufragio.
Esta vez la fiesta de la democracia, como de manera eufemística suelen denominar las autoridades electorales a los comicios, se manchó por la irrupción –nunca antes vista– de un fenómeno acorde con lo que ocurre en muchos lugares del país: el asesinato de candidatos y políticos en funciones. Sin respuesta gubernamental efectiva, se desataron ataques, amenazas y ejecuciones de aspirantes de todos los signos políticos en hechos que han sido atribuidos a la actuación del crimen organizado en entidades como Guerrero, Michoacán, Oaxaca y estado de México, entre otros.
Con independencia del saldo rojo del proceso, para hoy están convocados a las urnas 89 millones 123 mil 355 ciudadanos que están inscritos en la lista nominal que, acorde con la tendencia histórica está conformada mayoritariamente por mujeres, que suman 46 millones 331 mil 605 –52 por ciento del total– frente a 43 millones 62 mil 354 hombres. Las proyecciones del INE parecen ser demasiado optimistas, ya que esperan que pudiera votar 70 por ciento del listado nominal.
Será también la primera experiencia electoral para 5 millones 718 mil 150 jóvenes que acudirán por primera vez a las urnas, además de 14 millones 576 mil 286 que lo harán por primera ocasión para unos comicios presidenciales.
Con la participación de un millón 398 mil 732 ciudadanos como funcionarios de casilla, el INE tiene prevista la instalación de 156 mil 830 casillas.
La elección federal
En el plano federal contienden por la Presidencia tres coaliciones: Por México al Frente –integrada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano–, que postula a Ricardo Anaya; Juntos Haremos Historia–Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social, con Andrés Manuel López Obrador, y Todos por México, que con José Antonio Meade a la cabeza aglutina al PRI, Partido Verde y Nueva Alianza.
Se renovarán los 500 integrantes de la Cámara de Diputados y los 128 Senadores, con el precedente de que desde 1994 ningún presidente ha tenido el control de la mayoría en el Congreso. En este ámbito, las coaliciones conformadas por los partidos fueron de alcance parcial, por lo que en distritos y entidades incluso contienden solos.
Por primera vez hay candidaturas independientes para todos los cargos de elección federal. En medio de polémicas por las trampas y fraudes que cometieron algunos aspirantes, las triangulaciones financieras irregulares que utilizaron para captar recursos, contienden uno por la Presidencia, siete al Senado y 38 por una diputación.
Para la promoción de propuestas de campaña y la difusión del proceso, al amparo del modelo de comunicación política, el INE ordenó la difusión de 59 millones 731 mil 200 espots, de los cuales 41 millones correspondieron a los partidos políticos y 18.7 millones a autoridades electorales.
Para la realización de las elecciones federales, el INE ordenó la impresión de 281 millones 702 mil 835 boletas, que tuvieron una inversión de 210 millones de pesos, con independencia del conjunto de materiales y documentación electoral que se utilizará en las casillas.
En el plano legal, contrario a las proyecciones originales del INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en esta ocasión los litigios no han tenido los alcances de los comicios federales anteriores: en todo el proceso se han presentado sólo 440 –cuando se proyectaban mil 500–, de los cuales ya han sido sustanciados y turnados a la sala especializada del TEPJF para su resolución 289, se han desechado 80 y sólo quedan en proceso 71.
La disputa regional
Aunque la atención ha sido concentrada en los comicios presidenciales, al tablero electoral se moverá en el plano estatal, pues en 30 entidades habrá elecciones y donde se advierte la posibilidad de la alternancia en la mayor parte de las nueve gubernaturas en juego: Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Desde que se terminó la hegemonía de un partido a nivel presidencial, las gubernaturas han sido un espacio para quienes desde la oposición nacional tienen espacios políticos que hacen contrapeso a la Federación. De hecho, bajo el foxismo los mandatarios estatales pertenecientes al PRI y al PRD auspiciaron la Conferencia Nacional de Gobernadores en 2003.
Además de la importancia que tienen entidades como Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Puebla y Guanajuato por su importancia económica, también poseen un peso electoral fundamental por el volumen de su electorado, ya que con excepción del estado de México –que es más elevado–, ocupan los cinco lugares con mayor número de electores Ciudad de México, 7.6 millones; Jalisco, 5.9 millones; Veracruz, 5.7 millones; Puebla, 4.5 millones, y Guanajuato, 4.3 millones.
Además se disputan 27 congresos locales en donde estará en juego la correlación de fuerzas en entidades como el estado de México o Nuevo León, además las ya mencionadas.
En paralelo, una reciente figura de la ley electoral tendrá aplicación en casi todos los estados: en 28 entidades al menos hay un aspirante a relegirse en su cargo, sea diputado o alcalde.