¿Saldrá o será expulsado? Por primera vez desde la fecha de su adhesión a la OTAN en 1952, se plantea este dilema. El nuevo mandato de Tayyeb Erdogan, que ha ganado con mil y un artimañas, sigue en peligro por futuros intentos del CENTCOM en desbancarle del poder y poner fin al estado de Nirvana en el que vive el Sultán turco.
Los choques entre EEUU y Turquía han ido en aumento desde la entrada de Erdogan en el escenario político:
. 2003: Ankara rechaza la petición de Bush en usar la base de la OTAN en Incirlik para atacar Irak, por el temor a que el Kurdistán iraquí se convirtiera en una zona autónoma. Como represalia, doce soldados de las Fuerzas Especiales turcas fueron secuestrados en Irak por un comando de EEUU.
2009, abril: Turquía y Rusia firman una Declaración para formar una asociación multifacética, sin que molestara a EEUU. Pues, el mismo Vladimir Putin había solicitado en el 2001 el ingreso de Rusia en la OTAN, y había autorizado a la Alianza utilizar la ciudad natal de Lenin, Uliánovsk, para el transporte de cargas al Afganistán, invadido por OTAN, a pesar de que la propia Rusia, junto con China e Irán, eran objetivos de esta ocupación.
. 2010, junio: Turquía, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, rechaza las nuevas sanciones contra Irán.
. 2010, agosto: Erdogan envía una “flotilla” de solidaridad a Gaza, provocando la ira de EEUU.
. 2013: Ankara desobedece a Obama (en plena negociación nuclear con Irán) e intensifica su ofensiva en Siria para derrocar a Bashar al Asad, aliado de Teherán. El mismo año y como castigo a la revelación de la identidad de unos supuestos espías del Mosad al gobierno de Irán, EEUU cancela la entrega de 10 drones Predator a Turquía, y empieza a empujarle hacia el infierno.
2015: al negarse Obama a derribar a Asad, Turquía organiza la llamada “crisis de refugiados”, con el fin de que Alemania y Francia acaben con el presidente sirio y así “evitar que la población huya del país”. ¡Error! Es el Pentágono quien manda sobre los ejércitos de la OTAN. Luego, EEUU convirtió a Siria en una trampa mortal para sus rivales y enemigos.
. 2015, agosto: EEUU retira los misiles Patriot de Turquía, y sabotea su compra del sistema FD-2000 chino cuyo valor era 4.000 millones de dólares. Resultado: Ankara decide fabricar misiles balísticos. China, que ha integrado a Turquía en su cinturón económico de la Nueva Ruta de la Seda, con megaporyectos de infraestructuras que incluyen la puesta en marcha de trenes de alta velocidad, estudia aceptar su petición de adherirse a la Organización de Cooperación de Shanghái.
. 2015, noviembre: Turquía, en represalia por las violaciones de su espacio aéreo por los aviones de combate rusos, en vez de presentar una queja diplomática a Moscú, derriba un bombardero SU-24, con el objetivo de incitar una repuesta bélica de Moscú y luego una intervención de la OTAN en Siria. Pero, Putin decidió castigar a Turquía sólo con las medidas económicas, y Obama tampoco pensaba aplicar el pacto tribal de la Alianza de “uno para todos, todas para uno”.
.2016, julio: Rusia alerta a Erdogan del intento de su asesinato durante un golpe de estado dirigido desde la base Incirlik. Ankara acusa al general John F. Campbell, ex comandante de la OTAN en Afganistán, y al ex vicepresidente de la CIA, Graham Fuller, quien la noche del golpe visitó Turquía, de estar implicados. Éste hecho es el primer punto de inflexión en las relaciones entre Turquía y EEUU. Un mes después, Erdogan y Putin convierten la cumbre de Sant Petersburgo en la pesadilla de Washington: A cambio de haberle salvado la vida, Putin pide a Erdogan su cooperación en Siria y la construcción del gaseoducto TurkStream, a la vez que le deja realizar la Operación Escudo Éufrates contra los kurdos en Siria.
La OTAN pasa de ser la garante de la seguridad de los dirigentes turcos a ser una amenaza. Erdogan elimina a los políticos y militares atlantistas (y de paso a los adversarios de izquierda), prohíbe el vuelo de aviones de EEUU en el cielo del país, e instala una dictadura semejante a la de la década de los 70.
.2016, diciembre: “Auf Wiedersehe” (“Adiós” en alemán”) es lo que responde Erdogan a Merkel cuando le amenaza con retirar sus tropas de Turquía. Alemania reconoció el genocidio armenio de 1915-1917, y Rusia celebra la profunda brecha entre ambos países.
. 2016, diciembre: el embajador de Rusia en Ankara, Andréi Karlov, es asesinado (¡adivinen por quién!).
. 2017, febrero: Trump cesa al asesor de seguridad nacional el general Michael Flynn, acusado de cobrar 15 millones de dólares al gobierno turco, para secuestrar al rival de Erdogan, Fatollah Gülen y entregarle a Turquía. Flynn pertenece al sector militar-político de EEUU que da prioridad a la alianza con Ankara que con los kurdos.
. 2017, agosto: las tropas de EEUU son atacados en el norte de Siria por el Ejército Libre Sirio, patrocinado por Turquía.
. 2017, noviembre: unos soldados de la OTAN, durante unas maniobras en Noruega, utilizan las fotos de Kemal Ataturk y Tayyeb Erdogan como diana en sus ejercicios de tiro. El presidente turco retira sus tropas del ejercicio, rechaza las disculpas de la Alianza e insta al parlamento estudiar la salida del bloque militar.
. 2017, diciembre: Turquía firma un acuerdo de compra de sistemas de defensa aérea S-400 con Rusia por el valor de 2,4.000 millones de dólares, para recibirlos en 2020. Este es el segundo punto de inflexión en las relaciones OTAN-Turquía.
Pues, el acuerdo, no es sólo un desaire a EEUU, ya que implica:
1.La intención de Turquía de asegurar su propia defensa fuera de la OTAN, evitando sus futuros complots. Fueron los F-16 que bombardearon el palacio presidencial durante el golpe del 2016.
2.Romper el principio de solidaridad entre las industrias armamentísticas de los miembros de la Alianza, y desafiar su concepto de “defensa colectiva”.
3.Cambiar la mirada geopolítica de Ankara, y reorientarla hacia Eurasia, erosionando los proyectos de la OTAN para en el Mediterráneo y Oriente Próximo.
4.La creación de estructuras militares rusas en el territorio de la OTAN.
5.La entrada de asesores militares rusos para entrenar a los turcos, intercambio de información secreta entre Turquía y Rusia, y la localización de los activos de la OTAN en Turquía. El temor también existe en la parte rusa: la Alianza intentará recopilar los datos de su sistema.
6.Fortalecimiento de la posición de Rusia en Oriente Próximo y Eurasia. Pues, la dependencia militar a un país implica la dependencia política.
2018, enero: los tanques turcos invaden la región kurda de siria, Afrin, con la luz verde de Rusia y la de EEUU. Erdogan amenaza a Trump con una “bofetada otomana”, si los kurdos, a los que EEUU ha convertido en su infantería, no desalojan la ciudad de Manbij. Washington, sin consultarle, ni siquiera avisarle, había anunciado el envío de 30.000 hombres armados de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) a las fronteras sirio-turcas. Una imperdonable traición. Las FDS, según el Comandante General de las Fuerzas Especiales, Raymond Thomas, son las milicias kurdas de YPG (filial de PKK), que se les ha cambiado de marca para no provocar a Ankara. ¡Vaya manera cutre además de torpe de engañar a un socio! El PKK para Erdogan es como la OLP para Israel. ¿Han querido EEUU y Rusia empantanar en Siria a su molesto aliado? “No distraigas a tu enemigo mientras se está ahorcando“. Otro de los interesados en esta autodestrucción de Turquía es Israel. Es cierto que a Moscú le preocupa más que a Turquía las armas que recibe YPG de EEUU, ya que serán utilizadas contra Damasco en el marco del plan de Washington en desintegrar Siria.
Turquía obliga a EEUU a elegir: “O kurdos o yo”. Trump no ha entendido que la extraña alianza de su socio con Rusia e Irán en Siria sólo y exclusivamente es para impedir la creación de una región kurda autónoma, y eso a pesar de que Moscú apoyó el referéndum por la independencia del Kurdistán iraquí. Hasta que Trump siga armando a los kurdos, Rusia podrá mantener su influencia sobre la política exterior turca: de momento, ha conseguido que se centre en los kurdos en vez de en derrocar a Asad. Quizás nuevos atentados en Turquía con la (falsa) bandera de PKK muestren al mundo cuán terroristas son los kurdos.
. 2018, abril: Turquía encarga a Rusia la construcción de cuatro reactores nucleares por 20.000 millones de dólares.
EEUU, en un callejón sin salida
Aunque Washington puede aplicar la Ley CAATSA que propone el cese de la venta de armas de EEUU y castigar a aquellos países que negocian con las empresas rusas sancionada (como la compañía MKB Fakel fabricantes del S-400), no le será fácil decidir qué hacer con Turquía, aunque por el momento ha paralizado la venta de 100 aviones F-35 a su socio.
La OTAN carece de un mecanismo formal para expulsar a un miembro, además una posible salida de Turquía supondría un problema existencial para la Alianza y un cambio en el orden mundial. Sus miembros, juntos o por separado, han participado desde 1949 en la destrucción de cientos de millones de vidas y el desmantelamiento de estado enteros: Vietnam y Corea, Yugoslavia, Irak, Sudan, Somalia, Afganistán, Yemen, Libia y Siria, son algunos. Tras el fin del URSS y del pacto de Varsovia, la OTAN (o sea, el complejo industrial- militar, y la herramienta de EEUU para dominar el mundo), con la intención de justificar su existencia, hizo del bombero pirómano, fabricando un nuevo enemigo: el islamismo que como fantasma aparece por los cuatro costados del planeta.
Aunque en EEUU hay quien cree que el principal desafió de seguridad nacional del país es Turquía que no Rusia o Irán, la Casa Blanca teme que un aumento de presión sobre Erdogan, le eche aún más a los brazos de Putin: por ejemplo, que en vez de comprar los F-35, se haga con las cazas Su-57 rusas.
Y puede perder más: los 70.000 millones de dólares que Turquía pretende gastar en equipamiento militar hasta el 2023; las cerca de 20 bases del país; al segundo ejercito de la OTAN; a la ruta del flujo del petróleo no árabe y no ruso de Azerbaiyán al Occidente: al portero del Bósforo, los Dardanelos y pieza clave en el Mediterráneo; del estado que hace de tapón para Europa, protegiéndole de las guerras del Oriente Próximo, y el trampolín para acceder a las repúblicas túrquicas de Asia Central, expuestas a la influencia ruso-iraní.
Salir de la OTAN no es hoy el debate en Turquía, pero EEUU se prepara para utilizar todos los medios para evitar que Ankara salga de su órbita, incluidas las cartas “kurda” o el “yihadismo”. La prensa occidental ataca a Erdogan sólo desde que tiene discrepancias con EEUU, mientras lava la cara de los regímenes genocidas, como Arabia Saudí y su guerra contra Yemen.
Ya no hay bloques enfrentados y Erdogan usa el factor ruso para presionar a EEUU, aunque también es cierto que lo que ha debilitado sus relaciones es la falta de intereses compartidos.
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*Nazanín Armanian es iraní, residente en Barcelona desde 1983, fecha en la que se exilió de su país. Licenciada en Ciencias Políticas. Imparte clases en los cursos on-line de la Universidad de Barcelona. Columnista de Público.es. Fuente: http://www.nazanin.es/