En Argentina la despenalización del aborto a causa de peligro de vida de la madre, del feto inviable y de la violación existe desde varias décadas antes que en Chile. Al igual que en nuestro país, los principales enemigos de la legalización del aborto son los católicos y los evangélicos, so pretexto de pretender la defensa de las dos vidas.(la madre y el feto)
El Movimiento que lidera la campaña nacional por el aborto legal, seguro y gratuito ha tenido un éxito notable, generando en todo el país multitudinarias marchas. Su símbolo es un pañuelo verde en el cuello de las manifestantes. Este conglomerado plantea: “una educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir, el aborto legal, una deuda de la democracia”.
El Presidente Mauricio Macri, pese a que es contrario a la despenalización del aborto, propuso que el tema fuera discutido en el Congreso. El proyectado de aborto legal contiene, entre otros, los siguientes puntos: en primer lugar, el derecho de todas las mujeres mayores de 16 años a solicitar el aborto; entre 13 y 16 años, también podrían hacerlo; las menores de 13 años, con autorización y acompañamiento de sus padres; en segundo lugar, el aborto será gratuito en todos los hospitales públicos, como en las clínicas privadas; en tercer lugar, no se puede alegar la objeción de conciencia: todo médico estará obligado por ley a practicar el aborto; en cuarto lugar, se derogan todas las causales de penalidad existentes.
El debate ha sido profundo, fundamentado y profuso, (hay que reconocer que es de mejor calidad que en Chile). Hay que distinguir la metafísica de las políticas públicas hoy; el tema de cuándo comienza la vida es metafísica pura – es decir, más allá de la física -. Para los católicos y protestantes “la vida comienza desde el que espermio fecunda al óvulo, el cigoto es un ser humano, por consiguiente, atentar contra su vida es un asesinato”. Para el Código Civil argentino la persona comienza en el momento del parto.
La resistencia de católicos y protestantes ante el proyecto de aborto ha sido ha sido poderosa, recurriendo a la vieja campaña del terror y mostrando los daños que provoca el aborto en la mujer y la privación de la vida de un “ser humano”, según ellos, (ojalá hubieran hecho otro tanto durante la dictadura militar argentina que, apoyada por la iglesia católica, cometió horrendos crímenes).
El debate en el Congreso ha alcanzado niveles de gran confrontación, (por ejemplo, diputada pronunció un discurso completo mostrando “las bombachas”, los calzones), para demostrar la vulgaridad de la argumentación de las anti-abortistas.
Según estadísticas en Argentina hay 600 mil mujeres que recurren anualmente al aborto ilegal, en su mayoría de estratos pobres (en ese país existe un 40% de la población bajo la línea de la pobreza); las mujeres adineradas recurren, generalmente, a las clínicas privadas o bien, viajan a otros países. En Uruguay existe el aborto libre, que ha permitido eliminar las tasas de mortalidad y la mutilación, a causa del aborto clandestino, que es también un buen negocio.
No sabemos si Argentina seguirá la vía Uruguay y de los países desarrollados, o se impondrán los inquisidores de la iglesia católica y de las sectas protestantes.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
08/06/2018