Después de casi diez años de investigación sobre el caso Gurtel, al fin los jueces fallaron, con penas, en principio, altas: el capo de capos, Francisco Correa, fue condenado a 51 años de prisión, que sólo será efectiva en tres veces la pena de su delito mayor; su socio, Pablo Crespo, a 38 años de prisión; Guillermo Ortega, alcalde de Majalaonda, a 38 años; Alfredo López Viejo, Consejero del Partido Popular, a 31 años; Luis Bárcenas, ex tesorero del PP, a 31 años, y su esposa, Rosalía Iglesias, a 15 años y un mes; Jesús Sepúlveda, alcalde de Portezuelo; su esposa Ana Matos, a una multa; el Partido Popular, como persona jurídica, en calidad de delito lucrativo a una multa que asciende a 240 mil Euros.
El Tribunal consignó como un hecho punible la existencia de la famosa listas B: contabilidad paralela de dineros sucios, que administraba el tesorero de PP, destinado a pagar los sobresueldos de los altos dirigentes de ese Partido, entre ellos, el de Mariano Rajoy, quien recibió 300 mil Euros.
Rajoy, bajo juramento, negó la existencia de “la lista B” cuando declaró como testigo, cometiendo el delito de perjurio, pero los jueces, en esa oportunidad, se hicieron vista gorda declarando que sólo que Rajoy no era confiable.
Un caso digno de Ripley es la condena a José Luis Peña, concejal de Majalahonda, quien fue condenado a cuatro años por haber grabado y denunciado a los sinvergüenzas del grupo Correa. Álvaro Pérez, “el Bigote”, esta vez salió absuelto.
Esta vez, no cabe decir “presunto”, pues hay un fallo que, por primera vez en España se condena a un partido político, así sea a título lucrativo, es decir, que se aprovechó del dinero mal habido para realizar sus distintas actividades políticas. No lo fue penalmente, pues en el Código no existían penas de cárcel para representantes de personas jurídicas en el año en que se inició el juicio, (2009), y la ley no es retroactiva.
En cualquier país del mundo, salvo en España, un partido político que es condenado por la justicia es, inmediatamente, borrado de la lista de Partidos Políticos, es cierto que aún falta una apelación ante el Tribunal Supremo).
Mariano Rajoy no posee dignidad alguna, y su objetivo es mantenerse en el poder aun cuando tenga minoría en las Cortes, y ya ha manifestado que no va a renunciar.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, presentó una censura contra el gobierno de Rajoy, el día lunes 28 del presente mes, a primera hora de la mañana, a fin de evitar que Rajoy tuviera el tiempo para disolver las Cortes y convocar a elecciones.
El Partido Ciudadanos, dirigido por Albert Rivera, retiró su apoyo a Rajoy, y pretendía encabezar una censura al gobierno para que se pueda convocar a elecciones. Este Partido tendría mayoría, según las encuestas, con miras a las próximas elecciones. Ciudadanos se niega a apoyar la moción del Partido Socialista, con su líder Pedro Sánchez, pues significaría, al menos, un gobierno por un año.
El PSOE se niega a pactar con los demás partidos políticos para formar gobierno, menos con los partidos independentistas vascos y catalanes, que le son fundamentales para tener la mayoría de los 176 votos necesarios para censurar a Rajoy. Hasta ahora, Pedro Sánchez sólo tiene el apoyo de su Partido, con 84 diputados, sumados a los de Podemos, 67 diputados, y para alcanzar la mayoría necesitaría los votos de Izquierda Republicana, con 9 diputados, y el Partido Democrático de Cataluña (PEDCAT), Nueva Canaria y, sobre todo, el Partido Nacionalista Vasco.
El Partido Nacionalista Vasco es más oportunista que, por ejemplo, la Democracia Cristiana chilena, (recuerdo que en Primer Congreso, internacional en 1957, vino a Chile el ex Presidente vasco, Aguirre), pero hoy el PNV ha pactado con Rajoy para conseguir suculentas sumas de dinero para financiar su Partido, en el Presupuesto recién aprobado y que debe ser ratificado por el Senado, por consiguiente, no le convendría derrocar a su protector, Mariano Rajoy.
El PSOE no es puro como se presenta: Felipe González fue el Presidente más ladrón y corrupto en la historia de España, y tiene además en Andalucía la causa de los Seres, en la cual está implicado gran parte del gobierno de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Lo más posible es que la censura a Rajoy sea rechazada, salvo que los “avaros vascos” voten a favor, y los soberanistas catalanes se olviden de sus exigencias de República independiente. Sería muy raro que aceptaran que los presos políticos siguieran en la cárcel y que se impidiera el regreso de quienes se encuentran en el extranjero, entre ellos, Carles Puigdemont.
De todas maneras, a Pedro Sánchez le conviene, así pierda, sostener la censura a Rajoy, pues volvería a la arena política, esta vez sin curul, pero con la moral muy alta al intentar expulsar del poder a un Presidente ya condenado por los Tribunales de Justicia, al menos por mentir bajo juramento. Los partidos políticos que voten en contra de la acusación quedarán desprestigiados, al menos como cómplices de un gobierno corrupto. Ya veremos el próximo viernes el resultado de la votación.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
29/05/2018