Noviembre 15, 2024

Trump, Netanyahu y Salmán Bi Abdulaziz: los tres matones del Medio Oriente

 

El eje Estados Unidos-Israel  y Arabia Saudita han fracasado, hasta ahora, en su objetivo de rediseñar el Medio Oriente. En Siria la alianza Rusia-Irán han logrado, prácticamente, triunfar sobre el eje del crimen, parodiando el “eje del mal”, inventado por George W. Bush.

 

 

Donald Trump eligió el camino de  desahuciar el pacto 5+1- los cinco miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más Alemania – que le ha traído algunas consecuencias colaterales, por ejemplo, el rechazo de países europeos como Inglaterra, Francia y Alemania. A su vez, Corea del Norte puede pretextar fácilmente que Estados Unidos no cumple su palabra, y así continuar con su programa de enriquecimiento de uranio.

Israel ha elegido el camino de atacar a Irán, en las Alturas de Golán sobre la base de enfrentamientos armados, siguiendo la estrategia de luchas de baja intensidad en países interpuestos, en este caso, Siria.

Arabia Saudita, por su parte, ha optado por atacar en Yemen, fundamentalmente en sectores chiitas, que son apoyados por Irán.

Muchas veces, los analistas ceden al vicio del maniqueísmo – los buenos-malos, los blancos-negros…-; el Medio Oriente es mucho más complejo que como aparece en los estudios simplistas.

El Medio Oriente va desde Marruecos hasta Azerbaiyán, es decir, un territorio de gran extensión, que ha sido ocupado por diversos imperios desde Alejandro Magno hasta nuestros días.

Con frecuencia algunos confunden los países árabes con la religión mahometana: de los 57 países del Islam, Indonesia e India, que no son árabes, son los dos países con más creyentes musulmanes – el primero, con 213 mil y, el segundo, 174 mil -.

Sería una falta de rigor científico el reducir el conflicto entre Arabia Saudita e Irán  a la lucha entre las dos grandes fracciones de la religión musulmana: los sunitas, con el 81% y los chiitas, con el 13%.

La división entre sunitas y chiitas se produce por la herencia del profeta Mahoma a su muerte, (632). Los sunitas favorecen el califato y la herencia de Abu Bark, suegro del Profeta. Los chiitas, en cambio, creen en la herencia directa de la familia del profeta, es decir, de su hija, Fátima y su marido, Alí. El hijo de Alí, Hussein,  murió asesinado karbala Irak, y es considerado el mártir de la religión chiita.

Tanto sunitas como chiitas tienen sus propios grupos armados: Hezbolla es financiado por los chiitas; Isis, Alcaida y los Hermanos Musulmanes pertenecen a la mayoría sunita.

Irán e Irak, por ejemplo, son países de mayoría chiita; en Siria, la mayor parte de los creyentes son sunitas, pero los alauitas, más cercanos a los chiitas, gobiernan el país con sólo el 13% de los creyentes. En Arabia  Saudita, la minoría chiita se encuentra en la parte occidental del país, es decir, la más  rica en petróleo, y la sunita, en los lugares santos de La Meca y Medina.

 

Se nos detenemos a analizar el poderío de Irán y lo comparamos con el de Arabia Saudita e Israel veremos, en primer lugar, que los iraníes tienen una población de 82 millones; Israel, 8,2 millones; Arabia Saudita, 32 millones. El PIB per cápita de Irán es de 5.353 dólares; el de Israel, de 39 mil dólares; el de Arabia Saudita de 52 mil dólares.

En cuanto a la exportación de petróleo, Estados Unidos exporta 11 mil millones de barriles al día; Rusia, 10 mil millones; Arabia saudita 10  mil millones; China, 4 mil; Irán e Irak, 3 millones de barriles cada uno; Kuwait y Emiratos Árabes, 2. 800.000 cada uno.

En cuanto al gas natural, USA, exporta 30 mil millones de millones de pies cúbicos; Rusia, 23 mil millones de millones, Irán, 8 mil millones de millones; Arabia Saudita, 4 mil  millones  de millones.

En gasto militar, Arabia  Saudita invierte 6,7 mil millones de dólares, que corresponde al cuarto país en el mundo en gasto militar, sólo bajo USA, China y Rusia.

No existe una relación mecánica entre poderío militar y éxito en la batalla, por ejemplo, Arabia Saudita, con el cuarto presupuesto mundial, hs sido derrotada por el país más pobre de la Península Arábiga, los Hutías, de Yemen.

Las aventuras  de estos tres matones que hacen gala de audacia, no han sido tan exitosas como, en su narcisismo creían, pues hoy el mundo es tripolar y no unipolar: Estados Unidos no se puede dar el lujo de invadir gratuitamente Corea del Norte, pues China se opondrá siempre; tampoco puede Estados Unidos y sus aliados – aun manteniendo a los islamitas radicales –   apoderarse de Siria, por consiguiente, rediseñar el mapa del Medio Oriente se está convirtiendo en una tarea casi imposible para estos tres matones.

El mundo tripolar exige el privilegiar el diálogo y mantener el sistema jurídico internacional. En este plano, la Rusia de Putin está cumpliendo una tarea  muy importante en el campo diplomático.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

17/05/2018

      Nota   Es necesario actualizar las cifras

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