Al menos la mitad de las cárceles en Chile presentan sobrepoblación, además de que los internos afrontan serios problemas de infraestructura en los penales, según un informe de la Gendarmería difundido este domingo.
"En 42 de 84 unidades carcelarias se exceden en la cantidad de internos por plaza máxima permitida", indicó el informe.
Entre los penales con mayor índice de sobrepoblación está el penal masculino de la ciudad central de Limache, que tiene un 279 por ciento de saturación, así como el Centro Penitenciario Femenino de Talca (sur) que opera con un 244 por ciento sobre su capacidad.
Según el informe, entre las consecuencias del hacinamiento están la falta de camas, el deficiente acceso a servicios básicos y malas condiciones de salubridad.
Revela, además, que penales de 10 regiones chilenas presentan problemas con el tendido eléctrico.
"El sistema carcelario en Chile es algo que preocupa. Es un tema grave", dijo la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Carmen Hertz, del Partido Comunista de Chile.
"Hemos sido denunciados ante organismos internacionales por la calidad de nuestras cárceles y las condiciones en las que viven los internos", agregó.
De acuerdo con la legisladora, "es necesario tomar medidas urgentes, como disponer de más recursos, habilitar espacios que están sin ocupar y tener una política integrada. Hay lugares donde sobra espacio y en otros que falta".
Desde el oficialismo se plantea como solución la construcción de penales concesionados, al permitir la entrada de capitales privados.
A su vez, el legislador de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados, Gonzalo Fuenzalida, del derechista Partido Renovación Nacional, dijo que "la realidad carcelaria no va a mejorar sino hay espacio, el que tiene que ser concesionado".
Según el legislador, "en las cárceles operadas por privados no hay hacinamiento. Las públicas están mal administradas, por lo que no dan abasto. Si no hay una política de verdad para construir cárceles, tendremos siempre el problema de la sobrepoblación".
La saturación en penales de Chile quedó en evidencia en diciembre de 2010, cuando un incendio en la cárcel de San Miguel en Santiago dejó 81 internos muertos.