Recientes informaciones de prensa indican que el Fiscal Nacional Jorge Abbott fue pauteado por al actual Ministro de justicia Hernán Larraín – en ese momento Senador de RN – en conversación agendada oficialmente con el Ministerio Público para hablar de la situación del senador pinochetista Iván Moreira.
La consecuencia directa del encuentro fue otorgarle a Moreira la suspensión del juicio por los dineros recibidos del holding Délano-Lavín-Penta y la emisión de facturas truchas. Moreira había confesado a los fiscales haber solicitado dinero a través de triangulación, es decir utilizando palos blancos.
El encuentro Abbott-Larraín fue el lunes de 18 de diciembre de 2017 a las 12:30 en la oficina del Fiscal Nacional. Al respecto, el diputado Hugo Gutiérrez (PC), expresó en su momento, que el motivo por el cual el Ministerio Público y la Fiscalía Nacional decidieron pactar una suspensión condicional y no ir a juicio oral contra Iván Moreira fue, principalmente, debido a la reciente elección de Sebastián Piñera como nuevo mandatario.
En menos de un mes el fiscal Guerra, el mismo que dejó de lado la acusación de cohecho para evitarle un juicio oral a los propietarios de Penta y a Wagner, el ex Subsecretario de Minería de Piñera I que recibió $ 42 millones para según indicios lograr que Penta participara en el directorio de Codelco, decidió otorgar al parlamentario una suspensión condicional del caso Penta, que lo liberaba de una eventual condena. El UDI Iván Moreira debió pagar multa de $35 millones equivalente al monto total de las boletas maliciosas dadas a Penta.
El ministro Hernán Larraín es el mismo que declaró que “la mayoría de los jueces del país son de izquierda”. Ahora podemos decir que todos los senadores que más tarde son Ministros de Justicia hacen gestiones para evitar que sus pares y correligionarios de ultraderecha sean juzgados al igual que cualquier ciudadano. En otras palabras todos los senadores se ponen por encima de la ley.
Por Leopoldo Lavín Mujica