En el marco de una nueva conmemoración del Día Internacional de las y los Trabajadores, dirigentes sindicales, parlamentarios, movimientos y partidos políticos que componen el Frente Amplio, queremos reafirmar nuestro compromiso con las luchas y reivindicaciones de los trabajadores, que son quienes realmente producen la riqueza y otorgan los servicios de que gozamos los chilenos, pero cuyas demandas son sistemáticamente invisibilizadas y hasta caricaturizadas por la élite empresarial y política.
La situación de la clase trabajadora en nuestro país es precaria, con una tendencia cada vez más generalizada hacia empleos inestables, de mala calidad, con bajos salarios, en un régimen de flexibilidad laboral extrema, acompañados de una creciente criminalización y entorpecimiento de la organización sindical. Los sueldos son bajos, más del 60% de las y los trabajadores percibimos menos de quinientos mil pesos al mes y el poder de negociación de los sindicatos es casi nulo, debido a la ley laboral chilena que burocratiza al máximo la labor sindical, pone trabas a la organización, facilita el reemplazo en la huelga y niega la negociación multinivel. Esta situación se verá agravada con la consolidación de la Reforma Laboral de 2017, que introduce nuevas figuras como los pactos de adaptabilidad, la determinación de servicios mínimos, el eventual reconocimiento de los grupos negociadores y la desvinculación definitiva de subcontratados y subcontratadas de la empresa mandante.
El panorama empeora cuando llega el momento de pensionarse para quienes han trabajado toda su vida en condiciones de precariedad laboral. De no mediar cambios estructurales al sistema de capitalización individual basado en la especulación financiera y administrada por las AFP, los trabajadores jubilados recibirán una pensión que no sólo estará por debajo de la línea de pobreza, sino que ni siquiera alcanzará para cubrir necesidades alimentarias básicas.
Chile es uno de los países más desiguales del mundo. Urge movilizarse por cambios que equilibren el poder entre trabajadores y empleadores, para conquistar así una mejor distribución de los ingresos y así vencer las profundas desigualdades. Por ello, queremos levantar con especial atención las siguientes demandas:
1.- Una nueva Ley Laboral que consagre los derechos a la negociación colectiva multinivel (interempresa y por rama) y a la efectividad de la huelga, únicas herramientas de presión de las y los trabajadores.
2.- Reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, para mejorar la calidad de vida y dar espacio para la vida familiar y personal. El trabajo no debe consumir nuestras existencias.
3.- El fin de las AFP y su reemplazo por un nuevo sistema previsional solidario, de reparto y tripartito. Asimismo, apoyamos prorrogar la cotización obligatoria de las y los trabajadores independientes en las AFP, hasta solucionar el problema contractual de quienes trabajan ilegalmente bajo la modalidad de honorarios, cumpliendo funciones habituales, y hasta que el sistema previsional de garantía de una pensión digna.
4.- Un sueldo mínimo que no sólo garantice las necesidades básicas de una familia promedio, si no que le permita una integración plena a la vida social.
5.- Limitar el uso del contrato a honorarios para evitar el abuso a las y los trabajadores en el cumplimiento de funciones habituales y el cumplimiento de la proporción 80/20 entre planta y contrata en el Estado.
6.- Prohibir el subcontrato en el giro principal de las empresas y promover la negociación colectiva entre los trabajadores de empresas contratistas y la empresa principal, pues es ésta quien establece indirectamente las condiciones de las y los trabajadores subcontratados.
Finalmente, rechazamos el constante asedio al mundo del trabajo tanto en el sector público como en el privado, a través del acoso laboral, los despidos injustificados, la discriminación por género y el manejo de los medios masivos de comunicación que invisibilizan la precariedad laboral y los altos niveles de endeudamiento a que se ven obligadas de las familias chilenas para cubrir necesidades básicas y derechos sociales. En contraposición a esto se expone a una élite con gran poder político y económico que se jacta de “dar empleo” e instalan un discurso de diálogo y agenda de progreso que no son tales, sino más bien retrocesos para el mundo laboral y la sociedad en su conjunto.
Nuestro desafío será impulsar estas y otras demandas en la labor política-sindical que desarrollamos y apoyar cada una de las demandas de quienes aboguen por más derechos para todas las y los trabajadores que contribuyen con su esfuerzo al crecimiento del país.
En este 1ero de Mayo, Día Internacional de los y las trabajadores,
¡¡Con fuerza y esperanza a continuar la lucha por los derechos de los trabajadores!!
Frente Amplio de Trabajadoras y Trabajadores
Mesa Nacional