Noviembre 24, 2024

¿Qué representa la victoria electoral de Abdo Benítez en Paraguay?

El candidato de la gobernante Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado), Mario Abdo Benítez, se impuso en las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Paraguay. 

 

Según el Tribunal Supremo de Justicia Electoral (TSJE), Abdo Benítez obtuvo más de 46 por ciento de los votos, mientras que el candidato Efraín Alegre suma más del 42 por ciento de los apoyos en unas elecciones en las que el nivel de participación en los comicios fue más del 60 por ciento.

 

 

El nuevo presidente es el hijo del secretario privado del dictador por 35 años de Paraguay, Alfredo Stroessner, vínculo del que busca desligarse pese a reconocer varios logros en materia de seguridad y economía durante este período.

 

El mandatario electo estudió en Estados Unidos, fue Subteniente de Reserva de Aviación de las Fuerzas Armadas y heredó una gran fortuna de su padre, Mario Abdo Benítez.

 

Entre sus logros políticos destacan el ser miembro y presidente del Senado.

 

 

El Partido Colorado es una agrupación política, de tendencia conservadora, que gobernó al país desde 1947 hasta 2008, cuando el obispo Fernando Lugo rompió esa tendencia.

 

Sin embargo, Lugo sería víctima de un golpe de Estado, tras el que volvieron los políticos tradicionales.

 

 

Pese a que en un inicio las encuestas marcaban cerca de 20 puntos de diferencia entre Abdo Benítez y Alegre, los boletines oficiales fueron acortando la diferencia entre ambos durante la jornada electoral.

 

Alegre, a pesar de que no reconoció la derrota de manera explícita, admitió la diferencia. Los 3,80 puntos porcentuales que los separa evidencian que no será un mandato contundente para Abdo.

 

De esta manera, se espera que tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados no haya mayorías, por lo que varios analistas coinciden en que Abdo deberá negociar con la oposición y sostener una gestión moderada.

 

 

Para el periodista Raúl Cazal, tras el sufragio se mantuvo "la dictadura del Partido Colorado" en el país.

 

En relación a las promesas de campaña emitidas por Abdo, en especial sobre el apoyo de la agricultura familiar, el analista duda de que en la producción familiar se vea algo relacionado con la titulación de tierras, ya que "iría en contra de la oligarquía que esta detrás de su partido".

 

Sin embargo, el nuevo mandatario paraguayo ha tenido posturas contrarias al trabajo del pueblo agrícola en el pasado, llegando a criminalizar a los campesinos, por lo que, para Cazal, existe una gran posibilidad de que el apoyo sea una promesa de campaña incumplida.

Según el periodista, los conservadores llaman populismo a los discursos políticos relacionados con cambios, pero son ellos los verdaderos populistas, ya que "cada cosa que prometen, no lo cumplen y lo que si cumplen, es lo que está en sus planes: el plan neoliberal".

 

Sobre Hugo Velásquez, el vicepresidente de la fórmula del Partido Colorado, el periodista sostuvo que el mandatario y su subordinado van en la misma línea, ya que "no hay ningún cambio", a diferencia de otras coaliciones.

Durante procesos anteriores como el de Fernando Lugo, se plantearon varias reformas que, pese a que fueron algo tibias, significaron cambios muy radicales en la historia del país.

 

En entrevista para teleSUR, el periodista también destacó que, pese al crecimiento económico y la estabilidad, esos resultados no llegan a la población, por lo que hay que esperar para vislumbrar si el recién electo presidente decide favorecer a las transnacionales o impulsar medidas en beneficio del pueblo.

 

 

Para el analista Adalberto Santana, la posición de Paraguay en la geopolítica continental representa una zona estratégica, especialmente en temas referentes a la integración de la comunidad suramericana.

 

Según Santana, en el país se mantienen las estructuras desde los tiempos de la dictadura de Stroessner, por lo que no ha habido modernización y cuando la hubo, ocurrió el golpe de Estado de 2012 contra Lugo.

 

Estas elecciones manifiestan que América Latina está entre dos bloques, el progresista y el conservador. En Paraguay, el conservador mantiene una posición como la del Partido Colorado, que continua con el dominio, aunque ha habido un crecimiento de las fuerzas liberales.

"Quizá en otros países veamos un escenario muy semejante", sostuvo Santana, en relación a las próximas elecciones de Colombia, Venezuela y México, que también muestran tendencias muy cerradas o favorables a los sectores progresistas de cada nación.

 

 

 

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