En febrero de 2018, todos los fondos excepto el fondo E perdieron cotizantes y solamente este último ganó afiliados. La caída de las bolsas, la perspectiva de una guerra comercial entre EEUU y China, las amenazas geopolíticas de escalada del conflicto de Siria, y la perspectiva de una nueva crisis financiera global, han desatado una fuga desde los fondos riesgosos hacia el fondo E, que es el menos riego, y en momento de crisis es el que tiene pérdidas más limitadas.
Los estudios arrojan, que a pesar de periodos acotados de buen rendimiento del fondo A, desde el año 2008 hasta ahora este fondo es el que tiene el menor rendimiento, y el fondo E en cambio es el que arroja mejores resultados. Sin embargo, toda la rentabilidad del sistema sigue una tendencia a la baja, por lo cual las pensiones se seguirán deteriorando.
Fundación SOL alertó que la mitad de las mujeres que jubilaron en febrero (2.838 nuevas pensionadas) solamente lograron autofinanciar una pensión igual o inferior a $27.193 por mes, un dato demoledor que muestra la rápida caída de los montos de las pensiones. Un deterioro que no se solucionará con $20.000 pesos en promedio aportados por el Aporte Previsional Solidario (APS) que añade el Estado, y que con la reforma parche que ofrece el gobierno de Sebastián Piñera, podría aumentar entre 3 mil y 4 mil pesos mensuales.
En el marco del sistema de capitalización individual de las AFP no hay posibilidad de pensiones razonables. Una rentabilidad a la baja por años sin perspectivas de mejora, el mercado laboral precario y con poca estabilidad laboral, las lagunas previsionales generalizadas, la baja cotización, la poca capacidad de ahorro de la gente hacen imposible que el sistema de AFP funcione. Hay que dar un giro estructural hacia un sistema de reparto basado en la solidaridad inter generacional y con un Fondo de Reservas Tecnico para asegurar la inversión en un desarrollo con énfasis en los intereses nacionales, las necesidades sociales y medioambientales, puede permitir mejorar inmediatamente las pensiones de un millón ochocientos mil jubilados actuales, y ofrecer mejores pensiones a los jubilados futuros.
Todo lo demás son parches, que el fracaso del sistema de AFP engullirá como un pozo sin fondo, y exigirá aportes crecientes del Estado agravando el déficit fiscal. La reforma del gobierno de Piñera, que busca mantener el sistema de capitalización actual es un fracaso anunciado.