Científicos de cinco centros chilenos están desarrollando el proyecto “1.000 genomas”, un plan que busca estudiar los genes de 1.000 personas y 1.000 especies endémicas no humanas que están presentes sólo en Chile, para construir la historia genética del país.
El estudio permitirá entender cómo ha influido el aislamiento geográfico de la nación, las características de las enfermedades que más afectan a los chilenos y conocer las particularidades de las especies no vivas, publicó este miércoles “El Mercurio”.
El proyecto estará a cargo del Centro de Gerociencia Salud Mental y Metabolismo (GERO), el Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), el Centro de Modelamiento Matemático (CMM) y el Centro de Regulación del Genoma (CRG), todas instituciones de la Universidad de Chile.
También participará el Instituto Milenio de Biología Integrativa de Sistemas y Sintética (MIISSB) de la Universidad Católica de Chile.
“Hasta ahora, el patrimonio biológico ha sido conocido parcialmente gracias a otros proyectos que han estudiado partes específicas del ADN, pero nos falta conocer todos los genes del chileno para poder hacer cosas útiles”, aseguró al medio local Miguel Allende, director del Centro de Regulación de Genoma.
El estudio, que utilizará la técnica de secuenciación, con la cual se obtiene información de todos los genes que hay en un individuo, no se centra exclusivamente a los genes de personas, sino también de especies endémicas no humanas, es decir, animales, vegetales y microorganismos.
Allende agregó que “hoy se agrupa a los pacientes de manera general. Si alguien tiene cáncer gástrico se le trata igual que a los demás que presentan esa enfermedad, pero si se estudia el ADN de una persona se puede tener un diagnóstico más preciso y personalizar el tratamiento, con lo cual se esperan mejores resultados”.
El académico de la Universidad de Chile detalló que “tomamos una muestra de sangre a la que le extraemos el ADN de algunas células y las corremos en una máquina que las fragmenta y luego las secuencia. Eso se pone en un computador que ensambla todos los genes”.
Según se precisó, este año se inició la búsqueda de 1.000 voluntarios de distintas etnias y regiones de Chile, con lo que se espera que el proyecto finalice en 2022.