Si alguna vez fue claro que el caso de Julian Assange nunca ha sido solo un caso legal, sino una lucha por la protección de los derechos humanos básicos es ahora.
Citando unos mensajes de twitter críticos sobre la reciente detención del presidente catalán Carles Puidgemont en Alemania, y tras lo que sería la presión de los gobiernos de Estados Unidos, España y el Reino Unido, el gobierno ecuatoriano ha instalado un bloqueador electrónico para evitar que Julian Assange se comunique en absoluto con el mundo exterior a través de internet y teléfono.
Para garantizar su aislamiento total, el gobierno ecuatoriano también se niega a permitirle recibir visitas.
A pesar de dos contundentes fallos de la ONU, que describen su detención como ilegal y que ordenan su liberación inmediata, Julian Assange ha sido efectivamente encarcelado desde su primer aislamiento en la prisión de Wandsworth, en Londres, en diciembre de 2010.
Julian nunca ha sido acusado de ningún crimen. El caso sueco que había en su contra colapsó y fue retirado, mientras que los Estados Unidos han intensificado sus esfuerzos para procesarlo. Su único “crimen” es el de un verdadero periodista: decirle al mundo las verdades que el público tiene derecho a saber.
Bajo su anterior presidente, el gobierno ecuatoriano se mantuvo valientemente en contra del poder intimidatorio de los Estados Unidos y le otorgó asilo político a Assange como un refugiado político. El derecho internacional y la moralidad de los derechos humanos estaban del lado del Ecuador.
Hoy, bajo presión extrema de Washington y sus colaboradores, otro gobierno en Ecuador justifica la mordaza de Assange al afirmar que “el comportamiento de Assange, a través de sus mensajes en las redes sociales, pone en riesgo las buenas relaciones que este país tiene con el Reino Unido, el resto de la UE y otras naciones”.
Este ataque de censura a la libertad de expresión no está sucediendo en Turquía, Arabia Saudita o China; sucede justo en el corazón de Londres. Si el gobierno ecuatoriano no cesa su acción impropia, también se convertirá en un agente de persecución, en lugar de la valiente nación que ha defendido la libertad y la libertad de expresión. Si la UE y el Reino Unido continúan participando en el escandaloso silenciamiento de un verdadero disidente entre ellos, significará que la libertad de expresión en efecto está muriendo en Europa.
Esto no es solo una cuestión de mostrar apoyo y solidaridad. Hacemos un llamamiento a todos los que se preocupan por los derechos humanos básicos para que pidan al gobierno de Ecuador que continúe defendiendo los derechos de un valiente activista de la libertad de expresión, periodista y denunciante.
Pedimos que se respeten sus derechos humanos básicos tanto como ciudadano ecuatoriano, así como persona internacionalmente protegida, y que no se lo silencie ni lo expulse.
Si Julian Assange no tiene libertad de expresión, no hay libertad de expresión para ninguno de nosotros, independientemente de las opiniones dispares que podamos tener.
Hacemos un llamamiento al presidente del Ecuador, Lenin Moreno, para que ponga fin al aislamiento de Julian Assange ahora.
Lista de signatarios:
Noam Chomsky, lingüista y teórico político
Oliver Stone, director de cine
Yanis Varoufakis, economista, ex Ministro de Economía de Grecia
Slavoj Žižek, filósofo, Instituto de Humanidades Birkbeck
Vivienne Westwood, diseñadora de modas y activista
Pamela Anderson, actriz y activista
John Pilger, periodista y cineasta
Brian Eno, músico
Alicia Castro, Embajadora de Argentina ante el Reino Unido 2012-16
Natalia Viana, periodista de investigación y co-directora of Agencia Publica, Brazil
John Kiriakou, ex oficial antiterrorista de la CIA y antiguo investigador principal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU.
Ray McGovern, ex analista de la CIA, asesor presidencial
Teresa Forcades, Religiosa Benedictina, Monasterio de Montserrat
Jacob Appelbaum, periodista freelance
Angela Richter, directora de teatro, Alemania
Sally Burch, periodista británico-ecuatoriana
Charles Glass, escritor americano-británico, periodista, radidifusor
Naomi Colvin, Courage Foundation
Chris Hedges, periodista
Srećko Horvat, filósofo, Movimiento Democracia en Europa (DiEM25)
Renata Avila, abogada de derechos humanos
Jean Michel Jarre, músico
Lauri Love, ciéntifica informática y activista
Saskia Sassen, socióloga, Columbia University
Vaughan Smith, periodista inglés
Joseph Farrell, embajador de WikiLeaks y miembro del directorio del Centro para Periodismo de Investigación
Ai Weiwei, artista