Chile acusó a Bolivia el miércoles de forzarlo “a negociar a perpetuidad”, “su obsesión”, “su fijación”, por la cesión de territorios marítimos en la costa del Pacífico, en el último día de la fase de alegatos orales que precede al fallo, antes de fin de año, del juicio que enfrenta a estos 2 países sudamericanos vecinos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
“Bolivia no vino a esta Corte a buscar una solución. En realidad lo que busca, lo que pretende Bolivia es obligar a Chile a negociar a perpetuidad, hasta que sea cumplida su obsesión, su fijación, su exigencia de obtener territorios soberanos chilenos”, dijo el canciller trasandino durante una emisión de prensa, al cabo de los alegatos orales de 10 días en La Haya.
Chile alegó sistemáticamente, entre el 19 y 28 de marzo que “nunca” contrajo una obligación de negociar con Bolivia una salida al mar y hasta restó valor a 11 resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) que declaró, entre 1980 y 1993, “asunto hemisférico de interés permanente” la mediterraneidad boliviana causada por su vecino trasandino hace 139, fruto de una situación de guerra.
También defendió a capa y espada, en sus alegatos de tres días, 9 horas en total, la vigencia del Tratado de 1904 que selló la frontera binacional de 980 km2 y aisló del mar a Bolivia, que tras la invasión a su entonces puerto de Antofagasta seguida de guerra fue obligada a resignar todo su litoral de 400 km lineales y 120.000 km2 de territorios de desembocadura.
“La conclusión es clara: Chile no contrajo ninguna obligación jurídica de negociar y menos una de negociar un acceso soberano al mar para Bolivia”, sentenció el canciller chileno al tiempo de descartar, de plano, entre 6 y 8 meses antes de que la Corte pronuncie su fallo, que su país otorgue a Bolivia un paso propio al mar Pacífico.
“Quiero ser muy claro: esto jamás lo aceptaremos porque lo único perpetuo es el Tratado de 1904”, subrayó Ampuero.
En su estrategia jurídica, Chile incorporó, incluso, lejos del procedimiento de la Corte, temas de orden interno de la política boliviana, tales como la postulación del presidente Evo Morales en las elecciones de 2019 y atacó la tesis boliviana de que una decena de actos formales y concretos de Estado entre 1920 y 2011 le generaron la obligación chilena de sentarse a negociar la cesión de una salida soberana al mar para Bolivia.
“Las falencias de la argumentación boliviana quedaron estos días al descubierto. Bolivia no ha sido capaz de precisar el momento de la creación ni el contenido de la obligación. Hemos construido un relato basado en la verdad, en la justicia y anclado en el derecho internacional y la veracidad histórica. Ha sido un alegato macizo, contundente y demoledor”, apuntó Ampuero.
Bolivia y Chile podrán aún cruzar por escrito una ronda más de alegatos y esperar el fallo de la Corte entre octubre y diciembre que vienen.
Por vía de su canciller Fernando Huanacuni y su agente ante la CIJ, Eduardo Rodríguez Veltzé, Bolivia formalizó su decisión de acatar el fallo y pidió que su contraparte chilena también se empeñe en ese sentido.
Preguntado por la prensa chilena, Ampuero evitó referirse al tema.