El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió el lunes pergeñar la estrategia “post fallo” de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), previsible para el último trimestre de 2018, luego de concluidos los alegatos orales de su país en el juicio marítimo instaurado a Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.
“Vamos bien, estamos bien, pero quiero decirles que sigue la tarea, este tipo de trabajo debe consolidarse, son un aporte importante los alegatos”, dijo al instar al equipo de juristas nacionales e internacionales, a los expresidentes Guido Vildoso (1982), Jorge Quiroga (2001-02) y Carlos Mesa (2003-05) y a tres excancilleres, Javier Murillo de la Rocha, Carlos Iturralde y Gustavo Fernández, además de la Cancillería boliviana, el Ministerio de Justicia, la Procuraduría y la Dirección de Reivindicación Marítima, perfilar la continuación de la estrategia de reclamo marítimo de Bolivia.
“Cómo nos movilizamos en el post fallo, esa fuerza de la razón nos puede devolver lo que todos soñamos: volver al Océano Pacífico”, propugnó.
Antes de devolverse a Bolivia, Morales, que llegó la víspera a esta ciudad del sur holandés para escuchar la última ronda de los alegatos de su país en el juicio marítimo a Chile en la CIJ demandó de sus colaboradores expugnar la forma de instrumentar la mejor política de reanimar la relación con Chile.
“Cómo construir puentes de entendimiento y no muros de enfrentamiento. La gran ventaja es que en organismos internacionales y el pueblo chileno, hay algunos que apuestan por la solución” pacífica y concertada a la reivindicación marítima de Bolivia.
Morales partió rumbo a Bolivia hacia las 21h00 holandesas (15h00 bolivianas), dos días antes de la conclusión de los alegatos chilenos del miércoles.
Se trata de la última instancia procesal del juicio marítimo radicado en 2013 por Bolivia a Chile en la CIJ, principal órgano de la Naciones Unidas.
El fallo en este caso podría escucharse entre octubre y diciembre próximos.
Mientras Bolivia urge que Chile retorne a la mesa de negociaciones, de la que se levantó en 2011, como muchas veces a lo largo del último siglo, su contraparte se niega en rotundo a restaurar la cualidad marítima boliviana, perdida hace 139 años.
Chile invadió en 1879 el entonces puerto boliviano de Antofagasta.
Y tras desatar una guerra que también implicó a Perú, se apropió del todo el litoral boliviano de 400 km lineales y 120.000 km2 de territorios.