Noviembre 16, 2024

El Papa en un puño: La policía, el abuso de autoridad y la libertad de prensa

marcha_laica4

marcha_laica4La muestra de poder que ha dado la iglesia en España no necesita comentario. La prepotencia del Partido Popular inflada por los futuros éxitos electorales que asoman en el horizonte, es tan obvia que no sé yo si necesita más tinta. Está claro quién manda.

 

 

 En estos días hemos presenciado todo tipo de comentarios, protestas y algarabías sobre la visita de un jefe de estado a Madrid, porque el Vaticano es un estado independiente reconocido por la ONU con una renta per cápita de 407.000.oo euros. Otros jefes de estado a veces llegan y se van sin que nadie se dé cuenta, pero claro, no son los presidentes de uno de los países más ricos y poderosos del mundo.

 

Se escuchan en estos días comentarios anacrónicos, insultos, desprecios contra los que según ellos ocupan la calle de forma ilegal. Supuestamente, en democracia NO hace falta permiso para salir a la calle, para expresarse, de forma individual o colectiva, para protestar si hiciera falta, pero hoy hay ley marcial y estado de sitio de facto y protestar se castiga como un delito. ¿Es esta la democracia socialista de puño en alto y OTAN fuera que España soñaba hace 20 años?  El viejo puño cae sobre los jóvenes de hoy.

 

Como siempre, aquellos que están en contra no tienen cabida en el mapa social. Lo feo hay que sacarlo de la foto, por la fuerza si es necesario. No conozco a ningún grupo del 15-M, Indignados o similar que haya impedido o prohibido la libre circulación de otros ciudadanos por la vía pública, pero de ello se les acusa, excusa, para barrerlos a cañonazos. ¿Será el Corte Inglés quien lleva la batuta de esos comerciantes que se quejan? La voz de su amo.

 

Sí, quizá para algunos resulte molesto ver gente en la calle protestando. Preferirían que todo el mundo se quedara en casita, sin hacer nada, quejándose al espejo o a la pantalla inerte de la tele. Pero no, aún hay sangre en las venas de éste país y por mucho que les pese, esa sangre sigue siendo roja.

 

Los que llevan hielo en las venas y se quedan como estatuas, como buenos ciudadanos responsables, dignos de un estado serio, como diría Aznar, se ofenden y no les gusta la actitud de esos jóvenes, grupos según ellos en minoría, que se atreven a gritar y exponer las injusticias. Hierve entonces ese hielo y se pone en marcha la máquina de vapor de la represión. Sí, por desgracia son minoría.

 

Los más de 9 millones de votos blindados del PP nos hacen pensar que hay hasta obreros de derechas en este país. Una contradicción inexplicable, pero real. Otra contradicción teórica es la de políticos del PSOE que va a misa. Los del PP no sorprenden, porque todos sabemos que llevan en su sangre azul, el recuerdo y la huella de un dictador al que tratan de restituir en las páginas de la historia como jefe de estado y no como lo que fue; un asesino fascista. ¿Qué clase de gente defiende a un asesino y se arrodilla ante el Papa?

El neo-fanatismo católico no es un asunto español, si no global. La iglesia, ese estado independiente, ha metido su mano, derecha, y ha conseguido posicionarse ya en muchos países del mundo camuflados como partidos políticos, controlando sus economías y destinos, siendo Latinoamérica su jardín  más productivo. Por ejemplo, en Chile están haciendo de golpe lo que en Europa lleva años ya en proceso: que los pobres no tengan acceso a la universidad ni a la educación de calidad. La educación debe ser según la derecha neoliberal, solo para ricos y los hijos de los ricos, católicos, por su puesto. Pensar que no hay objetivos comunes acordados en cumbres internacionales sería una ingenuidad.

La CNN en español que se ve en EEUU, realizó ayer una entrevista en directo con un pseudo corresponsal vía Skype llamado Alex Navajas, desde Madrid. Según él, la capital era (textualmente) una fiesta (…) se respira alegría y esperanza. Aclaró que las exigencias de los pequeños grupos que protestan, a los que definió como ateos y anticatólicos, están basadas en una mentira ya que ni el estado ni el gobierno regional, ha gastado un céntimo en esta visita-show. La CNN anunció declaraciones de la contraparte, pero nunca salieron en antena. El Sr. Navajas afirmó que el Papa era el representante de Jesús en la tierra. Me pregunto de qué lado estaría ese Jesús hoy en día. Probablemente apaleado en la calle Carretas. Como decía una pancarta: “Jesús estaría en Somalia”. Doce millones de personas muriendo de hambre mientras este representante oficial de Jesús, se gasta cien millones de euros en un desfile.

Es en estos días, cuando vemos también escandalosas actuaciones policiales, que en una democracia real deberían estar ya condenadas por la fiscalía.

Cuando se publicó el video de un borracho pateando a una mujer en el metro, la fiscalía actuó de oficio y a esta persona se la identificó y se la llevó a juicio. Cuando apareció un video de ciudadanos golpeando y persiguiendo a un policía de paisano en las calles del país vasco, el gobierno actuó sin pestañear. ¿Acaso es más fácil identificar a un desconocido en el metro o en la calle que a un policía en acto de servicio?

Cuando aparecen videos de la policía abusando de su autoridad, insultando, golpeando o cometiendo actos de violencia contra ciudadanos, nadie actúa. El gobierno no mueve un dedo, la fiscalía se vuelve ciega y sorda. La justicia se vuelve paralítica, como Pinochet. Siempre hay excusas para no hacer valer las leyes en estos casos.

Se han visto videos de policías nacionales, antidisturbios, recorriendo las calles cual jauría de matones, golpeando ciudadanos por capricho. Incluso hay un video de un policía nacional (bien flanqueado por otros agentes cómplices) abofeteando a una niña, y después golpeando a un periodista por llamarles la atención. ¿Por qué lo hacen? Por puro capricho. Porque pueden, simplemente.

En el video mencionado, el policía abandona en el suelo a un periodista al que acaban de golpear… inconsciente. ¿No es un delito llamado denegación de auxilio? Y golpear a una niña… ¿no es violencia machista? Seguro que ese policía luego va a detener a los que pegan a las mujeres. Qué paradoja tan absurda.

Cuando el Conseller d’Interior de la Generalitat de Catalunya, Felip Puig  trató de defenderse de las críticas, tras las penosas cargas policiales en Barcelona, dijo algo que me pareció una idea genial: que todos los agentes lleven una cámara de video en el casco, que grabe todo lo que hacen y dicen. Resolvería toda duda. Claro que el Conseller tenía otras intenciones, pero la idea no deja de ser genial, y perfectamente viable con la tecnología moderna. ¿Por qué no la llevan? Porque los sindicatos de la policía se niegan. No quieren tener pruebas de su comportamiento, pruebas que les incriminarían y con las cuales se les podría llevar ante la justica, pruebas que la justicia no podría dejar desechar. La verdad es que sería la mejor solución a las críticas. Sería su mejor defensa. Por desgracia no ocurrirá nunca por la misma razón que no llevan un número visible de identificación.

¿Por qué no pone cámaras en los cascos de los antidisturbios el Ministerio del Interior? Por falta de presupuesto no será, porque sólo con los gastos de la visita del Papa daría para ponerles a TVE en cada mochila. Tienen miedo de hacerlo, porque saben que sería el fin de su impunidad. Los políticos no tendrían ya ese puño de hierro para golpear a su antojo.

La actitud de los agentes en estas últimas fechas de conflictos sociales, es prácticamente la misma que en épocas de Franco, separada solo por finísimas barreras legales que les impiden llegar hasta donde ellos desearían. ¿Pueden estos policías tener el más mínimo respeto por ellos mismos? ¿Orgullo por su trabajo? ¿Dónde está ese orgullo cuando golpean a una niña? ¿Les gusta que los ciudadanos les miren con asco?

La libertad de prensa en España está supeditada al capricho y la prepotencia de los agentes de policía, que actúan y hacen lo que les da la gana porque saben que nadie les va a llevar a juicio. Saben que hay una red que les protege. Saben qué tienen que hacer para ser ellos las víctimas y darle un giro de noventa grados a cualquier acusación o denuncia.

¿Qué pasaría en esas cargas policiales si tuvieran la seguridad de que no hay cámaras pendientes? ¿Hasta dónde llegaría la brutalidad?

Un periodista tiene derechos, pero no difieren mucho de los de cualquier otro ciudadano. Omito ya la falta de educación, el trato vejatorio e insultante que recibe toda persona que cae en sus furgonetas, porque eso es ya algo tristemente “normal”, costumbre en un agente de policía. Humillar, insultar y reírse de la gente o del detenido es algo que hacen tan bien, que pareciera originado en las escuelas donde se les da la formación. ¿Y cómo se defiende un ciudadano, periodista o no, de este trato? De ninguna manera, porque aunque la ley lo tiene todo muy claro y muy estructurado, la realidad es que al final son ellos los que te denuncian y son los jueces los que aplican sanciones y multas sin mirar nunca las causas o razones. Es una amenaza en el aire. Ir a juicio contra un policía es caso perdido. Pareciera que la justicia simplemente tiene un acuerdo tácito con los cuerpos de seguridad del estado. Algo digno de cualquier dictadura.

Los medios “con permiso de trabajo” son solo aquellos que obedecen a los dictámenes y se autocensuran, son los medios que no se atreven a salirse de la raya que pintan los poderosos porque dependen de ellos. Nunca graban lo que no hay que grabar y nunca difunden lo que pudiera hacer daño a las autoridades. Los demás medios son potencialmente libres… peligrosos y eso no es bueno para quienes desean controlar a la sociedad. Nunca lo ha sido.

Un medio de comunicación no es más o menos importante que otro a ojos de la justicia, o no debería serlo. Un periódico, un medio web, una revista a ojos de la justicia es igual de importante sea cual sea el número de gente que la lee. No importa cuánto le pagan al periodista, cuántos empleados trabajan en el medio o cuán grande sea su cobertura.

Un periodista, y que me perdonen los puristas de la profesión, puede ser todo aquel que trate de recabar información, incluyendo de forma gráfica, para distribuirla después a los  demás ciudadanos. Tenga título o no. De hecho, los periodistas más famosos de la historia, especialmente los gráficos, no han tenido título y no por eso dejan de ser profesionales. El famoso carnet de prensa, solo informa del medio al que se pertenece, pero no da ni quita más o meneos derechos.

Los gobiernos no deberían limitar el derecho a informar en base a un capricho o un interés determinado. Una cámara, tiene los mismos derechos de trabajar, ya sea del periódico más vendido en Europa, o del más pequeño. Ante la ley y la justica no debe haber ninguna diferencia y se le debe permitir realizar su trabajo con la misma dignidad y libertad. ¿No pueden trabajar entonces los periodistas o fotógrafos independientes free lance en éste país?

Que lo digan entonces; que digan que nadie tiene permiso de ejercer la libertad de prensa sin un permiso previo de Moncloa. Moncloa no lo dice, deja que la policía se encargue de la criba y la discriminación.

¿Por qué no hay una reacción conjunta de todos los profesionales de este medio? ¿Una protesta? ¿Una llamada seria de atención a los gobiernos?  Porque ningún medio grande quiere morder la mano que le da de comer y no aceptarán estar junto a sus compañeros de profesión. Eso habla muy mal de los sindicatos, uniones y organizaciones de prensa en España. No hay una unión, ni siquiera cuando ven sus libertades más básicas amenazadas. Si no se pone un freno, si no se piden explicaciones, si no se protesta de forma contundente, todos los periodistas perderemos el derecho y la capacidad de trabajar.

Si la policía se siente capaz de cometer atropellos impunemente sabiendo que se les da “permiso”, mañana subirán el listón. ¿Qué les impedirá hacer cosas peores? ¿Quién se lo va a impedir?

La importancia de la libertad de prensa, la importancia que tiene la libertad de poder informar y de informarse, de ver, mirar, grabar, transmitir esa información sin ningún tipo de impedimentos es la base de la libertad. Está estipulado así en la constitución de 1978. Los agentes de policía actúan en contra de las libertades más básicas, algo que representa un delito según la Ley Orgánica 2/1984, del 26 de Marzo en su Artículo 542. Incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a cuatro años la autoridad o el funcionario público que, a sabiendas, impida a una persona el ejercicio de otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las leyes.

El ministro del Interior, máxima autoridad, conoce estas actuaciones y mira hacia otro lado. ¿Qué tipo de candidato a la presidencia de gobierno puede ser el Sr. Rubalcava, cuando permite estos abusos? ¿Es esa la España que nos espera votando al PSOE? ¿Cuál será entonces la España del PP?  Solo por ser el responsable máximo de la policía, el ministro del interior debería pedir perdón, abrir expedientes contra los agentes y después renunciar a su cargo. No lo hará, en un claro acto de perjurio. ¿No juró en su día defender la constitución y las leyes? ¿Y por qué ningún miembro del gobierno se lo reclama? Porque tendrían que criticar a su candidato a la presidencia. A su socio, a su amigo. Eso para ellos vale más que la constitución.

La policía nacional en España, esta tristemente acostumbrada a hacer lo que le da la gana, y sabe que puede acusar a cualquier periodista de lo que quiera, llevarle a juicio, mentir en el juicio, hacerse las víctimas y hasta cobrar multas e indemnizaciones. Quieren que les tengamos miedo porque en definitiva les conviene.

Es un fenómeno global. Los gobiernos tienen miedo de las redes sociales, de la prensa, de cualquier medio capaz de decir lo que ocurre, tienen miedo a la verdad. Tienen miedo de los jóvenes que salen a la calle, miedo a todo aquel que es capaz de levantar la voz. Saben que la situación actual es lo suficientemente grave como para causar una revuelta social sin precedentes. Por eso es mejor que nadie sepa y si sabe, que no se lo pueda comunicar a los demás. Especialmente en época de elecciones.

Los policías se han convertido en los perros guardianes de esos gobiernos temerosos, que muerden a todo  aquel que se acerca a la libertad. Son la fuerza bruta, un puño que golpea con el permiso y beneplácito de quien les paga su salario. Golpean por dinero sin importarles la ley o los derechos del ciudadano. Muerden y muerden sin saber a quién, porque los perros rabiosos no entienden razones. Lástima que la ley no sea collar suficiente para estos perros de presa.

Aunque me duela, terminaré admitiendo que Ana Botella tiene razón: El Papa debe tener la misma libertad de expresión que el indignado de Sol, es decir, con un policía pegándole. Me gustaría ver al Papa abofeteado por un Policía nacional, acosado, correteado por las calles como a los indignados de Sol y que en los medios de comunicación del PP, en Telemadrid, por ejemplo, se le acuse de violento y provocador con imágenes falsas. Me gustaría ver a Ana Botella o a Benedicto poniendo la otra mejilla al ser abofeteados por policías.

Es el retrato perenne de las dos Españas, solo que esta vez, con refuerzos internacionales.

 

Pablo Jato

World Image Press

Copyrightfree

 

Notas adicionales:

El Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
Adoptado por la Asamblea General de la ONU en su resolución 34/169, del 17 de diciembre de 1979 y aceptado por el estado español dice:

Art. 7ª-Cualquier acto de corrupción, lo mismo que cualquier otro abuso de autoridad, es incompatible con la profesión de funcionario encargado de hacer cumplir la ley. Debe aplicarse la ley con todo rigor a cualquier funcionario encargado de hacerla cumplir que cometa un acto de corrupción, ya que los gobiernos no pueden pretender hacer cumplir la ley a sus ciudadanos si no pueden, o no quieren, aplicarla contra sus propios agentes y en sus propios organismos.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=VFXvEpuwejs

Respecto a los policías que atacan a la prensa y le impiden el libre desarrollo de su labor profesional, la Ley Orgánica 2/1984, del 26 de Marzo se pronuncia así:

Artículo 542. Incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a cuatro años la autoridad o el funcionario público que, a sabiendas, impida a una persona el ejercicio de otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las leyes.

Recordemos que la libertad de prensa, de informar, es un derecho fundamental que ampara la constitución española en su artículo 20.

Artículo 20. / 1. Se reconocen y protegen los derechos:

a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.

d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.

2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.

LINKS

http://www.youtube.com/watch?v=9zJCgUu5mtE&feature=player_embedded

Ver a partir del minuto 1:25

http://www.kaosenlared.net/noticia/respuestas-policias-ante-video-agreden-chica-fotoperiodista-daniel-nue

http://www.forocnp.com/foros/viewtopic.php?f=4&t=12147

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=VFXvEpuwejs

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=-Qspo8HYH28

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=yNE8pah-ZLQ

http://www.kaosenlared.net/noticia/periodista-valiente-intereconomia-entra-directo-habla-brutalidad-polic

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *