El pasado domingo por medio de una entrevista en La Tercera el ministro Gerardo Varela ratificó su concepción de la educación como un bien de consumo y mencionó que el Movimiento Estudiantil “se va a dar cuenta de que su verdadero deber no está en la calle, sino que en la sala de clases.”
Frente a esto Juan Pablo De la Torre Morales, presidentede la Feusach, una de las universidades que ha estado más comprometidas con las movilizaciones en los últimos años, expresó que “el tiempo de gobernar sin preguntarle a nadie ya pasó, si bien tuvimos una elección donde la derecha ganó, ha habido multitudinarias movilizaciones en los últimos años que dan muestra de una demanda de mayor participación de la ciudadanía en diferentes materias”.
Respecto al supuesto ánimo dialogante y la declaración de que el ministro y los estudiantes están en el mismo barco, el dirigente estudiantil agregó “Parece que es el ministro quien no quiere dialogar, está más preocupado de evitar eventuales marchas que de dialogar sus propuestas con los actores de la educación, eso muestra debilidad de las ideas de la derecha para gobernar”. Asimismo, se refirió al perfil del ministro para abordar la agenda de educación “parece que el ministro no entiende que en democracia las leyes se discuten con la gente en vez de decretarse, debe entender que gobernar una empresa no es lo mismo que gobernar un país”.
En la misma entrevista el titular expresó que “hay 17 millones de chilenos financiando a 700 mil que estudian gratis. Esos 17 millones de chilenos lo que esperan ver es un retorno por su inversión”, frente a esto desde la histórica federación de estudiantes respondieron “es efectivo que hoy 700.000 estudian gratis, como también lo es que más de 1 millón de chilenos están endeudados por educarse, que en los últimos años 3 universidades han cerrado, que el 30,5% de los estudiantes que dan la PSU no supera 500 puntos, y que aún hay familias que no pueden enviar a sus hijos a la universidado incluso al colegio, porque miles de jóvenes, pese al esfuerzo, no logran el puntaje necesario o simplemente deben salir a trabajar para llevar comida a sus hogares”.
También el egresado de Ingeniería Civil Industrial y estudiante de Magíster en Ciencias de la Ingeniería llamó a tomar responsabilidad del posible efecto que tendrían las marchas en la excelencia de la educación chilena “No sé si está jugando a ser mediático o simplemente es ignorancia disfrazada de arrogancia, ya que no existe ningún indicadorserio que demuestre lo que él manifiesta. Por lo demás, y como él debe saber bien, los estudiantes para cerrar nuestros años académicos debemos recuperar las horas que falten en el currículo académico, tanto en colegios y universidades, de lo contrario el MINEDUC no podría validar los semestres o años lectivos.”
Respecto al rol de los estudiantes en el ciclo actual el estudiante manifestó “El lugar de los estudiantes por supuesto está en las aulas y también está en las calles, cuando tenemos una educación que nos precariza día a día y posee una dudosa calidad en generanace la necesidad de proponer y movilizarse.El Estado debe entregar una educación que nos enseñe a pensar y no solamente responder a las necesidades del mercado”. A esto sumó “lo que estamos poniendo sobre la mesa es la mala educación a la que se enfrentan las miles de familias chilenas y no solo al financiamiento de esta, pese a los acotadosrankings internacionales que se empeñan en mostrarnos”
En última instancia expresó lo siguiente“Hoy estamos más preparados, con mejores propuestas y con una mirada mucho más amplia que el 2011, porque hemos aprendido de ese proceso por lo que estamos abiertos al diálogo, pero un diálogo serio que aborde acceso, financiamiento, excelencia, democracia y educación no sexista en nuestras aulas. Eso si no estamos dispuestos a la burla de que marchamos por marchar, ya que nos seguimos manifestando porque muchas cosas siguen mal en nuestro país y educación no es una excepción, por lo que estamos abiertos al diálogo, pero a un diálogo serio, en vez de a uno lleno de caricaturas”