El Departamento de Estado de EE.UU. acaba de desclasificar una grabación obtenida por avión de guerra Boeing F/A-18 Super Hornet donde se aprecia un objeto volador no identificado volando a alta velocidad.
El video, publicado el 9 de marzo por el portal To the Stars Academy of Arts and Science, fue grabado en la Costa Este del país norteamericano en 2015.
El misterioso objeto fue captado por los pilotos gracias al avanzado radar ATFLIR, basado en sensores infrarrojos. En el video se aprecia un punto blanco moviéndose a gran velocidad y cómo los sorprendidos pilotos comentando la situación. “¡Lo tengo!”, se alegra uno de los piloto al ubicar el objetivo con el radar.
A raíz de este nuevo caso desclasificado, Christopher Mellon, exdirector de personal del Comité de Inteligencia del Senado y ex vicesecretario adjunto de la Sub-Secretaría de Defensa de Inteligencia para las administraciones de Bill Clinton y George W. Bush, ha criticado el silencio del Pentágono y el Departamento de Defensa sobre el fenómeno ovni.
Mellon comenta en un artículo publicado en The Washington Post, que tiene conocimiento de “numerosas conversaciones” de funcionarios del Pentágono en las que califican estos fenómenos de “incidentes aislados”.
El ex alto funcionario comenta que su colega Luis Elizondo, que dirigió un programa de Inteligencia del Pentágono destinado a estudiar las evidencias de ovnis “renunció el otoño pasado para protestar por la falta de atención gubernamental” declara el experto.
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El exasesor menciona también casos descritos en algunos informes reseñados por el personal del portavión USS Princeton en 2004, cuyo radar registró el descenso de aeronaves no identificadas desde alturas atmosféricas “a velocidades supersónicas”, deteniéndose unos metros sobre el océano. “Estados Unidos no posee nada capaz de tales hazañas”, recalca Mellon.
También recuerda otros dos casos cuando cazas F-18 estuvieron involucrados en una persecución de ovnis que describieron como aparatos “blancos de aproximadamente de 13 metros de largo”.
Ante este tipo de evidencias, el experto no entiende por qué el Gobierno de EE.UU. no ha manejado el tema con mayor empeño. “Si el origen de estos aviones es un misterio, también lo es la parálisis del Gobierno”, se lamenta.
¿Ovnis o una nueva “carrera espacial”?
En su artículo Mellon sugiere que si estos ovnis son en verdad una muestra de que “Rusia, China u otra nación están ocultando asombrosos avances tecnológicos”, EE.UU. debe estar preparado para afrontar estos retos, tal y como lo hizo en los años 50 cuando competía con la URSS en la carrera espacial.
“Es hora de dejar de lado los tabúes con respecto a los ovnis y, en cambio, escuchar a nuestros pilotos y operadores de radar”, reclama Mellon.
El fenómeno cobró relevancia el pasado mes de diciembre cuando el Departamento de Estado desclasificó dos videos de la misma naturaleza y se desveló un programa secreto del Pentágono para la Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas.