Noviembre 15, 2024

Atropellos al patrimonio: Proyectos inmobiliarios y hallazgos arqueológicos mapuche

¿Cuántas veces empresas constructoras en el marco de proyectos inmobiliarios han tenido hallazgos  arqueológicos mapuche y guardan silencio y ocultan evidencia para evitar detener las obras?

 

 

Nuevamente un hallazgo arqueológico que habría sido silenciado por la empresa contratista responsable de obras inmobiliarias y de parcelación en Panguipulli deja en evidencia la falta de fiscalización frente a este tipo de actividades con respecto al patrimonio de los Pueblos Originarios.

Vecinos habrían dado cuenta de un hallazgo arqueológico en medio de la construcción de un proyecto inmobiliario y de parcelación en la comuna de Panguipulli los que  habrían sido encontrados en una amplia extensión, sin embargo, se habrían silenciado presumiblemente para evitar la detención de las obras, hecho que ha comenzado a ser investigado por la PDI y el Consejo de Monumentos Nacionales, lo que podría ser objeto de una judicialización en contra de los particulares responsables por no aportar los antecedentes oportunamente.

Según ha trascendido, habrían sido unos 12 cántaros (metawe) los hallados en medio de las obras  en el lugar que se llama “la vuelta de la guitarra”, proyecto inmobiliario: “Bahía Panguipulli”, en el camino Chauquen km 3, Fundo Pelipulli (donde se encuentra el espíritu o en busca del espíritu en mapudungun), encontrándose in situ solo uno en dependencias de las obras este miércoles 7 de febrero de 2018, los demás habrían sido “guardados” por responsables de la empresa contratista, sin embargo se desconoce si se habrían recuperado.

El proyecto en cuestión es de la Inmobiliaria Ambienta, que involucra a un grupo de socios encabezados por el ingeniero Claudio Cordero, junto al economista Paul Fontaine, el animador Rafael Araneda y otros inversionistas minoritarios.

Otro hecho que tampoco tuvo fiscalización por parte de la institución pertinente, en este caso Conaf, es la tala de árboles nativos ante la construcción sobre humedales donde se habrían realizado además cortes de árboles del bosque nativo como Coigues, canelos, boldos gigantes y junquillos.

De acuerdo a la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, los sitios arqueológicos y los diversos objetos que en ellos se encuentran son Monumentos Nacionales protegidos y de acuerdo al artículo 26 °  “toda persona natural o jurídica que al hacer excavaciones en cualquier punto del territorio nacional y con cualquier finalidad, encontrare ruinas, yacimientos, piezas u objetos de carácter histórico, antropológico, arqueológico o paleontológico, está obligada a denunciar inmediatamente el descubrimiento al Gobernador Provincial, quien ordenará a Carabineros que se haga responsable de su vigilancia hasta que el Consejo se haga cargo de él. La infracción a lo dispuesto en este artículo será sancionada con una multa de cinco a doscientas unidades tributarias mensuales, sin perjuicio de la responsabilidad civil solidaria de los empresarios o contratistas a cargo de las obras, por los daños derivados del incumplimiento de la obligación de denunciar el hallazgo”, según indica este cuerpo normativo.

Por su parte, con respecto al área deforestada y que involucra terrenos de un humedal como cuerpo de agua natural, corresponde allí a un bosque nativo de conservación y protección, que tiene una categoría especial, donde existen regulaciones normativas claras y precisas, para no afectar  a la fauna que vive en el lugar. Desde ese punto de vista CONAF, es el órgano encargado de fiscalizar e interponer las denuncias correspondientes ya que está considerado en la norma de protección ambiental de la Ley de Bosque Nativo, sin embargo, hasta el momento, esta institución no habría intervenido.

Especialistas en conservación han señalado que la protección de estos espacios es fundamental para la vida de aves acuáticas, ribereñas y migratorias – que se alimentan, descansan y se reproducen en estos sectores, así como para algunas especies de peces y anfibios endémicos, siendo indispensable que se protejan todos los bosques nativos que rodean a los esteros y los ecosistemas acuáticos, dado que evitan la erosión, aportan micronutrientes al cuerpo de agua, y favorecen de esta forma a la flora y fauna.

Otro hecho que ha generado controversia con respecto a este proyecto inmobiliario, es su impacto al lago Panguipulli el que se encuentra ya saturado, en una Zona de Interés Turístico (ZOIT) y cuya envergadura y el hacinamiento de decenas de lotes que se aparta totalmente del espíritu de desarrollo en zonas rurales podría generar mayores daños, considerando que este proyecto involucra asfaltos de caminos externos, bandejón central,  calles internas asfaltadas, canalizaciones eléctricas subterráneas, casas con plantas de tratamiento individuales de aguas servidas y red de Agua Potable, con 3 Marinas, cancha de Golf , canchas de pádel, entre otras, club house, Gimnasio, Sauna, Jacuzzi interno y externo,  lagunas y espejos de agua, helipuerto, según indica este mega proyecto.

Este tipo de hallazgos no es nuevo dentro de la comuna de Panguipulli. En mayo del 2015 fueron encontrados numerosas especies arqueológicas en el marco de trabajos en la ruta 201 CH entre Bocatoma-Pilinhue, cuyas obras han sido realizadas  por la empresa Inge-Proc, razón por la cual un tramo debió detenerse.

Para especialistas en arqueología, este tipo de hallazgos, como cántaros de greda (Metawe), encontrados en una amplia zona, podría ser parte de una concentración mayor, incluyendo un antiguo cementerio mapuche.

Por su parte, organizaciones mapuche evalúan intervenir frente a estos hallazgos, atendiendo las normas internacionales que se refieren a la protección de este tipo de patrimonio indígena según Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU sobre los derechos de los Pueblos Indígenas.

Erica-Irene A. Daes, ex  Relatora Especial de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías. Ex Presidenta del Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de Naciones Unidas a finales de los 90, ha señalado que este tipo de hallazgos es parte del patrimonio de los pueblos indígenas y que está protegido por normas internacionales en ese sentido, donde cada comunidad indígena debe mantener un control permanente sobre todos los elementos de su propio patrimonio. “Puede compartir el derecho sobre determinados elementos del mismo, con arreglo a sus propias leyes y procedimientos, pero siempre se reserva el derecho permanente a determinar de qué modo se van a utilizar  (…) Este derecho constante y colectivo de gestionar el patrimonio es fundamental para la identidad, la supervivencia y el desarrollo de cada sociedad indígena”, señala.

En las cercanías de Temuco, informes presentados por el Ministerio de Obras Públicas en el marco de la construcción del By Pass, dio cuenta que los lugares de emplazamiento de la construcción no tenían interés arqueológico ni históricos, sin embargo con las primeras excavaciones a finales del año 2000 fueron encontradas miles de piezas y osamentas que terminaron en un museo, “rescatadas” finalmente por los mismos arqueólogos que dijeron que allí no había nada.

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