La consulta popular y referendo realizados en Ecuador trajeron consigo diversas lecturas en cuanto a la victoria del Sí y lo que algunos consideran también un triunfo del No.
Con la mayoría de las actas de votación escrutada, el Sí a las siete preguntas cuenta con un amplio respaldo del 64 por ciento de los votantes, mientras el No, impulsado en tres de las interrogantes, subió hasta un 36 por ciento de aceptación.
Sin dudas, el vencedor de la noche del domingo fue el gobierno de Ecuador que promovió la iniciativa de preguntar a la ciudadanía sobre posibles reformas en la Constitución, con la certeza de que recibiría apoyo mayoritario, como ocurrió.
En una alocución luego de conocer los resultados favorables al Sí, el jefe de Estado, Lenín Moreno, declaró que la victoria fue de la democracia.
‘Desde hoy el Sí que promovimos se convierte en un gracias y en un compromiso’, advirtió.
Sin embargo, lo que para muchos podría ser una derrota contundente de quienes rechazaban la consulta, tuvo otra lectura para los miembros del recién nacido Movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el exmandatario, Rafael Correa.
El economista y político señaló como logros haber alcanzado esa cifra a pesar de todo lo que tuvieron en contra, entre lo cual mencionó desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, los medios de comunicación a favor del gobierno, un Consejo Nacional Electoral totalmente parcializado y poco tiempo para explicar sus argumentos en la campaña.
‘Para cualquier persona que conozca la política ecuatoriana esto es un gran triunfo’, afirmó el exdignatario en entrevista con Telesur y sostuvo su criterio de que el proceso fue inconstitucional desde su convocatoria y en parte de su contenido, como las preguntas sobre eliminar la reelección indefinida y el reemplazo del Consejo de Participación Ciudadana.
Similar opinión tuvo la asambleísta Gabriela Rivadeneira, quien valoró la consulta y referendo como el proceso más desigual vivido en la historia republicana del país, de 40 organizaciones inscritas, de las cuales cuatro promovían el No y concretamente solo una hizo efectiva la campaña.
Algunos analistas políticos como el excanciller Kintto Lucas, también valoraron los votos obtenidos por el No y su líder, Correa, quien a su juicio, se mostró como un actor político con un caudal de adhesión.
En un artículo titulado: ‘Ecuador: de la consulta popular a un futuro político incierto’, Lucas señala que si el gobierno, con todos sus aliados, quienes en esta ocasión son mayoría, obtuvo el 64 por ciento de respaldo en las preguntas clave, es una señal de falta de representatividad popular evidente en esos sectores, por separado.
Una vez ganada la consulta, corresponde ahora a la Asamblea Nacional trabajar en las reformas pertinentes para hacer efectiva la voluntad del pueblo, expresada en las urnas.
Y aunque el Sí venció, en las calles abundan personas con incertidumbre sobre lo que ocurrirá a partir de ahora en el país y con temores por los cambios, pues no están seguros de los beneficios, sobre todo, para el ciudadano trabajador.
Corresponde ahora al ejecutivo cumplir con sus promesas y mantener sobre todo, la afirmación de que los cambios no implicarán daños para los más desposeídos.
A partir de ahora, comienza una nueva etapa, a partir de que el gobierno logró legitimarse y también de que la ciudadanía espera haber tomado la decisión adecuada, al votar mayoritariamente, a favor de las reformas propuestas.
La consulta efectuada el domingo último en Ecuador, fue la número 12 que se lleva a cabo desde 1869 y contó con una participación del 82,1 por ciento de los 13 millones 26 mil 598 ecuatorianos registrados para sufragar.
Eliminar la posibilidad de reelección indefinida, sustituir al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y derogar la llamada Ley de Plusvalía, fueron las interrogantes más polémicas.
El resto, versaron sobre temas ambientales como la minería metálica y explotación petrolera, la lucha contra la corrupción, evitar la prescripción de delitos sexuales contra menores.