Noviembre 15, 2024

Aportando a la Historia: los héroes (olvidados) de Septiembre

Nadie duda que toda ‘historia oficial’ la escribe el vencedor. En esas páginas los ‘héroes’, los ‘buenos y honrados’ pertenecen al bando triunfador; los otros, los perdedores, definitivamente  forman parte del lote de ‘los malos’, de los olvidados.

 

 

Eso ocurrió con los ‘vencedores de septiembre’; escribieron la historia oficial de acuerdo a sus intereses y propósitos, echando tierra sobre quienes quisieron detener la tragedia desde el interior mismo de las fuerzas armadas y, en algunos casos, pagaron con sus vidas tal intento.

En la medianoche del día 26 de julio de 1973, el Edecán Naval del presidente Salvador Allende, comandante Arturo Araya Peeters, fue asesinado por un francotirador que le disparó desde algún lugar frente a su domicilio. Se trató de un asesinato planificado para ir sentando, al interior de la marina de guerra, los principios que regirían el sanguinario golpe de estado del martes 11 de septiembre. Fue el segundo aviso entregado por los sediciosos y golpistas de ultraderecha (el primero había sido el asesinato del general René Schneider el año 1970).

El golpe de estado fracturó definitivamente a las fuerzas armadas, ya que no es completamente cierto aquello que asegura la mentada ‘historia oficial’ en cuanto a la publicitada ‘unidad interna’ decidida a prostituir juramentos y emporcar su propia dignidad.

Hace escasos días, falleció el comandante (FACH) Ernesto Galaz, detenido y torturado por ser leal a la Constitución. En entrevista concedida el año 2013 al diario El Mercurio, afirmó que “antes del 11 de septiembre de 1973, entre la oficialidad de las Fuerzas Armadas había un 10% que se oponía a un movimiento militar contra el gobierno de Salvador Allende y otro 10% de los oficiales tenía ‘una inquina enorme’ contra la UP. El 80% restante, era gente que no apoyaba ni a unos ni a otros, y después de ese día se quedaron con los que ganaron”.

Otro general constitucionalista, Joaquín Lagos Osorio, abandonó el ejército en 1974, a pocos meses de las matanzas del norte de Chile. Fiel a los principios de un militar de la vieja guardia, el uniformado pasó a retiro espantado por los atropellos a los derechos humanos que le tocó presenciar. Así, a partir de octubre de 1973 se convirtió en uno de los militares disidentes que más pruebas poseía respecto a que Pinochet tenía responsabilidad penal sobre la muerte de 56 personas en el norte de Chile -el caso de la caravana de la muerte-, que tuvo al ex dictador chileno a las puertas de ser sometido a proceso.

Hubo muchos uniformados que sufrieron torturas y encarcelamiento por negarse a participar en hechos luctuosos y en el golpe mismo. No todos fueron oficiales, también hubo conscriptos, como el caso del soldado Michel Selim Nash que se negó a obedecer órdenes de oficiales golpistas; sufrió brutales torturas y murió fusilado en Pisagua en octubre de ese mismo año 1973.

La lista de héroes del ejército continúa con casos de valientes uniformados que se enfrentaron a los golpistas defendiendo la Constitución, las leyes y la democracia. Estos son algunos de esos bravos hombres.

·        Capitán Osvaldo Federico Heyder Goycolea, asesinado en 1975 por la DINA

·        Luis Iván Lavanderos Lastate, Mayor (37 años), asesinado el 18 de octubre de 1973 en Santiago, presumiblemente por auxiliar a prisioneros del Estadio Nacional.

·        Cabo 2° Manuel Nemesio Valdez, detenido el 18 de noviembre de 1974 en Escuela de Caballería de Quillota. Detenido Desaparecido.

·        Juan Calderón Villalón, Oficial de Marina. Asesinado el 29 de septiembre de 1973 en Pisagua. ​

·        Juan Jiménez Vidal, Oficial de Marina. Asesinado el 29 de septiembre de 1973 en Pisagua.

·        Alberto Salazar Briceño, Oficial (R) de la Armada. Asesinado el 23 de junio de 1979 en Concepción. ​

·        Juan Cárdenas, sargento, torturado y exiliado. ​

·        Rodolfo Alfaro Repfening, Sub-Oficial, torturado, dado de baja y exiliado

·        Víctor López, detenido, torturado y exiliado. Luego, junto a otro ex marino también torturado y exiliado –Hugo Maldonado- formó COPEA (Coordinadora del Personal Exonerado de la Armada).

Entre las víctimas (torturadas, expulsadas de la institución, e incluso –algunas- asesinadas) pertenecientes a la Fuerza Aérea de Chile (FACH) se encuentran:

·        General Alberto Bachelet, padre de la presidente Michelle Bachelet, muerto durante el periodo de privación de libertad.

·        General Jorge Poblete.

·        Coronel Carlos Ominami Daza, padre del ex senador Carlos Ominami.

·        Coronel Rolando Miranda.

·        Capitán Jorge Silva.

·        Capitán Ernesto Galaz

Además, un total de 150 carabineros ‘constitucionalistas’ fueron exonerados o dados de baja por la institución. Varios de ellos detenidos y torturados. Y en la Policía de Investigaciones también hubo decididos defensores de la Constitución y las leyes, como fue el caso del Prefecto Juan Bustos, detenido en abril de 1974 y asesinado por la DINA el 2 de mayo de  ese mismo año. Antes de aquello, el subprefecto Raúl Bacciarini había sido fusilado el 22 de septiembre de 1973 junto a otras cinco personas en el puerto de San Antonio.

En el año 1977, de los  los 24 generales de ejército que habían participado en el golpe de estado junto a Pinochet, sólo 5 quedaban en servicio activo. Todos aquellos que podían “hacerle sombra” al dictador (como el general Óscar Bonilla Bradanovic, por ejemplo) habían sido llamados a retiro… o habían muerto en circunstancias extrañas, en las que siempre estaba presente la mano del coronel ‘Mamo’ Contreras y la DINA.

Pero los “héroes de septiembre”, los verdaderos, no fueron solamente uniformados. Los componentes de la Junta Militar golpista, Pinochet, Merino, Leigh y Mendoza, apostaban por el exterminio total de toda huella de izquierdismo, y con mayor razón si este había mostrado rasgos de heroicidad en los enfrentamientos con las tropas regulares del ejército, la fuerza aérea, la armada y carabineros.

La heroica defensa de La Moneda el martes 11 de septiembre de 1973, fue uno de los hechos que los cuatro generales golpistas deseaban evitar que llegase a conocimiento de la opinión pública.

Veintiún civiles, mal y escasamente armados, mal entrenados la mayoría de ellos (o sin entrenamiento militar ninguno, en el caso de los asesores del Presidente), aislados y carentes de apoyo logístico, no sólo mantuvieron a raya durante seis horas a tres regimientos completos que atacaban armados con ametralladoras, bazukas y tanques  (Tacna, Buin y Blindado), sino, además, provocaron bajas severas en las filas uniformadas disparando desde los balcones de La Moneda, ayudados exclusivamente por una decena de francotiradores leales al gobierno, apostados en los edificios aledaños a la Casa de Toesca.

‘La Guardia no abandona al Presidente’ (al menos, una parte de ella lo cumplió a cabalidad –detectives– ya que la otra parte –carabineros– se retiró del lugar a media mañana), y el GAP tampoco abandonó… esos fueron los héroes de La Moneda que defendieron con sus vidas la institucionalidad democrática, la Constitución Política y la Presidencia de la República (olvidados y menospreciados por las dos coaliciones que conforman el duopolio: Chile Vamos y Nueva Mayoría).

Quizá, debido a la vergüenza, el coronel Joaquín Ramírez quería ‘fusilar en el acto’, allí, en calle Morandé, a los defensores de La Moneda, quienes por irrestrictas órdenes del Presidente de la República habían depuesto las armas.

Los 21 prisioneros fueron fusilados en Peldehue (Fuerte Arteaga) el 13 de septiembre de 1973. Sus restos en sacos –según el testimonio del suboficial Eliseo Cornejo, testigo de los luctuosos sucesos– habrían sido lanzados al mar desde un helicóptero Puma.

La Historia ya está recogiendo estos eventos junto a muchos nombres de valientes defensores de la democracia y de la Constitución. Ellos son los verdaderos “héroes” de septiembre.

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