Ya se abren las grandes Alamedas…Ya caminan por ellas el hombre nuevo. Ya empieza a cumplirse el mandato de Salvador Allende. Cada vez más fuerte y cada vez con mas entereza se oyen voces que reclaman construir la patria que tantos hemos soñado, que tanto necesitamos y que podemos conseguir. Qué bello florecer del centenario paseo con la voz y el canto de hombres y mujeres, de aquellos a los no arredra la crueldad y son capaces de despojase de lo propio por interés del valor humano.
Hay nuevamente efervescencia social en Chile; es un nuevo movimiento ciudadano que poco a poco transita hacia reivindicaciones nacionales. Hoy, como muchas veces, son estudiantes quienes llevan las banderas y con su ejemplo y razones, suman a muchos y, como siempre, lo hacen con valor, entrega y dignidad.
Ellos reclaman y exigen algo que Chile tuvo y que hoy les niega el mísero interés de los mercaderes, es la posibilidad de formar al hombre íntegro y culto; a desplegar todas la potencialidades que vienen intrínsecas en el ser humano. Quieren cultivarse y dar lo mejor de si para entregar un mundo mejor a los que nos precedan. Hoy la bandera es el derecho a la educación y a que esta sea de calidad y, como derecho, gratuita y no mercancía. Nosotros, testigos excepcionales en esta Isla de ejemplos, aquilatamos su significado y vemos día a día, como se perfeccionan mujeres y hombres, sin que nadie tiemble por el valor monetario y todos saben que el Estado les entrega lo mejor.
Muchos dicen que dan un ejemplo a los restantes estamentos de la ciudadanía chilena. Es verdad, despiertan a muchos e, igual que los Pingüinos, nos maravillan y nos estremecen. Nos hacen recordar que el sueño existe y es factible si dejamos a un lado la desidia y la comodidad.
Trascienden estas banderas las fronteras de las ideas y la nación. Ojos y oídos de muchos miran desde los cuatro puntos cardinales, ven con regocijo como se marcan pautas en la búsqueda del mañana necesario y, con originalidad y tenacidad, luchan por justicia y verdad, por el presente y el futuro, en fin, por un mundo mejor.
Dicen que semejan al movimiento de los Indignados de Europa y de otras latitudes, tiene que ser así; similares problemas y un común enemigo; las mismas motivaciones y el mismo valor. A ellos y a los chilenos, los agobia la injusticia social y el deshumano egoísmo: La paciencia se acaba y empieza a temblar la burguesía, esa que durante tantos siglos ha bañado de sangre y penurias a miles de millones de seres humanos.
Nuevamente “un fantasma recorre, no solamente a Europa, sino a toda la humanidad“
Es la clarinada del despertar, es el canto del mañana, es la voz de los irredentos y el epitafio de la perversión humana.
Saludemos la nueva primavera y unamos la voz y la acción.
Gloria eterna a lo que nace y florece.
¡ Viva Chile ¡
CHILENOS RESIDENTES EN CUBA
La Habana 11 de agosto 2011.