Los expertos en democracia se parecen todos. Jaime Guzmán por ejemplo, -a quién Osvaldo Andrade le rindió un sentido homenaje-, pasaría piola en el Medio Oriente cuyos pueblos son tan inmaduros que no merecen la democracia. Los árabes necesitan un régimen de “libertad tutelada” o de “democracia protegida” que son los nombres que reciben los sistemas en los que no hay ni democracia ni libertad.
TIME Magazine del 29 de enero nos cuenta que “Israel mira con creciente inquietud lo que un alto cargo llama ‘un terremoto en el Medio Oriente’. Y agrega que el Estado judío tiene fe en que el aparato de seguridad de su más importante vecino árabe, Egipto, pueda suprimir las manifestaciones callejeras que amenazan el régimen dictatorial del presidente Hosni Mubarak”.
La democracia está bien alega el funcionario israelí: pero las sociedades árabes necesitan “un proceso democratizador a largo plazo”, acompañado de reformas educativas que estimulen la elección de gente moderada. ¿Moderada como Ariel Sharon, el criminal de Sabra y Shatila?
Así como se lee: los dirigentes de Israel confían en que la represión pueda “suprimir” (sic) el descontento para que sobreviva una dictadura. Por si no quedara claro, Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, declara: “No estoy seguro de que haya llegado la hora para que la región Árabe transite a través de procesos democráticos” (resic).
TIME Magazine, poco sospechoso de animosidad hacia Israel o sus dirigentes, precisa: “El ministro, -que habló bajo reserva de no ser identificado por su nombre o su cargo-, citó la Franja de Gaza como una advertencia del riesgo que se corre preguntándole al pueblo lo que quiere”.
En Israel sí se puede, visto que los israelíes le eligieron a él como Primer Ministro, señal de madurez y de cultura. Sin embargo su predecesor Ehud Olmert fue obligado a renunciar en razón de graves acusaciones de corrupción que incluían “fraude con circunstancias agravantes, abuso de confianza, falsificación de documentos y evasión fiscal”. El ex presidente Moshe Katsav fue procesado por violación y acoso sexual de sus secretarias. Otro ex presidente, Ezer Weizman, culpable de soborno y no respeto de confidencialidad, escapó a la justicia solo por detalles jurídicos pero fue obligado a renunciar vergonzosamente. Los ex ministros Avraham Hirchson (Finanzas) y Schlomo Benizri (Bienestar Social) fueron a parar a prisión. Madurez y cultura.
David Ben Gurion expresó alguna vez el deseo de que Israel fuese un país como los demás, “con sus putas y sus delincuentes”. La Historia ha hecho más de satisfacer su voluntad.
Italia, país de cultura milenaria, y a priori muy maduro para beneficiar de las delicias de un régimen democrático, se da el lujo de elegir un Primer Ministro mafioso, delincuente, estafador y putero. Yendo un pelín más lejos, los EEUU, cuyo pueblo inauguró en la Historia el reinado de la democracia, eligió presidente a Georges W. Bush en una estafa flagrante que le costó el cargo a Al Gore.
Obama da consejos y desea para Egipto una transición pacífica, olvidando que su gobierno le entrega miles de millones de dólares en armamento que sirve esencialmente para reprimir a los egipcios. François Fillon, primer ministro de Francia, declara: “Nadie puede aceptar esta oleada de violencia ni que haya muertos. Es necesario que la violencia pare, que se instaure el diálogo y que haya señales de que las reformas que ha prometido el presidente Mubarak comiencen“. Fillon quiere salvar a Mubarak. Y olvida que hace algunos días Michelle Alliot-Marie, su Ministro de RREE, le ofrecía armas y apoyo logístico a Ben Alí para reprimir la revolución tunecina.
Estos son los demócratas que juzgan que los árabes son inmaduros para la democracia. Estos son los expertos en democracia.