El año 2000 el parlamento se encargó de regalarle dos privilegios inaceptables al general Pinochet: una dieta de senador más asignaciones que hoy suman 18 millones de pesos mensuales sin contraer obligación laboral alguna con el estado; a ello se sumó un fuero judicial, no fuera a ser que algún Juez cometiera el desatino de preguntarle por los miles de chilenos asesinados.
En los 9 millones de asignaciones, que se suman a los 9 millones de la dieta, vienen 2 millones destinados a traslados. Como estos viajes no tienen un cometido determinado son simples paseos. Es decir el Estado de Chile entrega, de por vida, 2 millones mensuales para paseos. Pero para ellos, los privilegiados, no para nosotros. Usted y yo somos chilenos de a pie, no lo olvide.
Para encubrir lo evidente, que era el pacto de impunidad que tenían con Pinochet los senadores Hernán Larraín (el amigo de Colonia Dignidad), José Antonio Viera-Gallo (el “socialista” amigo de los militares y los norteamericanos), Sergio Diez (golpista connotado) y Juan Hamilton (democratacristiano a la orden de la embajada norteamericana) presentaron una reforma constitucional que en pocos meses modificó la constitución y que estableció un estatuto especial para los ex presidentes, una “dignidad” dijeron los parlamentarios en el debate olvidando nuestra tradición republicana, donde O’Higgins abolió los privilegios y títulos nobiliarios. En una república y nosotros lo somos a pesar de estas gentes, no hay otra dignidad que la que emana del mérito, todos nacemos iguales en dignidad y derechos.
Se le dio a Pinochet y a los que vinieran un fuero judicial. No se consideró que todos los medios materiales que el estado republicano de Chile pone a disposición de alguien lo es siempre en razón de su función y que terminada esta se acaban esos medios. La casta política al igual que Pinochet actúa sobre la base de que “El Estado soy yo” unos seguidores de pacotilla de Luis XIV pero no por ellos menos abusadores.
Los presidentes que vinieron hicieron uso de este privilegio sin ningún pudor. Sebastián Piñera ha cobrado 832 millones de pesos al erario nacional.
Estamos con una agrupación ciudadana, todos invitados, preparando las condiciones para pedir judicialmente la anulación de estos privilegios roberticochile@yahoo.es
Dimos a conocer esto a la prensa cuando nos llegó la otra trompada.
El Senado, ante las escandalosas asignaciones y aumentos de remuneraciones, creó un Comité de Asignaciones, esto es meternos el dedo en la boca, pues ellos contratan a quienes les orientan para fijar sus dietas y asignaciones, que son por cada senador 18 millones mensuales, el presidente y los jefes de comisiones ganan más.
Ahora la composición de esta comisión, surgida del reproche público, se ha transformado en una nueva fuente de prebendas. Han contratado con un sueldo millonario al derrotado electoralmente Andrés Zaldívar quien se jactaba ante la ciudadanía exhibiendo su cocinería política. No lo reeligieron senador, pero el Senado lo vuelve a ingresar por la vía de contratarlo como parte de la comisión de asignaciones. Hay otros candidatos derrotados, echados del parlamento por la voluntad popular que también se han contratado burlándose de la soberanía popular como es el caso del diputado Osvaldo Andrade.
El parlamento chileno esta cebado en el erario nacional.
ROBERTO AVILA TOLEDO