Septiembre 20, 2024

Cuarto Capítulo de la DC y la Izquierda: Frei, una figura continental alternativa a Fidel Castro

La importancia de la dc y la estatura continental que adquirirá Eduardo Frei tienen su origen, en buena parte, en el nuevo contexto internacional que aparece con la Revolución Cubana.

 

 

 

La entrada de los rebeldes en La Habana en 1959, a sólo 150 kilómetros de la gran potencia, suscita una ola de esperanza en la izquierda latinoamericana: la revolución es posible.

Paradójicamente, el equipo de Kennedy en la Casa Blanca hace el mismo análisis en sentido inverso. Su pesadilla es que columnas de guerrilleros irrumpan en otras capitales latinoamericanas e impongan gobiernos que escapen a su influencia. A partir de entonces la estrategia estadounidense para América Latina puede resumirse en pocas palabras: evitar una segunda Cuba; a cualquier precio y por todos los medios.

Tal política es claramente formulada por John Kennedy en 1961 cuando analiza las opciones para República Dominicana después de la muerte del dictador Rafael Trujillo: “Hay tres posibilidades, por orden de preferencia: un régimen democrático decente, la continuación del régimen de Trujillo o un régimen castrista. Debemos aspirar a la primera, pero no podemos renunciar a la segunda mientras no estemos seguros de evitar la tercera”. Por extensión, estas tres opciones se aplicarán a Latinoamérica.

 

Este es el cuarto artículo[1] sobre las relaciones entre la dc y la izquierda.

 

Hoy sabemos que Washington escogerá la “segunda posibilidad”, imponiendo dictaduras militares de “seguridad nacional”[2]. Pero antes, John Kennedy promoverá una política de desarrollo económico y social como alternativa a la revolución cubana, la Alianza para el Progreso. Con objetivosambiciosos[3]: aumento del pnb por habitante; distribución más equitativa de la riqueza; acelerar la industrialización y la integración regional; algo de planificación; y sobre todo generalizar las reformas agrarias. Todo esto, por supuesto, combatiendo el comunismo. Washington se compromete a poner U$20 mil millones; los estados latinoamericanos deberán aportar U$80 mil millones. Al primer aniversario de la Alianza, Kennedy confirma su compromiso con la “revolución”: “quienes impiden las revoluciones pacíficas, hacen las revoluciones violentas inevitables”.

Conforme a su estrategia de aparecer como respetuosa de la democracia, la administración Kennedy se distancia –por un tiempo– de los golpes de Estado que no ha organizado. Desautoriza a los militares peruanos que toman el poder en 1962 para impedir que gobierne Haya de la Torre del apra, quien había ganado las elecciones. Y desaprueba a los militares hondureños que derrocaran al liberal José Ramón Villeda en 1963.

La nueva política Washington requiere lideres “seguros” que, al contrario de las viejas derechas, impulsen transformaciones sociales y eviten que los desposeídos se identifiquen con líderes como Fidel Castro. Hasta cierto punto el presidente electo de Venezuela Rómulo Betancurt corresponde con este perfil. Pero será Eduardo Frei quien accederá a un rol de primer plano.

El Vaticano capta la atención de Kennedy hacia la situación chilena, comparable a la italiana en 1948[4], particularmente el arzobispo panameño Marcos McGrath, quien había vivido en Santiago entre 1953 y 1961[5]. Frei surge como el principal contrincante de la izquierda que aumenta su influencia, gracias a sus propuestas de “tercera vía” inspirada en el personalismo cristiano, alternativa al “modelo viejo” y al “Castro-Guevarismo”.

La “revolución en libertad” de Frei calza perfectamente con lo que Kennedy necesita: una alternativa atrayente al desarrollo de la izquierda y a la atracción que ejerce la Revolución Cubana. A partir de entonces Frei adquiere un perfil internacional como una alternativa a la revolución cubana.

 

La relación estructural

Los vínculos regulares entre Frei y círculos dirigentes estadounidenses comienzan probablemente en abril 1962 durante su viaje a Estados Unidos con Radomiro Tomic. Allí, además de dar conferencias, concurre a una entrevista secreta con una comisión en la que están Robert F. Kennedy, entonces ministro de Justicia, y Ralph Anthony Dungan, experto en asuntos latinoamericanos de la Casa Blanca. La comisión aprueba la idea de convertir a Chile en un modelo alternativo al de Fidel Castro, apoyando a Eduardo Frei en las elecciones presidenciales de 1964. A partir de entonces se consolida un “compromiso de los Kennedy con el pdc”[6]

Cuatro meses después, el 27 de agosto de 1962, la Comisión especial 303 (futuro Comité 40) adopta la decisión de financiar a la dc chilena. Gira U$80 mil[7]. Esa suma llega a Chile al mismo tiempo los importes de la dc italiana (ver artículo anterior) que ayudan al pdc a transformarse en el primer partido en las elecciones municipales de 1963, con 22,8%.

A partir de entonces fluye el dinero norteamericano. El informe Covert action in Chile detalla varias “ayudas” de la cia a la candidatura de Frei: apoyo al programa electoral con “más de U$3 millones”; más adelante afirma que la cia gastó U$2,6 millones en apoyar al candidato. Además, –precisa– la Agencia apoyó a estudiantes, mujeres, profesionales y grupos de campesinos pro-dc. Y también indica que “un total de cerca de U$ 4 millones se gastaron en unos 15 proyectos de acción encubierta”. Hay más.

Al aporte directo de la cia –acota Edward Korry– se debe añadir los fondos enviados por otros organismos públicos como la aid, empresas privadas como la itt y asociaciones como los sindicatos norteamericanos. Bajo la forma de una cruzada para detener a Allende, la cia organiza la captación de fondos públicos y privados. Entre los donantes están los partidos democristianos de Italia, Francia, Alemania, Bélgica y Holanda, las Casa reales de estos últimos, y el Vaticano.

La suma global de la “ayuda” alcanza los U$20 millones. Una cifra exorbitante. Que coloca al dotador en posición de incidir y que compromete de forma decisiva al que la acepta. Aunque el monto de U$20 millones ha sido relativizado por Ricardo Hormazábal[8], no hay duda que se trata de un apoyo colosal. Frei nunca volverá a hablar de una “apertura hacia la izquierda”, como lo había hecho.

Covert actionda un ejemplo de injerencia. Durante la tercera semana de junio de 1964, la Central, “insertó 20 anuncios diarios en la radio de Santiago y en 44 emisoras provinciales; 12 minutos de informativos cinco veces al día en tres emisoras de Santiago y 24 salidas provinciales; miles de dibujos, y muchos anuncios en prensa. Al final de junio, el grupo producía 27 noticiarios radiofónicos en Santiago y provincias, 26 programas de “coloquios” semanales, distribuía 3.000 carteles diariamente. La cia se refería a la campaña de alarma anticomunista como la actividad más efectiva dirigida por los Estados Unidos a favor del candidato demócrata cristiano. La campaña propagandística también fue orientada internacionalmente, y artículos extranjeros se “reproducían” en Chile”.

¿Cómo explicar tal inversión si Frei estaba prácticamente seguro de ganar la elección? Estados Unidos, responde Korry, quería tener un gobierno “exclusivo”, ya que es más fácil tratar con un partido que “administrar” una coalición. Para eso laCasa Blanca busca crear una “dinastía política” democratacristiana, como en Italia. Estable para los inversionistas y ejemplar como modelo de progreso social alternativo al comunismo.

 

Dos embajadores

Esta política será practicada por Ralph Dungan, miembro del equipo de Kennedy que había aprobado la financiación de la dc en 1962, nombrado embajador por el Presidente Johnson. Llega a Santiago en octubre 1964 con la política de apoyar directamente a Frei.Dunganse interesa personalmente por la realidad social. Multiplica las visitas a pobladores, pescadores y dueñas de casa y participa en trabajos para construir habitaciones. Y llega a afirmar que “la propiedad privada no es un derecho ilimitado”.

Pero su reemplazante, Edward Korry, quien llega a Chile en octubre 1967, tiene otro perfil. Sedefine como un “anticomunista convencido” desde los años 1940. Entre 1948 y 1951 había cubierto Yugoslavia, Hungría, Checoslovaquia y Bulgaria, como periodista. Pero era más que eso. El Departamento de Estado le había encomendado misiones secretas en 1950 en Grecia, y en 1962 en Hong Kong. Kennedy lo nombra embajador en Etiopia de 1963 a 1967.

El periodista/agente afirma le bastaron tres meses para concluir que la política chilena de la Casa Blanca de consolidar la dc, es errónea e insostenible: la economía está estancada, la inflación aumenta, la política agrícola es “espantosa”, el pdc se desgarra… y no es seguro que gane las próximas elecciones.

Korry pretende que él pone fin a relaciones partido-partido (pdc – Partido Demócrata estadounidense) para instaurar relaciones “de Estado a Estado”. Una visión algo presumida de su rol ya que los Estados estaban relacionados. Lo cierto es que contacta “otros grupos” (léase la derecha). Apadrina la “nacionalización pactada” del cobre porque permitirá desbaratar los proyectos de nacionalización, otorgará más recursos a las ffaa a través de la ley del cobre, y“Estados Unidos se libraría de una apuesta condenada al fracaso”.

Cuando Richard Nixon, quien otrora había perseguido “comunistas” junto Joseph McCarthy, alcanza la presidencia en 1969, Korry sabe que la política pro dc heredada de los años Kennedy sigue teniendo partidarios en el Congreso, donde se mantiene la mayoría demócrata, pero no en la Casa Blanca. Nixon cultiva “una animosidad hacia Frei, el pdc, los Kennedy y, por supuesto, Allende”, e insiste en apoyar al candidato de la derecha tradicional, Jorge Alessandri.

Opción confirmada por Frederick Chapin, el funcionario que supervisaba los asuntos chilenos en el Departamento de Estado en 1969, quien escribe a Korry para informarle que Nixon había decidido eliminar de la agenda la visita del Presidente Frei, ya prevista, pues no siente ningún aprecio por los democratacristianos.[9]

Nixon confirma a Korry como embajador. Éste intenta, sin éxito, evitar la aproximación del Partido Radical a la izquierda. Y busca favorecer un nuevo entendimiento entre la dc y la derecha. No apoya la candidatura Tomic y se muestra hostil hacia los rebeldes de la dc que buscan una convergencia con la izquierda. Expresa una particular agresividad al canciller Gabriel Valdés, porque, explica, había osado declarar que Chile debía moverse en dirección del neutralismo (no alineamiento) y había presentado a Nixon una posición común de América Latina.[10] Y también evita al cardenal Silva Henríquez.[11]

Pero, a diferencia Nixon, Korry piensa que Frei sigue siendo la figura clave para contener a la izquierda, y afirma que resiste las presiones para intervenir en favor de Alessandri. Pero intervino. En una conversación con el embajador de Chile en Polonia Víctor Jadresic, Korry incita al pdc a “ceder el paso a Alessandri”, ya que, a causa de las fuertes reacciones que provocaría su política, no duraría más de dos años. Y luego Frei podría volver al gobierno.[12] En resumen, se distancia del pdc pero mantiene su apoyo a Frei.

A partir del nacimiento del pdc en 1957, Rafael Agustín Gumucio ve “una alienación del Partido frente al líder”. Su principal característica es el recurso a financiamientos ocultos de las campañas electorales, “celosamente escondidos a los dirigentes”. Los reciben “personas seguras”, que conforman una red que siempre, salvo siete meses en 1967, ejercerá un control importante sobre el Partido[13].

Tal testimonio es crucial. Uno de los problemas de la historia de Chile es que la cia afirma haber entregado mucho dinero a la dc (y a otros); pero en la dc nadie reconoce haberlo recibido. Las fuentes que disponemos indican que la financiación extrajera, sea de la cia, de la Iglesia, de la dc italiana, de la cdu alemana o de otros, no llegó a las directivas del Partido. La reciben personas “de confianza”, siempre del ala derecha, vinculadas a Frei. Una estructura paralela que, gracias a esos dineros, pudo controlar el Partido.

 

 


[1]La primera serie de 15 artículos fue publicada en Le Monde Diplomatique entre oct. 2012 y dic. 2013, y en el cuaderno Allende, la UP y el golpe, sept 2013. www.lemondediplomatique.cl/Allende-la-UP-y-el-golpe-Textos-de,5504.html

Artículos anteriores publicados por Clarín:

La carta de Antonio ensalzando el “pronunciamiento” : www.elclarin.cl/web/noticias/politica/23626-serie-de-articulos-sobre-el-periodo-1970-1973.html

Carta del sacerdote Julio Fernándezal capitán Gerardo Hiriart, 29 de noviembre de 1973 : www.elclarin.cl/web/noticias/politica/23671-otra-carta-que-restituye-el-ambiente-despues-del-golpe.html

Notas para la historia: La influencia de Roger Vekemans en la DC:

www.elclarin.cl/web/noticias/politica/23946-notas-para-la-historia-la-influencia-de-roger-vekemans-en-la-dc.html

Notas para la historia: los inicios de relaciones entre la DC italiana y la DC chilena:

http://www.elclarin.cl/web/noticias/politica/24238-notas-para-la-historia-los-inicios-de-relaciones-entre-la-dc-italiana-y-la-dc-chilena.html

[2]En 1963, dos meses antes del asesinato de Kennedy, será derrocado Juan Bosch en República Dominicana. En 1964, bajo Johnson, Washington organiza golpes contra Goulart en Brasil y Paz Estenssoro en Bolivia. Todos presidentes electos.

[3]Aprobados por el Consejo Interamericano Económico y Social (cies)de la oeareunido en Punta del Este en 1961.

[4]En 1948 el pc italiano, el más importante de occidente y principal fuerza de oposición al fascismo aparece con posibilidades de ganar las elecciones. La Casa Blanca, con ayuda de la Iglesia, inyecta sumas enormes para que la dc gane la elección. Lo que ocurrió. Y luego movilizan ayudas financieras en el marco del Plan Marshall, lo que contribuyó a mantener la dc en el gobierno hasta los años 1990.

[5]Fue director del colegio San Jorge y decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica.

[6]Korry, entrevista cep en 1996

[7]Covert action in Chile, 1975

[8]La Democracia Cristiana y el gobierno de Allende: Un testimonio personal a 30 años del Golpe de Estado, 2003.

[9]Korry, conferencia en el cep, 1996, 11

[10]Nixon furioso pide a Kissinger que le responda que todo lo que pasaba al sur de los Pirineos no tiene mayor importancia para el mundo.

[11]Korry, entrevista en el cep, 1996, 35

[12]Labarca Eduardo, 1971, Chile al rojo, 354.

[13]Gumucio, 1994, Apuntes de medio siglo, 133

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