Este miércoles, el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) informó a través del Observatorio Volcánico de los Andes del Sur (OVDAS), el cambió de la alerta técnica volcánica del volcán Villarrica a Nivel Amarillo.
Desde el 15 de noviembre de este año, se ha detectado un incremento paulatino en los parámetros de monitoreo, lo que refleja un aumento de los procesos internos y en consecuencia se observa una actividad superficial más notoria.
Asimismo, la energía de la señal sísmica continúa al alza, mientras que el registro de la sismicidad volcano -tectónica localizada en torno al edificio volcánico y al igual que el incremento de las anomalías térmicas satelitales, han ratificado la presencia en superficie del lago de lava y la mayor exposición de éste generando explosiones menores a nivel del cráter, las que han sido detectadas a través de la red de monitoreo y de diferentes técnicas instrumentales y visuales.
Lo anterior puede potencialmente generar emisión de ceniza y de piroclastos balísticos (spatters de lava de alta temperatura) en las inmediaciones del cráter.
Al respecto, el Director Nacional de SERNAGEOMIN, Mario Pereira, informó que “este volcán es monitoreado con 9 estaciones sismológicas, 4 GPS, 2 inclinómetros, 4 cámaras IP, 1 cámara IR, 1 micrófono de infrasonido, 2 DOAS y una cámara Multigas, de manera que los especialistas cuentan con tecnología adecuada para el seguimiento de la actividad volcánica. Lo importante es que las diversas instituciones del Sistema de Protección Civil cuentan con información técnica de lo que está sucediendo, incluyendo el mapa de peligros potenciales”.
Según la definición de SERNAGEOMIN, el nivel de alerta Amarilla implica “variaciones en los parámetros derivados de la vigilancia que indican que el volcán está por encima de su umbral base y que el proceso es inestable, pudiendo evolucionar aumentando o disminuyendo estos niveles.
En ese sentido, pueden registrarse fenómenos como: enjambres sísmicos (algunos de ellos perceptibles), emisión de ceniza, lahares, cambios morfológicos, ruidos, olores de gases volcánicos, entre otros; que pueden alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica”.
El volcán Villarrica es uno de los volcanes con mayor registro histórico de erupciones de Sudamérica y el número 1 en el ranking de peligro de Chile. Se ubica al SE y NE de los lagos Villarrica y Calafquén, respectivamente, y su forma cónica casi perfecta permite reconocerlo desde la distancia.
Corresponde a un estrato volcán localizado en el extremo occidental de una destacada cadena volcánica de dirección NO-SE, que alinea a los volcanes Villarrica, Quetrupillán y Lanín. Posee un cráter abierto de 200 mts de diámetro, con fumarola continua y un lago de lava permanente y dinámica, cuya superficie posee altura variable. El volcán está cubierto por un glaciar que se extiende por unos 30 km2.
Finalmente, el organismo recomienda aplicar preventivamente restricciones al acceso en una zona próxima al cráter con un radio 1000 m e informa que a través del OVDAS continúa con vigilancia en línea e informará de manera oportuna, sobre eventuales cambios en la actividad volcánica de la región.